Comentarios
a los Reglamentos del Opus Dei como Pía Unión (10)
VI. C E R E M O N I A L
(2ª Parte:
Fidelidad
Institución de Numerarios
Círculo Breve).
Examinamos ahora los tres últimos ritos
de este Ceremonial. El
primero se refiere a la ceremonia de Fidelidad, que tiene todo el sabor de una
consagración perpetua.
La
segunda ceremonia es la prevista para instituir a los socios Numerarios, que
hoy se denominan Inscritos. Es muy interesante, porque trasluce el ambiente de
una secta gnóstica en la que hay unos pocos escogidos que vienen como a formar
la guardia pretoriana de la organización.
Finalmente,
aparece el guión del Círculo Breve, que es la reunión de formación semanal de
los que hoy llamamos Numerarios y Agregados (es prácticamente idéntico al
Círculo de Estudios de los que hoy llamamos Supernumerarios), y que ha
permanecido prácticamente invariable hasta nuestros días
[nº
43] FIDELITAS |
FIDELIDAD |
Toda la ceremonia de la fidelidad evoca la profesión de votos perpetuos de las personas consagradas: que si “siervo perpetuo”, que si “sometimiento y sacrificio perpetuos”, que si imponer un anillo de consagración perpetua: nada menos secular.
Lo de besar la
mano del Padre y no la del sacerdote, cuando aquél no preside, confiere una especie
de condición sobrenatural al Padre, que rechina bastante la sensibilidad de
quien no esté afectado de patrolatría.
Se indica que se impone el anillo de la fidelidad en
cualquier dedo de la mano izquierda. Después se haría en el dedo anular.
Nuevamente se pide perseverancia en el Opus Dei y no
en el bien ni en las buenas obras, como se hace en la Iglesia.
Sedente Sacerdote iuxta Crucem Ligni (ad
sinistram), et sociis coram Cruce genuflexis, singuli formulan fidelitatis dicunt: Domine Jesu: suscipe me tibi in servum
sempiternum (ancillam sempiternam) Operis Dei, in obsequium et sacrificium
laudis perpetuae: voluntarie et in aeternum meipsum, cum omnibus viribus et
affectibus meis, quanto intimius valeo, offero. Et intercedente beata et gloriosa Maria
semper Virgine, cum beato Joseph, beatis Archangelis Michaële, Gabriele et
Raphaële, ac beatis Apostolis tuis Petro, Paulo et Joanne, et omnibus
Angelis Custodibus, da, Domine, pacem
in diebus meis: ut ope tuae misericordiae adjutus (adjuta), adimplere posim tuam sanctissima voluntate. Amen. Osculantur Crucem ligni et manus Patris vel
stolam Sacerdotis. Deinde annuli benedicuntur: V. Adjutorium nostrum in nomine Domini. E. Qui
fecit coelum et terram. V. Domine, exaudi
orationem meam. E. Et clamor meus ad te veniat. V. Dominus vobiscum. R. Et
cum spiritu tuo. Oremus. Benedic,
Domine, hos annulos (hunc annulum), quos (quem) in tuo nomine benedicimus +
ut qui (quae) eos gestaverint (eum gestaverit) fidelitatem suae vocationi
tenentes (tenens), in pace et voluntate tua permaneant (permaneat). Per
Christum Dominum nostrum R.Amen. Deinde Sacerdos ter aspergit annulos aqua benedicta, et imponit in digito quolibet sinistrae manus sociis
Operis Dei, singulis dicens: Confirma hoc, Deus, quod operatus est in eo
(in ea). Omnes genuflectunt. Dignior: Jube, Domne, benedicere. Sacerdos benedicit: Dominus sit in cordibus vestris et in labiis vestris,
in nomine Patris + et Filii et Spiritus Sancti. R. Amen. [nº
44] Sacerdos
genuflectit et omnes dicunt: Gaudium cum pace, emendationem vitae,
spatium verae poenitentìae, gratiam
et consolatione Sancti Spiritus, atque in Opere Dei perseverantiam tribuat nobis
omnipotens et misericors Dominus. |
Sentado el Sacerdote junto a la Cruz de Palo (a su
izquierda), y puestos de rodillas ante ella los socios, van diciendo uno por
uno la fórmula de la fidelidad: Señor Jesús, recíbeme como siervo perpetuo (sierva
perpetua) del Opus Dei, en sometimiento
y sacrificio de perpetua alabanza: me ofrezco a mí mismo
voluntariamente y para siempre, con todas mis fuerzas y afectos y lo más
íntimamente que soy capaz. Y con la intercesión de la bienaventurada y
gloriosa María, siempre Virgen, con san José, los santos Arcángeles Miguel,
Gabriel y Rafael, tus santos Apóstoles Pedro, Pablo y Juan, y todos los
Ángeles Custodios, concédeme, Señor, la paz en mis días: para que, ayudado
(ayudada) por tu misericordia, pueda cumplir tu santísima voluntad. Amén. Besan la Cruz de Palo y la mano del Padre o la estola del Sacerdote.
Después, se bendicen los anillos: V. Nuestro auxilio es el nombre del Señor. R. Que hizo el cielo y la tierra. V. Señor, escucha mi oración. R. Y llegue a ti mi clamor. V. El Señor esté con vosotros. R. Y con tu espíritu. Oremos. Señor, bendice estos anillos (este anillo),
que bendecimos + en tu nombre, de forma que quienes (quien) los lleven (lo
lleve) guardando fidelidad a su vocación, permanezcan en tu paz y tu
voluntad. Por Cristo nuestro Señor. R. Amén. Después, el Sacerdote asperja tres veces los anillos
con agua bendita, y los impone a los socios del Opus Dei en cualquier dedo de la mano
izquierda, diciendo a cada uno: Oh, Dios, confirma lo que se ha obrado en
él (o ella). Todos se arrodillan. El más digno: Manda, Señor, tu bendición. El Sacerdote bendice: El Señor esté en vuestros corazones y
en vuestros labios, en el nombre del Padre + y del Hijo y del Espíritu Santo. R. Amén El Sacerdote se arrodilla y todos dicen: El Omnipotente y misericordioso Señor nos
conceda el gozo y la paz, un cambio de vida, un espacio de verdadera
penitencia, la gracia y el consuelo del Espíritu Santo, y la perseverancia en el Opus
Dei. |
[nº 45] ORDO AD SOCIOS NUMERARIOS CONSTITUENDOS |
CEREMONIA PARA INSTITUIR SOCIOS NUMERARIOS |
La ceremonia de institución de
Numerarios —los que hoy se denominan Inscritos— es fundamentalmente una
selección de textos de la Escritura, concluida por la oración usual en otras
ceremonias de la Obra de Escrivá. Los textos bíblicos escogidos resultan
enormemente significativos, en cuanto intentan destacar los siguientes objetivos:
ü Ante todo la unidad monolítica: “un sólo
corazón”, “unánimemente”, “todo en común”, “todos sufren y se alegran con él”.
ü El recurso al salmo II en el contexto de
persecución de los Apóstoles, supone como un llamado a hacer piña ante los
ataques externos.
ü Presenta a los Numerarios (Inscritos) como
los que ya no son extranjeros, sino amigos e hijos: o sea, la pomada de la
secta.
ü Entrar en esa nueva fraternidad es el más
rico botín, algo tan grande por lo que hay que estar dispuesto a dar hasta la
vida: es decir, son verdaderos conjurados.
Una
vez más, se habla de besar la mano del Padre, como algo tan sagrado como la
estola sacerdotal, y se pide la perseverancia en el Opus dei y no en las buenas
obras.
Sacerdos: Multitudinis autem credentium erat cor unum
et anima una (1). Socii: Unanimiter levaverunt vocem ad Deum et dixerunt:
Domine, tu es qui fecisti coelum et terram, mare et omnia quae in eis sunt,
qui Spiritu Sancto per os patris nostri David pueri sui dixisti: Quare
fremuerunt gentes, et
populi meditati sunt inania? Astiterunt reges terrae, et principes convenerunt in unum adversus Christum ejus. Convenerunt enim vere in civitate ista adversus sanctum puerum tuum Iesum, quem
unxisti, Herodes et Pontius pilatus cum gentibus et populis Israel, facere quae manus tua et consilium tuum decreverunt fieri. Et nunc, Domine, respice in minas eorum, et da servis tuis cum magna
fiducia loqui verbum tuum, in eo quod manum tuam extendas ad sanitates et signa et prodigia fieri per nomen sancti
filii tui Jesu (2). Sacerdos: Multitudinis autem credentium erat cor unum et anima
una nec quisquam eorum quae possidebat, aliquid suum esse dicebat; sed erant
illis omnia communia (3). Sacerdos prosequitur: Salvos nos fac, Domine, Deus noster (4). Socii: Ut confiteamur
nomini sancto tuo (5). Sacerdos: Fratres: Iam non estis hospites et advenae: sed estis
cives sanctorum et domestici Dei, superaedificati super fundamentum
Apostolorum et Prophetarum, ipso summo angulari lapide Christo Jesu (6). Qui
numerat multitudinem stellarum (7) numeret vos inter amicos et filios. Socii: Laetabor ego super eloquia tua: sicut qui invenit
spolia multa (8). Nos scimus quoniam translati sumus de morte ad
vitam, quoniam diligimus fratres (9): et si quid patitur unum membrum,
compatiuntur omnia membra sive gloriatur unum membrum, congaudent omnia
membra (10). In hoc cognovimus caritatem Dei, quoniam
ille animam suam pro nobis posuit, et nos debemus pro fratribus animas ponere (11). Sacerdos: Viriliter agite et confortetur cor vestrum, omnes qui speratis in Domino (12). Deinde osculantur manum Patris vel stolam Sacerdotis,
qui eos complectitur. [n° 46] Omnes genuflectunt et aiunt: Gaudium cum pace, emendationem vitae, spatium
verae poenitentiae, gratiam et consolationem Sancti Spiritus, atque in Opere
Dei perseverantiam tribuat nobis omnipotens et misericors Dominus. _________________________ (1) Act. IV, 32.- (2) Act. IV, 24-30.- (3) Act. IV, 32.- (4) Ps. CV, 45.- (5) Ps. CV, 46.- (6) Ephes. II, 19-20.- (7) Ps. CXLVI, 4.- (8) Ps. CXVIII, 162.- (9) 1 Joan. III, 14.- (10) 1
Cor. XII, 26.- (11) 1 Joan. III,
16,- (12) Ps. XXX, 26.- |
Sacerdote: Todos los creyentes tenían un sólo corazón y una
sola alma (1). Los socios: Elevaron su voz a Dios unánimemente y dijeron:
Señor, Tú que hiciste el cielo y la tierra, el mar y todo lo que hay en
ellos; tú que por el Espíritu Santo dijiste, por boca de nuestro padre David,
tu siervo: ¿Por qué se amotinan las naciones, y los pueblos
planean proyectos vanos? Se han presentado los reyes de la tierra, y los
príncipes conspiraron contra el Señor y contra su Mesías. Pues, en verdad, se aliaron en esta ciudad Herodes y Poncio
Pilato con los gentiles y el pueblo de Israel contra tu santo siervo Jesús, a quien
ungiste, para realizar cuanto tu mano y tu voluntad habían determinado que
debía suceder. Y ahora, Señor, fíjate en sus amenazas, y concede a tus
siervos predicar tu palabra con toda valentía; extiende tu mano para que se
realicen curaciones, signos y prodigios por el nombre de tu santo siervo
Jesús (2). El Sacerdote: El grupo
de los creyentes tenía un solo corazón y una sola alma: nadie llamaba suyo
propio nada de lo que tenía, pues lo poseían todo en común (3). El Sacerdote prosigue: Señor Dios nuestro, sálvanos (4). Los socios: Para que
demos gracias a tu santo nombre (5). El Sacerdote:
Hermanos: ya no sois
extranjeros ni forasteros, sino conciudadanos de los santos y miembros
de la familia de Dios, edificados sobre el cimiento de los Apóstoles y
Profetas, y el mismo Cristo Jesús es la piedra angular (6). Quien cuenta la
muchedumbre de las estrellas (7), os cuente entre sus amigos e hijos. Los socios: Yo me
alegraba con tu promesa: como quien encuentra un rico botín (8). Nosotros sabemos que hemos
pasado de la muerte a la vida en que amamos a los hermanos (9): y si un
miembro sufre, todos
sufren con él; si un miembro es honrado, todos se alegran con él (10). En esto hemos conocido el amor de Dios, en que Él dio
su vida por nosotros; también nosotros debemos dar nuestra vida por los hermanos (11). El Sacerdote: Sed fuertes y valientes de corazón
los que esperáis en el Señor (12). Después
besan la mano del Padre
o la estola del Sacerdote, quien los abraza. Todos se arrodillan y dicen: El Omnipotente y misericordioso Señor nos conceda el gozo
y la paz, un cambio de vida, un espacio de verdadera penitencia, la gracia y
el consuelo del Espíritu Santo, y la perseverancia en el Opus Dei. |
[nº 47] CÍRCULO
BREVE |
CÍRCULO BREVE |
El Círculo Breve es la reunión semanal de formación para los
hoy llamados Numerarios y Agregados. La de los hoy denominados Supernumerarios
se llama Círculo de Estudios, y es
muy semejante. Se llama Breve para
distinguirlo del retiro mensual, que es más extenso.
Lo
primero que cabe destacar es la diferencia entre la invocación a la Virgen
María de los varones como Asiento de la Sabiduría, y la de las mujeres como Esclava
del Señor. Está en consonancia com lo que había publicado dos años antes: «Si
queréis entregaros a Dios en el mundo, antes que sabios -ellas no hace falta
que sean sabias: basta que sean discretas- habéis de ser espirituales... (Camino, 946).
Llama
la atención que la lectura del Plan de Vida haya que escucharla en pie,
obsequio que sólo prestamos los cristianos a la lectura del Evangelio. Y es que
Escrivá aseguraba la salvación a quienes le
cumplieran las Normas que él nos había regalado, como si de un nuevo evangelio se tratara.
La
lectura del Plan de Vida puede parecer una broma más que pesada a quien haya
leído previamente en el Reglamento de la
Pía Unión que el único compromiso religioso es hacer media hora de oración
diaria. Y, desde luego, deja muy claro al lector no avisado que la tensión de
los socios de la Obra de Escrivá por cumplir tal objetivo no les deja espacio
interior alguno para abrirse a una auténtica espiritualidad, que queda sofocada
en el cumplimiento de tan asfixiantes obligaciones religiosas como la
recitación diaria de los 15 misterios del Rosario (menos mal que todavia Juan
Pablo II no había añadido los misterios luminosos). Tan evidente resultaba que,
en los años 60, Escrivá sustituyó el rezo de los 15 misterios por la recitación
de una parte del Rosario y la contemplación de las dos partes restantes.
Nótese
que entonces aún hablaba de ejercicios espirituales y no de cursos de retiro,
como haría tiempo después para intentar darle un aire de originalidad a lo que
estaba calcado de los ejercicios ignacianos.
Entre
las preguntas del examen, llama la atención el planteamiento voluntarista de
Escrivá, que habla de ejercitarse en la presencia de Dios y en la filiación
divina, en vez de exhortar a pedir a Dios esos dones.
Es
constante la referencia a los superiores –terminología propia de los
consagrados-, en vez de hablar de directores: uma terminologia que se
mantendría hasta muy tarde. ¿Qué carisma tuvo Escrivá, para seguir con estos
planteamientos tantos años después de la supuesta fundación?
La
pregunta n. 20 sobre el deber de responder en conciencia a las preguntas de los
superiores, atentaba contra el canon 530 del Código de Derecho Canónico de
1917, que se recoge en el canon 630 del Código actual: ahí estasba ya el abuso
de que los superiores pudieran pedir cuenta de consciência y de considerar la
dirección espiritual como materia de obediência.
Es
chocante el modo dialogado de pedir perdón después del examen, cuando quien
preside el Círculo no es sacerdote. Eso se cambió más tarde, reservando esa
forma para las ocasiones en que presidiera el Círculo un sacerdote.
La
manifestación pública de faltas contra el espíritu es otro gesto nada secular,
em cuanto se corresponde con el “capítulo de culpas” que hacen los religiosos,
según explicaba el proprio Escrivá en el n. 24 de las Lineamenta
Generalia que mandó para que su Obra
fuera aprobada por la Santa Sede como Sociedad clerical de vida común sin votos
públicos en 1943. También es muy conventual que el Presidente imponga a cada
uno una penitencia.
I.
V. Veni, Sancte Spiritus,
reple tuorum corda fidelium: et tui amoris ignem accende. Emitte Spiritum tuum, et
creabuntur. R. Et renovabis faciem terrae. Oremus. Deus qui corda fidelium Sancti Spiritus
illustratione docuisti: Da nobis in eodem Spiritu recta sapere; et de eius semper consolatione gaudere. Per Christum Dominum
nostrum. R. Amen. V. In nomine Patris et Filii et Spiritus
Sancti. Amen. Santa Maria, Spes nostra, Sedes Sapientiae (las socias, en
lugar de Sedes Sapientiae, dicen Ancilla Domini). R. Ora pro nobis. |
I.
V. Ven, Espíritu Santo, llena los corazones de tus fieles y enciende
en ellos el fuego de tu amor. Envía tu Espíritu y serán creados. R. Y renovarás la faz de la tierra. Oremos. Oh, Dios, que has instruido los
corazones de tus fieles con la luz del Espíritu Santo, concédenos en el mismo
Espíritu saborear las cosas rectas y gozar siempre de sus consuelos. Por
Cristo, nuestro Señor. R. Amén. V. En el nombre del Padre y del Hijo y
del Espíritu Santo. Amén. Santa María, Esperanza nuestra, Asiento de la
Sabiduría (las socias, en lugar de Asiento de la
Sabiduría, dicen Esclava del Señor). R. Ruega por nosotros. |
II. Comentario
del Evangelio.
III. Lectura
del plan de vida (el Presidente y los socios oyen
esta lectura de pie). Comentario de algún punto del Plan de vida o de las
Costumbres, Espíritu, etc.
PLAN DE VIDA
.
Diariamente: Ofrecimiento de obras.Oración mental (media hora por la mañana y media hora por la
tarde). Santa Misa. Comunión. Visita al Santísimo. Lectura del Santo Evangelio, y de
algún libro espiritual. Preces. Santo Rosario (quince misterios). Exámenes de conciencia. Angelus, o Regina Coeli.
Semanalmente: Confesión sacramental, una
mortificación corporal y rezo de la Salve, los sábados.
Mensualmente : Un día de retiro.
Cada año: Ejercicios espirituales.
Siempre: Presencia de Dios. Considerar nuestra filiación divina. Comuniones espirituales. Acciones de gracias. Actos
de desagravio. Oraciones jaculatorias. Mortificación. Estudio. Trabajo. Orden. Alegría.
IV. Examen.
1. ¿He
omitido la meditación, o he disminuido
su tiempo fuera de caso de enfermedad?
[nº48]
2. ¿Me he ejercitado en la presencia de Dios y he considerado frecuentemente mi filiación divina cada día?
3. ¿Procuré que mi primer pensamiento y el último de cada día fueron
para Dios?
4. ¿He omitido el examen particular o he
hecho con precipitación el general?
5. ¿He dejado de hacer a diario un memento
en la Santa Misa, por la Obra de Dios, por mis hermanos, y de modo especial por
mis superiores?
6. ¿He llevado bien las contrariedades
de la jornada?
7. ¿He dejado de hacer las
mortificaciones acostumbradas?
8. ¿Procuro adquirir el espíritu de
penitencia?
9. ¿He rectificado la intención buscando en
todas mis cosas solamente la gloria de Dios?
10. ¿He rezado con pausa y atención las
Preces de la Obra y las demás oraciones vocales?
11. ¿He vivido el espíritu de sacrificio
en el cumplimiento de los apostolados que por los superiores se me encomiendan?
12. ¿He sido dócil en aceptar las órdenes
y consejos o reprensiones de mis superiores?
13. ¿He puesto la debida diligencia en
el desempeño de los cargos y ministerios propios de la Obra?
14. ¿Me he esmerado en la práctica de la
caridad, al tratar con mis hermanos?
15. ¿Tengo presentes de modo especial
las normas de la caridad y de la prudencia, al dar o recibir -siempre que sea
precisa- la corrección fraterna?
16. ¿Manifiesto con hechos mi espíritu de proselitismo?
17. ¿Soy consciente de haber irrogado un
mal cierto a la Obra de Dios por mí apatía, por mi indiscreción, o por mi
tibieza o frialdad e el desempeño de mis deberes religiosos, sociales o
profesionales?
18. ¿Qué conducta he observado en la
labor cultural, indispensable para el cumplimiento de mi fin, en el estudio y en
el aprovechamiento del tiempo?
19. ¿He hecho gastos superfluos, por lujo, capricho, vanidad, comodidad etc.?
[nº 49]
20. ¿He tenido presente mi deber de responder en conciencia a las preguntas
o consultas del legítimo superior, estando siempre dispuesto aceptar rendidamente la solución opuesta a
mi consejo?
21. ¿He desdeñado el sacrificio en las
cosas pequeñas de cada día?
22. ¿Procuro con el orden de mi trabajo dar
mayor eficacia a mi 1abor, y a Dios más gloria?
23. ¿Hago mi trabajo cuando debo -hoy,
ahora- o me engaño con retardos que equivalen a no cumplirlo?
24. ¿Cuido de que no haya en mi porte
exterior algo molesto, chocante o extraño que desdiga del cargo y posición que
ocupo?
25. ¿Me dejo dominar por la tristeza sin considerar que es aliada del enemigo?
26. ¿Realizo mis trabajos con la alegría
del que se sabe hijo de Dios?
V.
Pres: Adiutorium nostrum in nomine Domini. Todos: Qui
fecit coelum et terram. Pres: Confíteor Deo .... Todos: Misereatur tui omnipotens Deus, et dimissis
peccatis tuis, perducat te ad
vitam aeternam. Pres: Amen, Todos: Confiteor
Deo... Pres: Misereatur vestri omnipotens Deus et dimissis
peccatis vestris perducat vos ad
vitam aeternam. Todos: Amen. Pres: A vinculis peccátorum nostrorum + absolvat nos
omnipotens et misericors Dominus. Todos: Amen. |
V. Presidente:
Nuestro auxilio es el nombre del Señor. Todos: Que hizo el cielo y la tierra. Pres: Yo confieso ante Dios todopoderoso... Todos: Dios
todopoderoso tenga misericordia de ti y, perdonados tus pecados, te conduzca
a la vida eterna. Pres: Amén. Todos: Yo confieso ante Dios todopoderoso... Pres: Dios todopoderoso tenga misericordia de vosotros
y, perdonados vuestros pecados, os conduzca a la vida eterna. Todos: Amén. Pres: El Señor omnipotente y
misericordioso + nos absuelva de los vínculos de nuestros pecados. Todos: Amén. |
Luego, quienes
anticipadamente hayan obtenido permiso, poniéndose sucesivamente de rodillas, uno
a uno, harán manifestación
de sus faltas -no de pecados, ni de cosas de conciencia- diciendo:
al comenzar: "En la presencia de Dios Nuestro
Señor, me acuso de…”
al terminar: ".....por estas culpas pido perdón
y penitencia".
El Presidente impondrá a cada uno la penitencia según
es costumbre.
[nº
50]
VI. Lectura
y comentario de algún libro espiritual o plática.
VII. Charla sobre asuntos de la Obra.
VIII. Preces y, si el Presidente es Sacerdote, bendición: Dominus in cordibus vestris et in labiis vestris, in nomine Patris + et Filii et Spiritus Sancti. Amen. (El Señor esté en vuestros corazones y en vuestros labios, en el nombre del Padre + y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén).
INDICE
Nota
Introductoria a los Comentarios
Comentarios
a los Reglamentos del Opus Dei como Pía Unión (1)