Entregar la vida de los hijos
Hormiguita, 11 de diciembre de
2006
El Sacrificio de Abraham es una de las lecciones
de la Sagrada Escritura en el que Dios prohíbe entregar la vida de un hijo, ni
siquiera en Su Nombre.
El mensaje es bastante claro, pues un ángel impide
que Abraham entregue la vida de su hijo al propio Dios. La Escritura nos pone un ejemplo tan bestia
para que los hombres lo tengamos claro. Acompaño el grabado de Rembrandt que me llamó la atención sobre este asunto.
Está expuesto en Ámsterdam con ocasión del 400 centenario del gran pintor.
Algunos supernumerarios entregan la vida de sus
hijos siguiendo las instrucciones de la institución. Simplemente con llevarles
al colegio de opus, al club por las tardes, hacer las vacaciones en el Tozal (Torrecuidad), y los domingos asistir a misa en una iglesia
del Opus Dei, se esta sembrando la vida de un hijo para el Opus Dei. En los
hogares con estampas del santo, y fotos y libros del mismo. Creo que yo hubiera
hecho lo mismo, pese al mensaje de Abraham. Conozco a algunos supernumerarios mas pasotas y otros mas fundamentalistas. Pero la finalidad
de fondo es que los hijos piten. ¿Saben lo que hacen?
Quien haya vivido la Fiesta de La Inmaculada en el
Opus, conocerá que es una orquestación organizada y coordinada (manipulada)
para provocar la entrega. Se utiliza la entrega de la Virgen, como base. El
mensaje de las homilías durante la semana de Inmaculada es la entrega personal
(a la obra claro). Este enfoque proselitista, -en cierto modo- desvirtúa y
descoloca el hecho que la Virgen fue el templo Inmaculado de Jesús, y la
consiguiente proclamación del dogma. Hay poco inmaculado en el proselitismo
feroz del opus. Es un día señalado, preparado con
mucha antelación, y con muchos medios, para provocar la entrega.
El Prelado en su carta
de Noviembre pide que sus hijos entreguen su vida invocando una intención especial. Él pues desobedece
el mensaje de Abraham. Dios no quiere la “entrega de vidas” de hijos, en Su
Nombre.
Tenemos el valiente ejemplo de Carmen,
una madre que se ha opuesto a la entrega de su hija.
El relato del sacrificio de Abraham –uno de los
ejemplos bíblicos mas relevantes- pone de relieve la
cuestión de la obediencia a la Palabra revelada en el opus dei.
El opus cita
las S. Escrituras a su conveniencia (según su espíritu-dirían), y la
aplica según interesa. Esto es relativismo denunciado por el Santo Padre en el discurso de Ratisbona. El ejemplo mas transparente de
interpretar a conveniencia es el de “no llamareis Padre a nadie en la tierra
pues uno solo es vuestro Padre que esta en los cielos...”. Si en algo tan
sencillo, claro y evidente, el opus no obedece la S. Escritura, apaga y vámonos.
El Espíritu Santo dudo yo que vaya a ayudarles en lo demás. Creo que los deja a
su suerte, y así les va.
En mi ranking personal de relativismo
escriturístico, el caso mas llamativo, se lo lleva “el
buen pastor”, seguido del “joven
rico.”
Cuando una Institución de la Iglesia deja de vivir
la S. Escritura, todo el cimiento es falso, y así no duran las vocaciones. De
las vocaciones que perseveran quedan algunas personas (bastantes dicen) que
andan con pastillas. ¡Vaya paradoja que por cumplir el ideal evangélico tenga
que empastillarse una persona! Friamente analizado, es insultante y despectivo
hacia la propia fe. La religión –que es unión con Dios, que es Bondad Infinita-
no ha de llevar a un ampastillamiento ni nada parecido.
Hormiguita.
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