El paso de los Pirineos, el remake

 

 

 

 

 

Resultan instructivas las aportaciones de Daneel y Eamon a la pregunta de Ana Azanza sobre quién es quién en la fotografía de El paso de los Pirineos.No obstante, al respecto, cabe alguna precisión.

 

Daneel, Pedro Casciaro no es el segundo de izquierda a derecha de los que permanecen de pie sino Manuel Sainz de los Terreros Villacampa, ni Eduardo Alastrué Castillo el cuarto sino Pedro Casciaro Ramírez, pues Alastrué, en aquel entonces, permanecía en Madrid reclutado por el ejército republicano junto a Álvaro Portillo Díez, José María González Barredo y Vicente Rodríguez Casado. Fue el 11 de octubre de 1938 cuando Rodríguez Casado, Portillo y Alastrué se pasaron a la zona sublevada o nacional (según cada cual) por el frente de Guadalajara sin pegas. Al respecto, hay que tener en cuenta que si se pasaron de bando sin problemas es porque no eran fundadores de algo sino meros seguidores de lo fundado por el Santo-Bala (canonización-exprés). Ya se sabe: a nadie le pasó nada salvo al fundador, que le pasó, según dijo, de todo.

 

Eamon, el segundo de los en pie, de izquierda a derecha, es Manuel Sainz de los Terreros Villacampa. Respecto al cut and paste del que hablas con más razón que un santo al final de este disparatado texto te propondré algo.

 

Y, ahora, centrándonos en el requerimiento de nuestra Ana, cuyos deseos siempre son órdenes gustosas de recibir por nosotros los opuslibreros:

 

De pie, y de izquierda a derecha:

 

1. Tomás AlviraAlvira (1906-1992).Primer supernumerario (1947). Edafólogo y reconvertido pedagogo; promotor, junto a Víctor García Hoz, de la institución Fomento de Centros de Enseñanza; institución que como tooodos sabemos NO pertenece a la Opus Escribae, no, no, no, sino a “un grupo de padres preocupados con la educación de sus hijos”.

 

2.Manuel Sainz de los Terreros Villacampa (1907—o 1908 según otras fuentes—/1995). Ingeniero de Caminos, Canales y Puertos. Ingresó de numerario y estuvo durante cuatro años, desde 1933 hasta después del viajito de marras en 1937. Y digo viajito de marras porque muchos miles de españoles se vieron obligados a hacer la misma ruta aunque sin poder alojarse, aquí y allá, en hoteles y comer en restaurantes como sí hizo (salvo en alguna contada etapa) este grupito tan bien financiado por el bueno hasta cándido de Miguel Fisac.

 

3.José María Escriba Albás (1902-1975). Así se llamaba y llamó hasta 1940 —tres años después de cuando se tomó esta fotografía— que pasó a apellidarse Escrivá (con uve y aguda tilde —antes era llana—que evoca heráldicos jaquelados de gules y oro y no marranos orígenes —entiéndaseme con lo de marrano: judío converso, según la jerga inquisitorial tan del gusto del mencionado marrano—) de Balaguer (otro añadido biensonante a sus oídos) y Albás. Luego vendría (1960) lo de juntar el José y el María para hacer Josemaría y, finalmente (1968), su cateta e infundada reivindicación del marquesado de Peralta. Se ordenó sacerdote en 1925. Fundador de  la Prelatura de la Santa Cruz y Opus Dei y precursor del histrionismo de los telepredicadores así como de la puesta en escena de las rabietas de la niña en El Exorcista pero llevadas en lugar de a la gran pantalla a la vida “de familia” o famiglia,capisci? Eso sí: todo, todo, siempre con buen humor, gracia de Dios,  perdigoncitos de saliva, relamidos labios y epatantes latinajos.

 

4. Pedro CasciaroRamírez (1915-1995). Matemático. Se ordenó en 1946. Fue consiliario de México y bla, bla, bla.

 

5.Francisco BotellaRaduán (1915-1987). Catedrático de Geométrica Analítica y Topología. Se ordenó sacerdote en la misma ceremonia que Casciaro.

 

Sentados, y también de izquierda a derecha:

 

6. Juan Jiménez Vargas (1913-1997). Fisiólogo y docente.

 

7. Miguel Fisac Serna (1913-2006). Arquitecto. Abandonó la Cosa nostrao Betis en 1955, cosa por lo que le putearon hasta que se aburrieron de zarandearle.

 

8. José María Albareda Herrera (1902-1966). Farmacéutico y edafólogo. Como secretario general del Consejo Superior de Investigaciones Científicas le encargó a Fisac obras de envergadura cuyos emolumentos como dirección facultativa (redacción de los proyectos), y luego técnica (ejecución de los mismos), revertían íntegros a las arcas de la Opus Escribae. Se ordenó en 1959.

 

Llegados a este punto cabe preguntarse por qué el Santo-Bala quiso contar con tanto matemático, ingeniero de caminos y edafólogo entre sus primeros fanes. ¿Sería que, medroso, necesitaba que le calculasen con exactitud, y desde todas las vertientes o disciplinas al caso, el terreno que quería pisar? Pa’ mí que sí.

 

Sea como fuere, sabemos que la instantánea fue tomada en Andorra la Vieja el tres de diciembre de 1937. Pero, y aquí viene el quid de la cuestión: ¿Quién hizo la fotografía?

 

¿Sería alguien “en buen plan”o, incluso, “de Casa”? ¿Entendería, como burrito sarnoso sí hacía, lo de la unidad de vida de las tres campanadas a la hora de hacerse holocausto? O dicho de forma mucho más clara: ¿Sería uno de sus cien hijos notarios por el plano inclinado de la barca de la madre guapa y tal? ¿Sería uno de los cooperadores acatólicos de los que la Opus Escribae dijo tener aunque nunca fueran vistos por nadie? ¿La abuela, con o sin armiño? ¿Ángel Malo (nombre del regente de la parroquia de Nuestra Señora de la Asunción —Barbastro, Huesca—quien bautizó a José María. Ángel Malo…: ¡¿Lucifer?!)? ¿Su, por el contrario, ángel custodio…?

 

(Que digo yo que ya hay que ser cabrón para teniendo un hijo que se apellida Malo ponerle de nombre Ángel, como le ocurrió a Ángel Malo Arias; o, teniendo una hija apellidada Cabeza, bautizarla como Modesta, como le pasó a Modesta Cabeza Cobos (1902-1971), una de las primeras de la Opus Escribae y que residió tras “pitar”en el sanatorio psiquiátrico de Ciempozuelos, donde falleció el 4 de noviembre, justo el día de su sexagésimo noveno cumpleaños).

 

Pues no; hablamos de Valentí Claverol Cirici (1902-2000), que era, sencillamente, el (versátil y excelente) fotógrafo del pueblo.

 

Para concluir, y para cumplir con la promesa para contigo, Eamon, ésta, aunque sea de “copipega,” es la única fotografía que creo (a ver qué te parece a ti) que le hubiese satisfecho al Santo-Bala, tan discreto él:

 

 

 

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