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CORRESPONDENCIA

Miércoles, 08 de Enero de 2025

Esta es la felicitación de un sacerdote numerario, que ha enviado de forma masiva a todos sus contactos a través de whatsApp el pasado mes de diciembre.

Todavía bajo el asombro de que semejante “felicitación” provenga de un sacerdote, fui a confesarme con el de mi parroquia. Vivo en un lugar aislado, la parroquia es diminuta y los parroquianos somos dos gatos y medio. Era casi hora de la misa dominical, le comenté al sacerdote que podía volver al día siguiente para confesarme para no retrasarle, y, la primera en la frente, dijo “Huy, no, ¿Cómo vamos a hacer esperar a Dios? Ya nos esperamos los demás cinco minutos, no pasa nada”. Le dije que había pertenecido a la peña esa, el comentario fue “te pido perdón por el daño que pudieron hacerte en nombre de Dios y de la Iglesia”, y después de la confesión solo dijo “Dios está muy contento contigo, te quiere muchísimo y convierte todo lo que me has dicho en fortaleza para que sigas adelante, porque estás haciéndolo muy bien”.

Juzgue el lector.

Mediterráneo

“Las cosas que aquí se ven / ni los diablos las pensaron” – José Hernández, “El gaucho Martín Fierro”.

            Parece interesante esta noticia porque una mujer ha sido nombrada Prefecta (la jefa) de un dicasterio. A sus órdenes, todo un cardenal nombrado co-prefecto.

            Ayer, en un chat de amigas en el que participo, surgieron algunos comentarios que nos hicieron reír:

- ¿De ella va a depender el opius?

- Me encantaría que les dirigiera una monja, quizá aprendan así a ser almas contemplativas.

- Ojalá, me gustaría ver a sus majestades los curas dirigidos por una monja. ¡Menudo fenómeno sería eso!

- Pienso que no porque al opius pertenecen solo los curas, aunque ellos se lo pasen por ahí.

Agustina L. de los Mozos

El regalo de Reyes del Papa: Simona Brambilla, primera mujer al frente de un dicasterio

Cambios de calado en el Dicasterio para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica, con el nombramiento como prefecta de Simona Brambilla y de Ángel Fernández Artime como co-prfecto.

Ya dentro del Dicasterio, como secretaria, se considera su labor fundamental a la hora de “desatascar” la investigación sobre las graves denuncias que recaían sobre el Sodalicio de Vida Cristiana (SVC), tras sustituir al franciscano español José Rodríguez Carballo.

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