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CORRESPONDENCIA

 

Viernes, 10 de Enero de 2025



La única vocación al opusdei, otra mendaz falacia

 

La única vocación al opusdei, otra mendaz falacia

CRNUMEROBAJO, 10/01/2025

 

Decía Escrivá que el ser y la vocación al oupsIdie era como un enorme caldero u olla de la que cada uno cogía una cuchara o cucharón (o cucharilla) la cantidad que quisiera, según lo que cada uno podía o quería. Decía esto como un modo, pretendidamente gráfico, de manifestar que todas las “formas” de ser o pertenecer al oups eran la misma “vocación” divina y solo variaba la cantidad de carisma que podía asimilar y/o tomar, de acuedo con unas supuestas necesidades de cada alma. Porque en el opusdei no había tipologías de vocación y una numeraria auxiliar o un sacerdote diocesano tenían la misma vocación que El mismo.

Eso es lo que te dijeron… y quizá es lo que tú creíste a pies juntillas, sin ningún análisis mínimamente crítico...

(Leer artículo completo...)




Mucho cuento tiene usted... Rece más y hágase menos caso.- Mediterráneo

Lector, quiero contarte la historia de María Justina. MaJu, como la conocían dentro, fue numeraria auxiliar cerca de treinta años. Durante los últimos diez o doce se quejó de no sentirse bien, de sentirse enferma, de que algo no funcionaba porque ella no estaba bien físicamente. La respuesta siempre era “mucho cuento tiene usted, venga, rece más, trabaje más y hágase menos caso”. En una ocasión en que el médico le recomendó quince días de reposo absoluto por un tema de vértebras, la enviaron a la portería, “porque en la portería se descansa, usted no se preocupe”. Las vértebras siguieron como estaban, evidentemente.  

MaJu dejó la institución, encontró trabajo, su salud mejoró un poco aunque seguía sintiéndose mal. Llevaba ya tanto tiempo que se había acostumbrado, lo había normalizado, y había dejado de buscar causas y razones.

Hace un par de meses MaJu fue al médico, este quiso hacerle una analítica completa habida cuenta de los años que llevaba sin hacerse ninguna, y en la siguiente cita comentaron los resultados. MaJu me lo contó por whatsApp, esto que sigue es la transcripción del diálogo entre MaJu y el médico.

M: Bueno, y el azúcar, ¿cómo lo estamos controlando?

MJ: ¿El azúcar?

M: Sí, el azúcar, con su diabetes hay que estar muy encima. 

MJ: ¿Cómo dice?

M: Señora, usted es diabética tipo 2, y por lo que veo, hace más de veinte años, así que se cuida la diabetes, ¿no?

MJ: ¿Yo soy diabética?

M: ¿Cómo?

MJ: Yo no sabía que soy diabética.

Silencio del médico.

M: Señora, ¿a usted nadie le ha dicho nunca que es diabética?

MJ: No, nunca.

M: Me asombra que esté viva. ¿Usted no se ha hecho revisiones, chequeos? ¿Nunca ha leído los resultados de sus análisis?

Silencio de MJ.

M: Bueno. Mire, le doy cita urgente con el endocrino, pero ahora mismo la paso con la enfermera y le explicará cómo pincharse, cómo medirse el azúcar y qué hacer. Empiece hoy mismo, ¿de acuerdo? ¡Empiece hoy, señora, que lo que no sé es cómo no se ha muerto!

Sigo con la transcripción del whats de MaJu: “Ya ves, cómo iba a decirle que, cuando estaba en aquella ciudad, estábamos dadas de alta en una empresa, y sí que nos hacían una revisión anual, pero los resultados llegaban al centro, los leía la directora, yo nunca los leí, ni los vi siquiera, y la directora nunca me dijo que era diabética, o que tenía el azúcar alto. No podía explicarle eso al médico de familia, ni a mi marido puedo explicárselo, porque querrá que denuncie. ¡Y era yo la que tenía cuento, cuando lo que tenía, y tengo, es diabetes! Y debe ser verdad, porque llevo una semana pinchándome y ni te imaginas lo bien que me encuentro, es como haber salido de una cárcel, es que me encuentro fenomenal, y solo llevo una semana

Numeraria que fuiste la directora de MaJu, que leíste los resultados de sus analíticas y, año tras año, te limitaste a decir que tenía cuento: no te preocupes, la vida te lo devolverá con creces.

Mediterráneo

“Las cosas que aquí se ven / ni los diablos las pensaron” – José Hernández, “El gaucho Martín Fierro”.   

 





Escrivá en sus años fundacionales.- Stoner

Puesta a punto de la serie.

 

Escrivá en sus años fundacionales

 

Comencemos esta puesta a punto post Navidad y Año Nuevo.

Ya hemos avanzado con el P. Sánchez y don Norberto y con san José María Rubio y san Manuel González.

De todas formas, todavía nos ha faltado bastante contexto para situarnos en mi modo de ver a Escrivá en sus años fundacionales. En concreto, los primeros capítulos que no he compartido se titulan:

Capítulo #1: Escrivá quería fundar.
Capítulo #2: Escrivá necesitaba fundar.
Capítulo #3: En 1928 no había fundado nada.

El 30 de septiembre de 1928, José María Escrivá acudió a sus ejercicios espirituales (curso de retiro), en medio de sus continuas dudas y crisis de vocación. Como he mencionado, asistió obligado (cfr. página 9 de esta entrega). En efecto, entonces el Fundador era un sacerdote de mínimos. El requisito para los sacerdotes era ejercitarse, al menos, cada tres años. Nuestro Padre acudió, por tanto, forzado por el Código de Derecho Canónico de 1917, entiendo que incluso seis meses pasado de plazo...

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Amenazas, mentiras y cintas de vídeo.- Gareth Gore

 

TINTALIBRE

 

Amenazas, mentiras y cintas de vídeo: la realidad alternativa del Opus para no enfrentarse a sus demonios

 

• Hay organizaciones expertas en mil cosas pero el Opus Dei se ha especializado en una particularidad muy singular, como es la ‘disociación cognitiva’, es decir, el rechazo a reconocer la realidad tal como es por la naturaleza frustrante o decepcionante (o culpabilizadora) de ese reconocimiento

• El objetivo es “la creación de una realidad alternativa que permite al Opus Dei no afrontar los abusos cometidos entre sus filas”, según explica en este artículo el autor de un excepcional libro sobre la Obra, ‘Opus’ (Crítica)

 

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La Dispensa.- Ramana

 

LA DISPENSA

 

Al salir te reclaman la dispensa,

“las puertas siempre abiertas”, nos dijeron,

"y no se van ni a tiros", presumieron,

mas dejar a la peña ni se piensa.

 

Con chantajes te explican que es ofensa,

que te vas al infierno, concluyeron,

un traidor, un demente, decidieron...

Dispensarnos de qué se nos dispensa:

 

¿De haber pitado en plena adolescencia,

de haber vivido, ciegos, su obediencia,

o de daros en negro mi salario?

 

O de no ser cristiano y sí sectario,

Pelagiano sin fe, pura piedad,

Olvidando el amor, la caridad.


Ramana




 

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