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CORRESPONDENCIA
Miércoles, 23 de Octubre de 2024
Estreno del capítulo 1 de EL MINUTO HEROICO.- Agustina
Ayer, martes 22 de octubre, se estrenó el primer capítulo de la serie “El minuto heroico. Yo también dejé el Opus Dei”. Es muy difícil expresar los sentimientos que afloran viéndolo. La vida de unas mujeres que, voluntaria o involuntariamente, se toparon con la institución en su adolescencia. Si me preguntan qué conclusión he sacado después de verla, diría: ¡ESO ES EL OPUS DEI!
Agustina L. de lo Mozos
El minuto heroico: Yo también dejé el Opus Dei es una serie documental que reconstruye, a través de sus propios testimonios, la vida de trece mujeres procedentes de varios entornos, países y generaciones (y sin vínculos entre ellas) que experimentaron de primera mano la realidad del Opus Dei. Para contrastar su testimonio y aportar contexto, la serie documental incorpora las voces de profesionales como psicólogos, periodistas y otros expertos en la materia.
A pesar de que el Opus Dei se ha enfrentado, desde los años setenta, a críticas severas por dinámicas coercitivas y prácticas sectarias, esta es la primera serie documental que aborda el tema ampliamente y con una exhaustiva investigación.
Fest estrenó en primicia el primer episodio de esta docuserie original de la plataforma Max, dirigida Serielizados por la periodista Mònica Terribas, y con la colaboración de la actriz Claudia Traisac. La serie tiene previsto su estreno para principios de 2025.
Recensión del libro de Gareth Gore.- Eilad
Recensión del libro de Gareth Gore
Eilad, 23/10/2024
Estaba escribiendo algo que no sabía si iba a terminar en una opinión del libro de Gareth para Amazon, o un artículo para Opuslibros. Al final voy a hacer las dos cosas. A continuación, retocado, lo que he enviado como opinión a Amazon.
He comprado el libro porque, habiendo sido numerario del Opus Dei, siempre tuve curiosidad sobre qué hacía la Obra con el dinero que le dábamos; y le entregábamos todo. Nunca se nos explicó en qué se empleaba, y he encontrado una respuesta en el libro...
(Leer artículo completo...)
Y vio Dios que era bueno… pero el Opus no está de acuerdo.- Mediterráneo
En ese hermoso lugar, haciendo mi oración de la mañana en el muelle, con una explosión de amanecer y sonidos de toda la selva despertando, tomé la decisión de irme.
En la charla me asfixiaban, sentía que me hacían respirar por una pajilla estrecha y tapada... y allí, frente a ese espectáculo natural, comprendí sensorialmente y, por supuesto, con mi ser entero, que allí sí estaba Dios. Allí, sí. Y ya solo fue planear mi salida sin decir nada a nadie. Se llevaron un susto, se sorprendieron, se enojaron, pero no permití que destrozaran mi psique y me fui.
Son palabras de una exnumeraria que vive en uno de los lugares más bellos de la tierra. Y me da que pensar, porque en la institución no existe el contacto con la naturaleza. No se fomenta, no se predica. Los centros son lugares cerrados, muy cerrados, no sé si para que nadie pueda entrar o, en palabras de Yul Brynner en Los 7 magníficos, “son para impedirle salir”, me inclino por esta última opción.
En la institución se insistía en que en ninguna parte se rezaba mejor que delante del sagrario, y rezar contemplando la naturaleza en cierta forma se asociaba al panteísmo, me lo dijeron muchas veces, quizá porque siempre he rezado muy bien frente al mar, frente a un atardecer, contemplando las nubes o un río. Las corrientes de agua, los pájaros, el viento, me parecen altares en los que la naturaleza honra a su Creador. ¿Qué mal hay en ver a Dios en su creación? “Y vio Dios que era bueno”, repite el libro del Génesis la friolera de ocho veces en los versículos 1-31.
Cito a Rachel Carson, gran bióloga marina y pionera en la ecología oceánica: “Necesitamos reconocer que somos parte de la naturaleza, no algo aparte de ella. Y necesitamos ser igualmente conscientes de que la salud de nuestro planeta está directamente relacionada con la salud de nuestras propias comunidades”.
El contacto con la naturaleza nos hace mejores personas, mejores seres humanos. También el contacto con animales nos hace mejores seres humanos. En una obra corporativa de Madrid que en su momento fue el buque insignia, hace años, tenían un perrillo. Un día, el director decidió que ladraba mucho y lo mató de un palazo, sin pestañear y sin despeinarse, porque en la institución tampoco se ama a los animales (“no tenemos mascotas” fue una de las primeras cosas que me dijeron cuando pedí la admisión). Añadamos a esto que a las personas se las valora por su capacidad de pedir la admisión o de dar dinero, no por su capacidad de empatía, su amor al prójimo, su preocupación por hacer de esta sociedad un lugar mejor, sino en la medida en que encajarán en ese molde de hierro forjado que es la institución, donde no cabe el cambio, el ser diferente, el ser individual y único, el ser como Dios nos pensó.
El ser humano es un compuesto de alma y cuerpo. La institución utiliza el cuerpo únicamente como vehículo de transporte del alma, y el cuerpo como organismo vivo no se cuida ni se le presta atención alguna, no fuera a ser que, a pesar de la tabla, las disciplinas y el cilicio, las mujeres mucho más que los hombres cayeran en pecar contra el 6º mandamiento.
¿Qué hay de malo en cuidar el cuerpo? ¿Qué hay de malo en prácticas que procuren un bienestar físico, como un spa, un tratamiento purificador de la piel, un baño caliente para relajarse? ¿Qué hay de malo en utilizar una buena loción hidratante, un buen gel de ducha, de los que cuidan la piel, una buena crema facial?
Que nadie se equivoque: no estoy hablando solo de eso. Estoy hablando de enviarle al inconsciente un mensaje positivo, optimista, de cariño. Un mensaje que diga “yo importo, yo lo valgo, está bien cuidarme, está bien no ignorar que tengo un cuerpo, está bien prestarle atención”. Un mensaje, en definitiva, que el fundador jamás entendió, ni aceptó, ni comprendió, mucho menos referido a las mujeres, porque si leyera estas líneas me mandaría a confesarme con el penitenciario de la catedral. Para el fundador, y qué caro lo hemos pagado, el cuerpo, el de las mujeres especialmente, era solo sexo y pecado, pecado y sexo, sexo y pecado, pecado y sexo.
Y así les luce el pelo hoy en día a tantos miembros enfermos, ellos y ellas, por jamás haberse hecho caso, por jamás haberse escuchado, por haberse ignorado con obstinación, determinación y voluntad.
Si al ser humano le quitamos aspectos tan básicos como el amor al prójimo, el amor a los animales, el amor a la naturaleza, el amor al propio cuerpo… ¿Qué le queda?
Mediterráneo
“Las cosas que aquí se ven / ni los diablos las pensaron” – José Hernández, “El gaucho Martín Fierro”
Sobre Las Mentiras.- David_Goliat
Quiero contarles mi anécdota sobre las mentiras en el OPUS DEI. Y quiero hacer una referencia a una de las consignas que le enseñan a los niños y niñas en los colegios de La Obra. "Di la verdad aunque duela", eso es lo más fariseo e hipócrita entre otras cosas que enseña La Obra de Dios, que de Dios definitivamente no tiene nada.
A los niños se les enseña desde pequeños a que digan la verdad, pero si ese niño al llegar a los 13 o 14 años, los voraces lobos cazadores de vocaciones, con sus argucias y artimañas, nada ajenas a las argucias y artimañas del demonio, ven en el niño ya entrando en pubertad, indicios de una posible vocación, empiezan con su estrategia, primero a invitarlo a los clubes, luego a manipularlo, hasta que esos lobos dan la primera mordida, esa mordida que no es otra, que al ver que los padres, amigos, familia del puber "victima o presa", empiezan a sospechar que algo no está bien, y que eso pone en riesgo la captura de la presa, le dicen: !Conviene, que no les digas a que vas al club!, !No digas nada!, eso en el puber ya encantado con las mieles del centro, le parece bien. Y no le queda otra que aceptar la dulce mordida de la !MENTIRA!, nada más incoherente con !Decir la Verdad aunque Duela!
Otra de las grandes mentiras, que ya de adultos, el OPUS DEI, obliga a sus miembros a decir, especialmente a los miembros de consejos directivos de los colegios, a profesores de casa, a preceptores o tutores, es aquella de la educación diferenciada, en que conviene que los niños y niñas tengan educación e instituciones independientes. Se inventan argumentos, se crean ideas basadas en mentiras. Que solo lo creen ellos. En el Opus Dei hay una MITOMANIA institucionalizada, se les olvidó el mandamiento, lo borraron del decalogo. Yo les diría, cambien la consigna que le enseñan a los niños y niñas en los colegios, digan ahora: "Decir la verdad aunque duela, pero si conviene, si no conviene no la digas".
En estos momentos que vive La Obra, está en su mayor apogeo la MINOMANIA INSTITUCIONALIZADA, ¿o es falso que Ocariz y su camarilla, le mandan a decir a sus miembros en cada pais, NO ESTA PASANDO NADA?
El Opus Dei es una organización enferma, donde la VERACIDAD no existe, y no de ahora, desde los tiempos del fundador pseudosanto. Si alguien piensa lo contrario, lo podemos discutir, tengo muchos otros ejemplos y vivencias...
David_Goliat
P.D. "De David se burlaron, no pensaron que podia contra Goliat y ya ven lo que pasó..."
Testimonio del psiquiatra Íñigo Rubio.- Ágora Coloquios
Bajo la Lupa con Iñigo Rubio Zavala
En este fascinante episodio, nos sumergimos en la mente de Iñigo Rubio Zavala, psiquiatra, escritor y presidente de la Asociación Iberoamericana para la Investigación del Abuso Psicológico. Con una carrera brillante y diversa, que va desde su formación en la Universidad de Navarra hasta su trabajo en el Hospital Gómez Ulla, Iñigo nos cuenta su experiencia en el Opus Dei, no solo como antiguo miembro, sino también desde su visión profesional como psiquiatra.
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