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CORRESPONDENCIA

 

Miércoles, 15 de Mayo de 2024



Incongruencias en el apostolado del opus dei.- Eilad

Dos puntos que la obra reconoce como básicos en su organización son la santidad y el apostolado; quizá por eso deberían estar muy claros. Sin embargo, los siguientes textos, en palabras del fundador, afirman que el apostolado de la Obra es espontáneo, y al mismo tiempo dirigido. Esto significa que hay incoherencias claras en la doctrina de la obra en un punto fundamental, porque son términos opuestos. Aunque son palabras muy conocidas, he buscado en algunos diccionarios el sentido que mejor muestra la oposición entre estos dos términos. En el diccionario panhispánico de dudas se describe "espontáneo" como «que se produce sin estímulo exterior», y en el Diccionario del español actual, "dirigido" se define como «que obedece a unas directrices o normas dictadas por la autoridad». Claramente son términos antagónicos.

Quizá este sea el motivo por el que tardan tanto en arreglar los estatutos. Es difícil saber qué poner exactamente cuando hay incongruencias en aspectos importantes.

Texto tomado de Conversaciones..., n.19 (las cursivas son mías):

  • «…damos una importancia primaria y fundamental a la espontaneidad apostólica de la persona, a su libre y responsable iniciativa, guiada por la acción del Espíritu; y no a las estructuras organizativas, mandatos, tácticas y planes impuestos desde el vértice, en sede de gobierno…
  • ...toda la actividad de esos organismos se dirige fundamentalmente a una tarea: proporcionar a los socios la asistencia espiritual necesaria para su vida de piedad, y una adecuada formación espiritual, doctrinal-religiosa y humana…
  • Al llegar a ese límite, a ese momento, la Asociación como tal ha terminado su tarea –aquélla, precisamente, para la que los miembros del Opus Dei se asocian–. Comienza entonces la libre y responsable acción personal de cada socio… Cada uno, con espontaneidad apostólica, obra con completa libertad personal y formándose autónomamente su propia conciencia de frente a las decisiones concretas que haya de tomar, procura buscar la perfección cristiana y dar testimonio cristiano en su propio ambiente, santificando su propio trabajo profesional, intelectual o manual... se da, en una palabra, esa bendita desorganización, ese justo y necesario pluralismo, que es una característica esencial del buen espíritu del Opus Dei, y que a mí me ha parecido siempre la única manera recta y ordenada de concebir el apostolado de los laicos».

Los siguientes textos están sacados del tomo I del libro de meditaciones, en las páginas 662, 57 y 281, tomo II, página 163, 465, 625. Hay que recordar que en la «Nota a la segunda edición» de los libros de meditaciones se dice literalmente: «En varias ocasiones, nuestro Padre comentó que reconocía como suyo todo lo que se contiene en estos libros: no sólo los textos escritos con la letra cursiva de trazo más fuerte, que se eligió para las citas literales, sino también el resto»:

  • En el terreno apostólico se trata, por ejemplo, de que el apostolado que realicemos sea dirigido, integrado en la labor del Centro; que el Centro siga las directrices apostólicas para toda la Región; que cada apostolado se realice de la manera señalada por nuestro Fundador y por el Padre, viviendo esas indicaciones con fidelidad... (p. 662).
  • Podemos siempre trabajar...en el apostolado... no de una manera genérica, sino en puntos determinados, en aquéllos precisamente que nos aconsejan en la charla fraterna... (p. 57).
  • Cumplimos la Voluntad de Dios... cuando orientamos... el apostolado según lo que nos aconsejan en la Confidencia (p. 281).
  • En los trabajos de apostolado no hay desobediencia pequeña. Es menester obedecer hasta en lo mínimo: el verdadero obediente no desprecia jamás las cosas pequeñas (p. 163).
  • Examinemos ahora... con qué espíritu de servicio realizamos el apostolado que los Directores nos encomiendan (p. 465)
  • Guiarse por un criterio personal a la hora del apostolado y del proselitismo, conduciría pronto a la desilusión y al fracaso. (p. 625)

¿No habíamos quedado en que al llegar a completar la formación, la Asociación como tal había terminado su tarea y comenzaba la libre y responsable acción personal? ¿Cómo es que ahora se trata de seguir, en puntos determinados, indicaciones que no hay que desobedecer, y, además, al guiarse por un criterio personal se llega a la desilusión y al fracaso?

Creo recordar que la empresa Enron, de infausta memoria, «maquillaba» la contabilidad de modo que aparentaba grandes beneficios porque las pérdidas se ocultaban en empresas subsidiarias. Confío en que la obra no caiga de modo permanente en algo parecido: publicar textos preciosos del fundador y acciones buenas de sus miembros (que sin duda existen), pero ocultar las incoherencias y negar la responsabilidad en el daño –muchas veces a consecuencia de esas incoherencias– a las personas.

Eilad





Hablar, escribir...- CMV

 

HABLAR, ESCRIBIR… SI NO,

“NO PASÓ”, “SEGUIRÁ PASANDO”, “SERÁS CÓMPLICE” Y “NO TE COMPRENDERAS A TI MISMO”

CMV, 15/05/2024

 

Escribo este artículo para captar la atención de los miles de personas que han vivido la experiencia del opus y la han eliminado, relegado o minimizado. Aunque existen muchos motivos respetables para ello, mi intención es conmover los corazones (y también las mentes) a través de dos citas: la primera de García Márquez y la segunda de Tarana Burke, para incitarlos a hablar...



(Leer artículo completo...)




Raquel (IV).- Ágora Coloquios

 

“El catering” - Numeraria auxiliar del Opus Dei en Guatemala

RAQUEL – Parte IV –

 

Raquel I
Raquel II

Raquel III

 





¿Es tirano el gobierno en el Opus Dei?.- Isidro

Acabo de leer este pensamiento de Lord Acton:

Percibes que un gobierno va siendo tiránico no cuando te impide hacer lo que quieres (eso ocurre con todos), sino cuando te prohíbe hacer lo que debes.  Como bien vio lord Acton, esa es nuestra más íntima libertad: poder hacer lo que sabemos que es nuestro deber.

Y eso pasa con los distintos gobiernos dentro de la Obra: que te impiden hacer lo que debes.
Y he recordado el escrito "¿Treinta años malgastados?" en el que TresDécadas lo explicaba muy bien. Lo copio casi íntegro para vuestra comodidad.

Últimamente me pregunto con frecuencia: ¿Y si, como numerario, llevo muchos años gastando en balde mi vida? ¿Para qué me hice numerario? Para ser santo y ayudar y acompañar a otros a la santidad.

Pero… ¿qué es lo que llevo años haciendo con mi vida? ¿Qué es lo que en realidad ocurre? En la Obra me han dicho siempre que se santifica el que cumple regularmente las normas y costumbres establecidas. Que si cumplía las normas, sería santo. Pero ¿voy camino de serlo? ¿Me estoy haciendo mejor persona a medida que paso más años en el Opus Dei?

Las normas son prácticas de piedad. Pero no incluyen las obras de misericordia.

¿Cuánto tiempo he dedicado y dedico en mi vida a las obras de misericordia? ¿Y si mi esfuerzo lo estoy poniendo donde no debo?

De las siete corporales, no puedo hacer ninguna, salvo cuidar a algún enfermo… si es de la Obra. No puedo dar mi tiempo, ni mi dinero, ni siquiera un poco de comida. Una vez subí a un pobre hambriento al centro. Le hice esperar brevemente en el hall, mientras iba al comedor y le hacía un paquetillo con un bocadillo y algunas cosas de la merienda… y me hicieron una corrección fraterna.

No puedo tampoco ayudar a mis padres, hermanos, sobrinos o compañeros de trabajo como me gustaría, como creo que debería hacer. Se me parte el corazón. Lo consulto, lo argumento como me lo hace ver mi conciencia… y, salvo casos de extrema gravedad, me dicen que no. Pero no es eso lo que me dice mi conciencia que debo hacer.

De las siete espirituales... Cuando era director, muchas veces no podía dar buen consejo según mi conciencia, sino que debía dar el que venía dictado de arriba. Lo mismo me pasa hoy con el grupo de supernumerarios al que atiendo.

Cuando veo algunas cosas en las que creo que los directores se equivocan, o que se deberían hacer de otra manera, o con más libertad, no lo puedo decir.

Pero lo más duro no es eso. Lo más duro es que no puedo consolar al triste. No puedo. ¡Esto me parte el corazón tantas veces! No puedo consolar a quien lleva años viviendo conmigo, porque no podemos ni siquiera ser amigos.

Tengo contenidas un montón de cuestiones, vitales para mí, que no puedo compartir con nadie de la Obra, de “mi familia”. Es extraño y también penoso. ¿Qué comparten entre sí dos franciscanos, o dos jesuitas, o dos curas diocesanos...? ¿Qué comparten entre sí dos buenos hermanos, dos buenos amigos?

Y tampoco está bien visto dar buen consejo y ayudar a quien lo necesita… si no hay visos de que pueda venir por la labor o pitar en un futuro.

Me pregunto no ya si me estoy haciendo santo, sino si con los años estoy mejorando como ser humano, como persona. ¿Qué legado voy a transmitir? ¿Qué he contribuido a cambiar en este mundo? Cuando mi vida se acabe, ¿qué huella voy a dejar?

Además, ¿qué lleva años pasando en la Obra? Pita menos gente. Muchos se van. Cierran centros. En particular centros de estudios. La labor apostólica es pobre. Y gran parte de ella centrada en niños y gente muy joven.

Cada vez menos ejercen una profesión que no sea interna o que no tenga que ver con un colegio o universidad. Mi trabajo y el de tantos otros tampoco destacan. La influencia en la sociedad es cada vez menor. La media de edad es cada vez mayor. Y el consumo de ansiolíticos y pastillas para la depresión es cada vez mayor.

Me hago con frecuencia todas estas preguntas, que quiero compartir:

¿Realmente todo esto da sentido a mi vida después de treinta años dentro?

¿Tanto sacrificio, desde el punto de vista humano, está correctamente “invertido”?

Me digo, y lo sé, que soy el responsable de mi propio desarrollo espiritual. Pero, ¿qué es lo quiere el Espíritu Santo? ¿Me puedo realmente excusar con que toda mi vida hice lo que me decían?

¿Y si lo que tendría que estar haciendo para ayudar a los demás, y para conmover a Jesucristo y su Madre, son otras cosas?

¿Y si el Opus Dei me está apartando del camino de servicio a los demás?

¿Y si soy un crédulo y un ingenuo por creerme todo lo que me llevan años contando? ¿Y si no es verdad? ¿Y si la verdadera vida cristiana se me está escapando de la manos?

Isidro





Pito pa que pites tú.- Ramana

PITO PA QUE PITES TÚ

 

Si pito pa´ que pites tú, mi amigo,

me quedo sin colega, ahora es mi hermano:

la amistad, si es privada, ya es en vano,

mira bien lo que callo y lo que digo.

 

Y vete tú también pitando. Sigo:

tú confiabas en mí y es inhumano

pues burlé tu lealtad con un fulano

que tú ni conocías, soy testigo.

 

Así que mucho pito y mucha flauta,

pero la orquesta en Casa desafina,

aquí el apostolado es cosa fina,

 

tu pitaje está dentro de una pauta:

te quieren exprimir como a un burrito

atadico a su noria, ¡qué delito!

 

Ramana





Curiosidades y casualidades.- Agustina

 

Las monjas cismáticas de Belorado rinden obediencia al obispo excomulgado en 2019, Pablo de Rojas Sánchez-Franco, fundador de la Pía Unio Sancti Pauli Apostoli

PIA UNIO SANCTI PAULI APOSTOLI
¿QUIENES SOMOS?

[…]

Seguimos los estatutos de la Sociedad Sacerdotal de la Santa Cruz y del Opus Dei, aprobados por Derecho Diocesano y corregidos por Mons. Eijo y Garay en 1941, Obispo de Madrid-Alcalá y último Patriarca de la Indias Occidentales, y definitivamente por la Santa Sede, de manos de S.S. Pío XII en 1950, por Derecho Pontificio, donde el Romano Pontífice compromete la Infabilidad Papal (por tanto quien no reconozca estos estatutos como católicos está negando la legitimidad del último Papa, S.S. Pío XII) redactados en seis breves documentos: Reglamento, Régimen, Orden, Costumbres, Espíritu y Ceremonial.

[…]

Texto completo

 




 

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