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CORRESPONDENCIA

 

Miércoles, 06 de Marzo de 2024



Homenaje al padre Danilo.- Claudia Carrero

Hoy 5 de marzo, se cumplen 10 años de tu partida, padre Danilo y se renueva mi dolor. ¡Cuántos recuerdos! Siempre estarás en mi corazón. Fuiste negado como Jesús por uno de tu centro que dijo no conocerte, que no vivías ahí. ¿Qué clase de familia niega a un hermano? ¿Es que no se dieron cuenta de que no regresaste a dormir?

¿El Opus Dei, una familia con lazos más fuertes que la sangre? Mentira.

Fuiste y sos un ser de luz en mi vida, sé que lo fuiste para muchas personas por tu entrega incondicional a todos, sin diferencia de clases sociales. Siempre estuviste para mí y para mi familia. Fuiste un querido hermano que desbordaba mucho cariño y amor, en especial con las numerarias auxiliares.

Quiero compartir este homenaje que te hizo Ágora Coloquios y recordar tus palabras.

Claudia Carrero

 

 

  

Nota de Agustina.  Se narra y documenta lo que sucedió en este escritoLa verdad sobre la muerte del padre Danilo Eterovic.

 





En la tormenta, luces de la costa.- Noob

Pasé unos días en mi país natal, tuve ocasión de disfrutar un buen tiempo con mis hermanas y hermano, que me trataron con un cariño maravilloso. Tuve ocasión también de charlar con algún exn amigo, y con algunos que siguen en la obra.

Como he compartido antes, sigo pasando por medio de la tormenta, no sé si es lo que Santa Teresa llamaba la noche oscura del alma. No es un lugar ajeno a mi experiencia: he estado mucho tiempo en versiones distintas de este infierno interior. La resiliencia que me ha llevado una y otra vez a seguir sacando la cabeza por encima de las olas sigue ahí debajo, a veces un poco oculta. Y cuando logro mirar sobre la espuma, por encima de ese mar negro que se alza imponente en cada ola, veo a lo lejos las luces de la costa. Las palabras de cariño, las sonrisas de ustedes, que me envían sus mensajes. Que comparten conmigo en las reuniones que tenemos, que me leen con paciencia y comprensión.

Mucho más allá de la experiencia común que compartimos, nos unen lazos de afecto que son difíciles de encontrar en otras personas. Parte muy importante es el esfuerzo común que hacemos de ayudar a quienes también están reconstruyendo su vida, un día a la vez. Desde mi pequeño espacio quisiera agradecerles de nuevo la oportunidad de aportar algo a sus vidas, y de recibir algo de sus vidas.

En las conversaciones que tenemos ‘online’, así como en las ‘tertulias’, afloran tantas experiencias, opiniones, recuerdos, sugerencias, carcajadas, lágrimas. Me gustaría poder compartir con cada uno y con cada una algo, no sé bien qué, algo muy personal, que nos permita ganar un poquito más de libertad, de paz. Sé que para muchos y muchas esa paz se encuentra en un Dios o algo parecido. Mis caminos me han llevado a ver el universo, y verme a mi mismo, sin la existencia de ese ser superior. No es sorprendente que me cueste encontrar sentido a muchas cosas, como te podrás imaginar. Pero esa es mi realidad, y es allí donde yo he encontrado a veces una fuente distinta de sentido. Para quienes como yo hayan llegado a esta percepción del mundo que puede parecer tan absurda, extiendo mi mano y mi corazón, para que aprendamos juntos a volver a la paz interior.

No se trata, como podrían pensar algunos, del merecido “rejalgar”. Muchos ‘de dentro’ nos miran con la condescendencia, consciente o no, de un sentirse superior, poseedor de la verdad, etc. Otros, que saben de verdad tener corazón, tal vez buscan algo más profundo al hablar con nosotros o leer algunos de los miles y miles de testimonios recogidos aquí. A ese segundo grupo, extiendo también mi buena voluntad de buscar modos de mejorar la vida, de pedir perdón, de activamente reparar por el daño causado a quienes combatimos juntos en esas lodosas trincheras. Las personas son la única verdadera razón de ser de cualquier esfuerzo por hacer el bien, no la institución, ni un mítico personaje ‘santo’.

Traigo a mi memoria una canción “Oye, abre tus ojos, mira hacia arriba, Disfruta las cosas buenas que tiene la vida…”, espero poder bailar a su ritmo cada paso de mi vida, aunque me este sintiendo el alma hecha trizas en este momento.

Noob





Mis hijos le deben el 90% de su vocación a sus padres.- Jiménez


Comparto plenamente la afirmación de Escrivá:

“Mis hijos le deben el 90% de su vocación a sus padres”
Jiménez, 6/03/2024


Escuchaba, como acostumbro, en la mañana de este domingo, en diferido y mientras preparo mis experimentos gastronómicos, el coloquio de Ágora Coherencia del viernes 1 de marzo, que coordina Antonio Moya. La mayor parte de la conversación giraba en torno a los colegios tutelados por el Opus Dei. Digo “tutelados” como expresión neutra, porque no pretendo entrar en este escrito en si son del Opus Dei sin serlo, o si no son del Opus Dei siéndolo.

El coloquio transcurría con normalidad, pero de pronto Jordi, un asiduo participante cuyas opiniones son habitualmente, para mí, de las más lúcidas, cuenta que su jefa le ha pedido su opinión sobre si llevar o no a su hijo a uno de esos centros escolares. Para no equivocarme copio literalmente la respuesta que le dio Jordi a su jefa (2 horas, 13 minutos del video del coloquio): “Yo le dije: ni es bueno ni es malo. Se enseña matemáticas como en todas partes y los niños aprueban o suspenden como en todas partes. No creo que sean ni mejores ni peores que otros (colegios)".

Con la distancia que dan las décadas desde que dejé la Obra he aprendido a desmitificar la figura del Fundador. Difiero de muchas de sus ideas y otras me dan verdadera repulsión. Como ejemplo de estas últimas, aquello de “el derecho a no tener derechos” (que justifica la sumisión total del miembro a los directores) o toda la meditación de “El buen pastor” (de la que resulta que casi es más grave confesarse de los pecados con sacerdotes ajenos a la Obra que el pecado cometido en sí mismo).

Sin embargo y a pesar de los años sigo compartiendo algunas de las afirmaciones de Escrivá. En especial, me identifico plenamente con aquella en la que decía que “mis hijos le deben el 90% de su vocación a sus padres”.

El Fundador se refería, claro está, al terreno abonado que encontraba la Obra en aquellos jóvenes que habían recibido de su familia una formación cristiana y con valores. Yo, forzando quizá un poco la máquina, la interpreto como esa ingenuidad y buena intención de aquellos padres (entre ellos los míos) que, llevados por el prestigio y la formación cristiana “segura”, deciden llevar a su hijo o a su hija a ese colegio; después, el niño (o la niña) comienza a participar simultáneamente en ese divertido club juvenil que, además, también frecuentan sus profesores. Y, para colmo de dicha, hay curas que confiesan y predican. ¿Qué más se puede pedir para estar tranquilos? Y a pesar de que esos buenos padres intuyen, o alguien les advierte, de que echarán el lazo para captar al niño, ellos se tranquilizan diciéndose cosas como: “mi Pepito es muy listo y no se dejará” o el más genérico “seguro que ahí no le enseñan nada malo”.

Y todos sabemos como suele acabar la historia: separación de la familia en plena adolescencia, cambio del hijo en otra persona desconocida durante años, dudas, ocasionalmente depresiones, salida de todo aquello y años para recuperar la conciencia individual y la adaptación social.

Esta mañana, mientras preparaba mentalmente el presente escrito echaba cuentas: más de una década me costó ser una persona plenamente adaptada tras mi salida de la Obra. Me he asustado por la cantidad de tiempo. Más de diez años dando tumbos, con fracasos sociales y sentimentales uno detrás de otro porque lo desconocía todo de la vida y de las relaciones, y sin saber cómo afrontar las circunstancias más normales porque me había formateado desde los 13 años de edad en una burbuja marciana. Un precio demasiado alto pagado por la ingenuidad de mis queridos padres que, con toda su mejor intención, ignoraban que llevándome a ese colegio prestigioso y de doctrina segura estaban entregando a su hijo a una institución que lo separaría de ellos y lo engulliría para sus fines. El fundador tenía razón: el 90% de mi captación se la debí a mis padres. Del 10% restante ya se encargaron sus eficientes subordinados.

Como el propio Jordi decía dos minutos antes (2 horas, 11 minuto del vídeo) en el mismo coloquio (de ahí mi sorpresa ante la respuesta a su jefa), “el único fin (de los colegios relacionados con el Opus Dei) es el tema de las vocaciones. No hay más”.

Lo curioso de este asunto es que hay algunos ex que tientan la suerte. Cuando participaba en el chat “exodo”, hace años, llegué a conversar con alguno y alguna que, si bien despotricaban duramente contra la Obra y su sistema, llevaban a todos sus hijos a alguno de esos colegios. Como dice el refrán, “hay maderas que no cogen el barniz”.

(En descargo de Jordi, al que saludo desde aquí, es posible que cuando le respondía a su jefa se refiriera exclusivamente al nivel académico).

Saludos a todos.

Jiménez





Me sentiría feliz de poder ayudar.- AC

Hola,

A través de este mensaje quisiera felicitarlos por el gran trabajo que hacen en esta página, sobre todo el bien que le hacen a la gente que aún está dentro de la Obra, donde creo que a veces no es tan fácil distinguir lo falso de lo verdadero; y por supuesto que también hacen mucho bien a la gente que se atreve a salir apoyándoles con su compañía y compartiendo con ellos experiencias en común.  Enhorabuena.

Estuve muy en contacto con el Opus cuando estudié la carrera, incluso tuve media residencia de estudiante en un centro. Siempre quisieron convencerme de que “tenía vocación” pero gracias a que la vida me ha permitido experimentar muchas cosas lindas “afuera” nunca me convencí a entrar. Confieso que los retiros los gozaba mucho, pero ahora sé que lo que experimentaba en esos retiros era el gozo del momento presente, del silencio y de la conexión que podía generar en esos espacios conmigo y con el Universo (Dios). El gran regalo para mí fue descubrir que todo lo anterior lo puedo hacer cuando yo así lo elijo, sin tener que pertenecer a la Obra. 

Hace más de 20 años que ya no frecuento centros ni a las que un día fueron mis “amigas” numerarias de círculos y tertulias. Sin embargo, agradezco haber tenido esa experiencia y sobre todo agradezco haber tenido esa chispita de claridad en mi corazón y no haber entrado.

Actualmente vivo en Ciudad de México, y me pongo a la orden como coach para dar sesiones gratuitas a alguien que consideren que la está pasando mal. También, si conocen a una numeraria auxiliar que quiera salir, yo le puedo dar trabajo en lo que decide qué quiere hacer.

Quisiera mantenerme en el anonimato, por eso he escrito esta carta directamente a Agustina y ella me enviará los emails de quienes deseen ponerse en contacto conmigo.

Me sentiría feliz de poder ayudar.

AC





Nota de prensa del Opus Dei sobre el Castillo de Urio.- Agustina

Nota de prensa del Opus Dei sobre el Castillo de Urio

La región italiana del Opus Dei ha decidido dejar de utilizar la casa de retiros espirituales del norte de Italia conocida como “Castello di Urio”.

Después de una reflexión que duró algunos años, el Vicario del Opus Dei para Italia, con sus Consejos, decidió dejar de utilizar la casa de retiros espirituales conocida como "Castello di Urio", que estaba en uso desde finales de los años cincuenta y lo comunicó a la empresa propietaria del inmueble.

Entre las reflexiones que han llevado a independientemente del uso del Castillo se encuentran el contexto social y cultural actual y las necesidades logísticas y económicas de las personas, que han cambiado significativamente en los últimos tiempos. De hecho, las propiedades son siempre consideradas como herramientas al servicio del apostolado y de la formación. Además, la gestión económica de las actividades formativas en el Castillo de Urio se había vuelto, con el paso de los años, muy costosa, al igual que el mantenimiento ordinario y las inversiones necesarias para adecuar la sede.

Por ello, la empresa propietaria "Castello di Urio srl" había tomado la decisión de poner a la venta el complejo inmobiliario. En los últimos días nos informó que había firmado el contrato preliminar para la venta del Castillo con la empresa Belmond Italia SpA.

La intención de los donantes que han apoyado el Castillo en las últimas décadas ha sido promover la actividad educativa y apostólica del Opus Dei. El destino del producto de la venta con fines de formación será respetado por la empresa propietaria, de conformidad con sus estatutos, y orientará sus elecciones futuras.

«Estaremos siempre muy agradecidos – afirmó Don Giovanni Manfrini, Vicario del Opus Dei para Italia – a las personas que a lo largo de estos setenta años han hecho posible la formación y la oración que se han desarrollado en el hermoso marco del Castillo de Urio y por los innumerables frutos espirituales que ha traído este trabajo. Un profundo sentimiento de gratitud se dirige a la Administración del Castillo y a todos aquellos que han hecho todo lo posible para que la casa sea siempre acogedora, con el cuidado que han puesto para que cada huésped se sienta como en casa."

14 de noviembre de 2023

La nota de prensa en la página del Opus Dei en Italia

Nota de Agustina.- O sea, les ha dado vergüenza tener un palacio con muelle propio al lago y han informado a la sociedad propietaria, que son ellos mismos, de que no van a seguir utilizando el lugar.




 

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