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CORRESPONDENCIA

Lunes, 18 de Marzo de 2024

14 de marzo: Se previene a los miembros del Opus Dei, de una determinada región, de un reportaje que aparecerá el día siguiente:

Queríamos contarles que mañana saldrá en la revista del Financial Times un artículo vinculado al caso de las 43 en el que se presentan testimonios de personas que han sido de Casa, alguno de nuestra región. Se trata de una revista en inglés con suscripción paga, no sabemos si algún medio local lo traducirá y levantará en los días siguientes. Por tratarse de un tema que abarca a varios países, se está trabajando una posible respuesta que aclare lo que ahí se dice: en su momento les compartiremos el link del comunicado que se publique en la web. Les adelantamos este dato para rezar y estar informadas. Cualquier cosa, no dejen de decirnos.

16 de marzo: Aparece en Financial Times el reportaje:

El reportaje está en inglés y es necesario suscribirse para poder leerlo.

Está asequible en español por gentileza de Josép María.

16 de marzo: Comunicado oficial de la Oficina de Información del Opus Dei: “Algunas aclaraciones sobre el reportaje publicado en el Financial Times Magazine”.

Roma, 16 de marzo de 2024. El Financial Times Magazine publicó un reportaje en el que 3 mujeres relatan experiencias negativas respecto a su situación personal mientras fueron parte del Opus Dei, décadas atrás. Ante esos relatos, deseamos expresar que respetamos su voz y que nuestra prioridad es escuchar y establecer un canal de diálogo para comprender cada experiencia de forma particular.

Comunicado completo

Comentario a la respuesta de la obra al artículo del Financial Times

Eilad, 18/03/2024

 
En respuesta al artículo aparecido en el Financial Times, donde se narran principalmente las historias de tres numerarias auxiliares, la obra ha respondido con una nota en su página web. Hay bastantes inexactitudes en esa nota. Como siempre está el recurso al "ahora ya no se hace así; antes quizá hubo algún error", etc. Es decir, hacer afirmaciones en tiempo presente, según convenga, cuando están hablando de hechos del pasado. Como Claire Fisher muestra en su artículo este cambiar de tiempo los verbos para ocultar la verdad es algo común en la obra. De todos modos, lo que me ha enfadado bastante de esa nota, porque no es verdad –y no estoy diciendo que el resto de la nota sea verdad, sino que esta parte me ha enojado especialmente– es lo siguiente...

La oficina de la opinión pública de la institución ha respondido prontamente al artículo publicado en el Financial Times de Londres acerca de la experiencia de tres ex numerarias auxiliares. Y a fecha de 16 de marzo de 2024, después de dos Motu Proprio, después de la denuncia de 43 ex numerarias auxiliares, después de tantas, tantas cosas, el primer punto de la respuesta habla de la divinidad de la vocación de la numeraria auxiliar. La primera, en la frente.

Me resulta curioso que se catalogue como “vocación” algo que surgió por pura necesidad y cuya existencia está vinculada, indisolublemente, a la existencia de la sección de varones. En otras palabras: si la sección de varones no existiera, las numerarias auxiliares jamás habrían visto la luz.

Después de la guerra civil española, cuando la institución como tal empezó a cobrar la forma que tiene a fecha de hoy por más empeño que pongan en decir que todo ha cambiado mucho, el fundador vio, claro como la luz, que o se ocupaba de la intendencia o aquel chiringuito se le hundía. Después aparecieron las visiones, los resplandores, las campanas, las estrellas, los mensajes, las luces y el sonido, pero la realidad pura y dura fue que, o se aseguraba la intendencia de un modo que jamás pudiera fallar, ni faltar, en ningún punto del globo, o aquello moría antes de nacer. Y así nacieron las numerarias auxiliares. Si hubiera habido otro sistema para asegurar el servicio a la sección de varones, la divina vocación de numeraria auxiliar no existiría.

Y en el año de gracia de 2024, como si hubiera sido esta la manera de funcionar desde que la vocación de numeraria auxiliar vio la luz, se defiende que las numerarias auxiliares (me imagino que incluyen a las administradoras también, no lo sé porque ni siquiera se las menciona) perciben un sueldo y están aseguradas como mandan las leyes de cada país. Ay, el octavo.

Si esto hubiera sido así, si esta hubiera sido la realidad de la vida de una auxiliar, la denuncia de las ex 43 numerarias auxiliares no habría tenido lugar. Si esta hubiera sido la realidad de la vida, no habría centros en España con numerarias mayores que dejaron su carrera profesional (no sacamos a nadie de su sitio) para dedicarse a la administración y que no perciben ninguna pensión porque jamás cotizaron un solo céntimo.

En el año de gracia de 2024, hablo de España porque es la realidad que conozco, las numerarias auxiliares cobran y cotizan. Esto es así. Aunque el matiz sea que cotizan por el mínimo porque no hay ni una que cotice a la Seguridad Social por el número real de horas de trabajo (somos familia, y en las familias ayudan todos, quien leyere entienda), cotizan al fin y al cabo, menos da una piedra. Y cobran su sueldo a final de mes, y tienen una cuenta bancaria a su nombre, y una tarjeta de crédito. En este caso, el matiz es que, cada tres o cuatro meses, se lee un aviso en el círculo breve diciendo que el centro necesita dinero, y que, por favor, dejen las cuentas con solo €50, que somos pobres, o que colaboren con no sé qué fondo de ayuda para las auxiliares mayores, que, claro, es que hay mucha gente mayor que necesita ser atendida.

En el segundo punto de su respuesta, la oficinita de la opinión pública afirma que solo los mayores de edad pueden pertenecer a la institución, y lo afirma de un modo tan inequívoco que pudiera pensarse que ha sido así desde su fundación. Ay, el octavo.

Me imagino que se habrán preocupado de borrarlo como si jamás hubiera sido sido dicho, pero de echevarría procede la lindeza, junto a otras, de promocionar que los niños de doce, trece años, estudiaran en el extranjero, para que pudieran pedir la admisión a los catorce y medio sin interferencia de los padres.

Es decir: porque en el año de gracia de 2024 no se pueda, por protección legal del menor, pedir la admisión en la institución antes de los dieciocho años, no significa que hasta hace dos días y medio no fuera justamente esa la práctica habitual. En todos los puntos del planeta donde la institución tiene centros, colegios, escuelas de capacitación, labores apostólicas, lo que sea, en todos y cada uno, han pedido la admisión menores de edad, ellos y ellas, con la recomendación expresa de no comentarlo con sus padres, y ahí están las paredes de Carena (hoy desaparecido) de Llar i de Septimània, en Barcelona, que no me dejarán mentir. Cientos de niñas que no llegaban a los quince años pidieron ahí la admisión como numerarias y como numerarias auxiliares. Ay, el octavo.

Existe una figura literaria, la sinécdoque, que se caracteriza por tomar la parte por el todo. Mutatis mutandis, es lo que hace la oficinita de la opinión pública, pretendiendo que lo que tiene lugar en 2024 es lo que se ha practicado siempre.

Mediterráneo

“Las cosas que aquí se ven / ni los diablos las pensaron” – José Hernández, “El gaucho Martín Fierro”.

La rapidez de respuesta del Opus en función de cómo les afecte el escándalo

Patricia Martínez, 18/03/2024

En la publicación, en la revista semanal del FINANCIAL TIMES “They served Opus Dei as unpaid domestics for 52 years. Was it slavery?, (si bajan la app de FINANCIAL TIMES (FT) se puede abrir el artículo y si alguien quiere una traducción al español pueden escribirme a laupama@hotmail.com) el sábado 16 de marzo del 2024, la periodista Antonia Cundy narra, a través de la historia de tres exnumerarias auxiliares, la historia de muchas más ¡tuvo en respuesta del Opus un comunicado de su “oficina de prensa” en horas! No cabe duda de que cuando el tema se trata de la imagen de la institución la reacción es muy distinta de cuando se trata de sus miembros, sus ex miembros o de obedecer al Papa. Para muestra dos ejemplos: el tiempo que les ha llevado la modificación a sus estatutos o resolver las denuncias de tantos ex miembros a lo largo y ancho del mundo. En ambos casos, el opus solo “da largas”...

¿He hecho un mal cierto a la Obra de Dios por mi apatía, mi imprudencia, mi tibieza o frialdad? Esta pregunta resonaba semanalmente en el examen de conciencia del círculo breve al que asistía.

Señor Protonotario Apostólico, señores del Consejo, señora secretaria central, directoras de asesoría, directores de comisión, ¿han infligido ustedes algún mal cierto a alguna persona que pidió la admisión por su apatía, por su imprudencia, por su tibieza, por su frialdad o por cuidar el buen nombre de la institución por encima de la caridad?

El artículo publicado el pasado sábado por un medio británico ha revivido recuerdos de mis 23 años como numeraria administradora en escuelas de hotelería en Centroamérica. En ocasiones me han preguntado por qué decidí dejar la institución. Fue la suma de muchas situaciones que, según mi conciencia, contradecían lo que debería ser. Al principio de mi supuesta vocación, fui sinceramente franca en mi dirección espiritual, pero las respuestas no eran satisfactorias. La institución primaba sobre todo, y se aplicaba el principio de que "el fin justifica los medios". La gota que colmó el vaso fue el trato hacia las familias de las numerarias auxiliares, durante la celebración de la Navidad en 1995 en los jardines de una obra corporativa en la ciudad de Guatemala. Después de hablar sobre esto en asesoría y con sacerdotes de comisión, sin obtener respuestas válidas, tomé la decisión de abandonar la institución.

Antonia Cundy, autora del reportaje, después de varios meses de investigación, ha publicado un informe sobre la realidad del trabajo de tres numerarias auxiliares en Inglaterra, Irlanda, Italia y América del Sur. Agradezco a la tecnología que nos permite comunicarnos en tiempo real desde cualquier parte del mundo y revisar publicaciones de periódicos del Reino Unido o de cualquier otro lugar. Antonia es una periodista del Financial Times especializada en investigaciones especiales, centrada en exponer abusos de poder. Anteriormente, trabajó como corresponsal extranjera independiente y reportera de investigación en diversos medios. Ha informado desde todo Oriente Medio y Europa, y recientemente desde Ucrania, cubriendo la guerra entre Rusia y Ucrania para I News, The Sunday Times, The Guardian, The Telegraph, The Economist, Tortoise, BBC Radio y Times Radio. Ganó el premio Marie Colvin y fue altamente elogiada como Nueva Periodista del Año en los Premios de Periodismo Británico de 2022 por su reportaje de guerra en Ucrania. También recibió el premio a la Revelación del Año en los Free Press Awards 2022.

La oficina central del Opus Dei también ha emitido una "aclaración sobre un reportaje" intentando minimizar el impacto de los testimonios en primera persona, que continúan revelando la realidad de las numerarias auxiliares en todo el mundo. Puedo confirmar que las experiencias narradas son similares en esta región del planeta. Esto nos lleva a concluir que las prácticas están dirigidas hasta en los más mínimos detalles desde la sede central en Roma y se cumplen puntualmente en todos los países. He escuchado que en diversas regiones se están distribuyendo cuestionarios para conmemorar algún aniversario. Señores y señoras que dirigen el Opus Dei, ¿desean conocer la verdad y abordar la situación que atraviesa la institución? Tienen una oportunidad mucho más fácil que simplemente enviar cuestionarios. En Opuslibros hay más de 28,000 testimonios sobre esta realidad, que constituyen un recurso actualizado sobre lo que se puede mejorar en la institución.

Participen activamente, sin restricciones, en cualquiera de los encuentros virtuales que se ofrecen en esta página. Den la cara desde sus cargos y posiciones. Esfuércense por escuchar con la mente abierta, no desde un pedestal. Pidan perdón mirando a los ojos de aquellas y aquellos a quienes, como directores, han ofendido y dañado con calumnias, difamación y murmuraciones. Cambien las directrices que llegan a cada centro desde Roma. Reparen y devuelvan lo que en justicia les correspondía aportar a tantas personas que de buena voluntad ayudaron con su trabajo y sacrificio a sacar adelante sus intereses. Ojalá y no sea tarde. “A la tarde de la vida te examinarán en el amor” - San Juan de la Cruz. Agradezco a Agustina por este espacio y a toda la comunidad de Opuslibros.

Alicia Barillas

Una de las cuestiones más dramáticas del Opus Dei es que no se puede saber cuándo dice la verdad. Sabemos cuándo no la ha dicho (las fecha de las cartas fundacionales, el número de socios en 1975, etc.) pero luego no podemos saber cuándo la dice, porque es incomprobable.

“Es verdad porque lo digo yo”: dicho principio de autoridad es el principal fundamento que utiliza el Opus Dei para respaldar sus afirmaciones (siguiendo los modos de Escrivá).

Por eso le creímos, por ejemplo, cuando nos dijo que nunca seríamos religiosos, y sin embargo nos obligó a vivir una vida propia de religiosos, de la cual no tomamos conciencia -pese a la evidencia- por la confianza que teníamos en que nos decía la verdad (sumado a la ignorancia de la vida conventual).

Por eso le creímos cuando nos dijo que la prelatura era simplemente un cambio de traje jurídico donde no cambiaba nada y que los laicos eran miembros plenos de la prelatura igual que los sacerdotes. Más aún, porque le creímos es que jamás dudamos ni pensamos que nos pudiera engañar en materia tan grave como esa.

Hay documentos históricos internos a los cuales hace referencia muchas veces, pero ¿cómo saber que esos documentos son auténticos? No deja que nadie acceda libremente a su archivo histórico (cfr. Rocca), salvo de manera excepcional y limitadísimamente. Por lo cual hay un solo interlocutor -el mismo Opus Dei- de su historia institucional (semejante a lo que sucedió con el relato de los testimonios para la beatificación, algo totalmente controlado por el Opus Dei).

Sabemos cuándo no ha dicho la verdad, pero no sabemos cuándo sí la dice, no hay modo de comprobarlo, porque en última instancia en el Opus Dei hay que creer, más que saber.

Y esa es una de las razones más importantes para desconfiar del Opus Dei, en todo sentido.

E.B.E.

Con referencia al próximo día 19 y los planteamientos que pueda originar, os invito a poner en el buscador de Google la expresión "sesgo de coste hundido" o bien "falacia del costo hundido". Seguro que a alguien le puede ayudar.

Saturia Valentín

Josemaría gustaba de profetizar. Te miraba a los ojos y te decía "A ti hija mía, te auguro una vida de fidelidad".

En sus escritos gustaba de ponerse a la par de San José, San Pablo de Tarso, etc. Auguraba su santificación en los altares.

En el cumplimiento de las normas, costumbres y en las mil indicaciones de las praxis veía la santificación de sus hijos en medio del mundo y dignas del obedecer o marcharse.

Lamentablemente no vio, como sí vio el Opus Dei con la banda sonora de las campanadas, el futuro social y tecnológico del siglo 21.

Que hacemos hoy con la indicación de entregar las cartas que enviamos y que recibimos en el escritorio del director?

Que hacemos con la entrega de los casettes y CDs de música que traemos de lo de nuestros padres y que debemos entregarlos en el centro así como aquellos que hayamos acumulado durante nuestra estancia en un centro cuando nos mudamos a otro? Que hacemos con esto de no tener música propia?

Que hacemos con la costumbre de la película del mes en los centros y la carpeta con recensiones de películas que se pueden ver y con la clasificación de quienes pueden verlas? Por supuesto recensiones hechas por sacerdotes numerarios cuyo encargo es garantizar el entretenimiento sano de los laicos.

Que hacemos con la colecta de $ para los pobres de la Virgen? Lo de las idas a las visitas a los pobres a los hospitales también me generan dudas.

Qué hacemos con la entrega de los regalos ahora que todo el mundo sabe que si regalamos algo a un numerario lo tiene que entregar? Ya no lo entregan?

Que hacemos con las luxindex y las agendas que supieron ser casi fundacionales, como asi también los misales socotrocos que debíamos comprar siendo adscritas pues era voluntad de Dios que no nos distrajésemos durante la eucaristía adentro o fuera del centro?

Qué hacemos con el recorte de avisos y noticias inconvenientes de los diarios para el cuidado de la vista y la no lectura de artículos inconvenientes?

Que hacemos con los "particulares u ordinarios", el dinero que se le da a los numerarios y agregados para sus gastos ordinarios en efectivo?

Lo que se esculpe en piedra, piedra queda.

Lulu

“Perder la vocación al Opus” II (hacia el 19 de marzo)

JasonJonas, 18/03/2024

Decía en mi correo anterior algo que pudiera no ser del todo correcto, de aquí que escriba ahora una especie de fe de erratas para ti amigo numerario(a). Escribí que al dejar de creer o de tener fe en algo “no se pierde nada”, pero esto puede tener otra interpretación…

Y es que, hablando de la vocación, efectivamente al dejar al Opus ésta NO SE PIERDE, reiterando que no se pierde lo que nunca fue verdad. Pero aquella persona que vivió fincada en una creencia errónea (en base a una vocación que le decían y se decía tener) SÍ PUEDE PERDER MUCHAS COSAS AL VIVIR EN ESE ESTADO DE EQUIVOCACION… En el Opus no se pierde ninguna vocación al salirte de allí, pero sí se pierden otras cosas durante ese estado de error en el que se vivió...

La Lista de San José, la Renovación el 19de marzo, UNIV, Semana Santa…

En Ágora Coherencia Coloquios sobre el Opus Dei coordinados por Antonio Moya, se ha hablado de varios temas: ¿Se aproxima alguna declaración oficial del Dicasterio del Clero sobre el futuro inmediato de la prelatura? ¿Por qué el prelado vuelve a recordar su carta sobre la obediencia cuando acababa de publicarla hacía pocos días? ¿Obedecer al papa u obedecer a Ocáriz?...  

No te pierdas la reunión sobre el tema de los 'Rebotados' dentro del Opus Dei. En España, este término se usa para referirse a aquellos que han criticado a la Obra tras haberse ido. Dentro del Opus Dei, esta etiqueta conlleva connotaciones emocionales y despectivas.

El término 'rebotados' se utiliza para excluir y desacreditar a quienes dejan la organización, reforzando la cohesión interna del grupo. Etiquetar a los exmiembros como "rebotados" puede controlar la narrativa sobre la institución y prevenir la disidencia. La etiqueta de "rebotados" puede reforzar la elección de permanecer en la organización. 

Y disfruta de un videoclip divertido con la canción "Rebotados Cósmicos".

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