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CORRESPONDENCIA

 

Miércoles, 05 de Junio de 2024



Proyecto de otra institución en la Iglesia.- Janvier Gbénou

 

¡Muchas gracias, estimada Agustina, por todo lo que has hecho durante años por el bien de muchas almas! He aquí un texto que me gustaría publicar en Opuslibros.

Abrazo y bendición.

Padre Janvier Gbénou

 

 

“¡Sed, pues, santos como vuestro Padre celestial es santo!” (Mateo 5:48)

“¡Bienaventurados los pacificadores, porque ellos serán llamados hijos de Dios!” (Mateo 5:9)

“¡Id, pues, y haced discípulos a todas las naciones!” (Mateo 28:19)

 

¡Que Jesús y María bendigan a todos los católicos (de rito oriental u occidental) que lean esta breve carta, y especialmente a quienes, discreta o públicamente, han defendido a la multitud de antiguos miembros del Opus Dei que han sufrido y sufren tras su paso por la Prelatura! Con humildad y respeto, quiero enviar este mensaje a todos los antiguos y actuales miembros del Opus Dei, y a todas las personas de buena voluntad que quieren ser santos en medio del mundo y que no tienen ninguna institución que les ayude a vivir cristianamente su amor a Jesús, a María, al Papa, a la Iglesia y a la humanidad. Durante muchos años, el Opus Dei se ha negado a corregir ciertos errores de la organización que comenzaron con San Josemaría y que son objeto de queja por parte de varios antiguos miembros. En la actualidad, hay más antiguos que actuales miembros del Opus Dei en el mundo. Habitualmente, los jefes del Opus Dei no reconocen que hay cosas que no funcionan en la organización y que provocan la salida de tanta gente. A menudo culpan de estas salidas únicamente a los antiguos miembros.

 

En agosto de 2020, en Costa de Marfil (África Occidental), por lealtad y sinceridad, hablé con los directores del Opus Dei sobre el proyecto que veía en mi oración de fundar otra institución en la Iglesia para predicar la santidad en la vida ordinaria. Más tarde escribí al Prelado Ocáriz sobre esta posibilidad. Personalmente, no soy enemigo del Opus Dei porque me gusta su carisma principal (la búsqueda de la santidad en la vida ordinaria) y recibí una buena formación espiritual, filosófica y teológica del Opus Dei. Después de 25 años en el Opus Dei, sigo rezando por esta institución y por todas las instituciones de la Iglesia. Me quedo con lo positivo de San Josemaría y de todos los santos canonizados por la Iglesia, porque todos tuvieron defectos que debemos rechazar, y todos aportaron cosas positivas que debemos aprovechar. Movido por la caridad, no tengo ningún problema de conciencia en salir del Opus Dei para dedicarme a fundar una nueva institución que promueva la santidad en la vida ordinaria. Esto me recuerda a San Josemaría, que estuvo a punto de salir del Opus Dei para fundar una obra para sacerdotes diocesanos (1950), y también a la Santa Madre Teresa de Calcuta, que dejó su congregación para fundar una nueva de atención a los pobres (1948).

 

Es triste ver la inacción del Opus Dei para reformarse a pesar de todas las denuncias que hay contra ella. Da pena notar el gran número de personas que quieren ser santas y que son marginadas por el Opus Dei. Ha llegado, pues, el momento de fundar una nueva institución dentro de la Iglesia, al servicio de los cristianos y de la humanidad, una institución que se nutra de la enseñanza de todos los santos que han predicado la santidad en la vida ordinaria. Más adelante escribiré para describir la organización y el perfil humano, espiritual y teológico de esta nueva institución: hay una gran diferencia con el Opus Dei. Por favor, rezad por este proyecto de nueva familia espiritual que ayude a todos los antiguos miembros del Opus Dei y a todos los que quieran ser santos en medio del mundo de una manera muy sencilla: como los primeros cristianos, con gran respeto por la libertad personal, sin elitismos, sin sectarismos... Una fecha: 2 de octubre de 2028. Evidentemente, es una fecha de alto valor simbólico. Una figura canónica: asociación internacional de fieles católicos. Un acontecimiento: congreso internacional fundacional. Una agenda: adopción de los Estatutos, elección del Presidente Internacional (laica o laico) y del Moderador Sacerdotal (sacerdote), etc. Una duración: 7 días. Un lugar: un país al que todos los interesados en esta nueva fundación puedan llegar fácilmente. Pensaba en un país africano que conceda fácilmente (por internet) visados a extranjeros, por ejemplo el país donde vivo actualmente, es decir, Benín. Sin embargo, se podría sugerir cualquier otro país de fácil acceso.

 

¿Qué diría a los actuales miembros del Opus Dei (laicas, laicos, sacerdotes)? La famosa frase amada por San Josemaría: “Cada caminante siga su camino”. Las puertas de la nueva familia espiritual que nacerá dentro de 4 años están abiertas de par en par a todos aquellos que, en nombre de la caridad y la libertad que Dios nos ha dado, quieran imitar el ejemplo de San Josemaría en 1950 o el de la Madre Teresa en 1948, para ayudar a poner en marcha una asociación internacional que no quiere otra cosa que ayudarles a vivir con paz y alegría su deseo de santidad y solidaridad en medio del mundo, sin clasificar a los miembros, y permitiendo que cada uno sea plenamente libre y responsable de su familia, su trabajo, su dinero, de la elección de su estilo de vida, etc. La fe, la esperanza, la alegría y el optimismo son grandes y bellas virtudes: al igual que Jesucristo se sirvió de unos pocos hombres y mujeres corrientes para provocar el cambio cristiano en todo el mundo, no importa cuántos seamos el 2 de octubre de 2028, podemos ponernos al servicio del Rey del Universo, para seguir difundiendo su mensaje divino y santificador. Obviamente, conscientes de la eficacia de las leyes de la Iglesia, nos esforzaremos por respetar escrupulosamente el derecho canónico en las distintas etapas de creación de esta nueva asociación internacional de fieles católicos.

 

No puedo acabar estas líneas sin pediros oraciones por mi modesta persona, para que sepa siempre unir armoniosamente la caridad y la verdad. En efecto, desde el 21 de noviembre de 2020, siguiendo el ejemplo del amor de San Pablo a San Pedro, defiendo públicamente la verdad de la enseñanza tradicional de la Iglesia, en la que, por desgracia, utilizando el relativismo y la ética situacional, el Papa Francisco ha insertado errores morales y doctrinales que dañan la conciencia de los cristianos y que se enseñan a los futuros sacerdotes en los seminarios del mundo entero. En esta defensa, también me inspiro en Santa Catalina de Siena, San Agustín y Santo Tomás de Aquino. Este último escribió: “si hubiera algún peligro para la fe, los superiores deberían ser reprendidos por los inferiores, incluso en público. Así que Pablo, que estaba sometido a Pedro, le reprendió por este motivo. Y sobre este tema la Glosis de Agustín explica: ‘El mismo Pedro muestra con su ejemplo a los que tienen la preeminencia, si les sucediera desviarse del camino recto, que no se nieguen a ser corregidos, incluso por sus inferiores.’” (Summa Theologica II-II, q.33, a.4) Con gran amor ¡recemos mucho por el Papa Francisco!

 

Cariño y bendición a todas y todos.

 

Padre Janvier Gbénou

gbenjm@protonmail.com; sacerdote numerario del Opus Dei, en camino de salida definitiva de la Prelatura

Cotonou, República de Benín; Viernes, 7 de junio de 2024; Solemnidad del Sagrado Corazón de Jesús

 





Nuestro Padre en el cielo.- Alicia Barillas

Hace algunos días nos reunimos a platicar algunos ex de varios países. Uno de ellos dijo que estaba en Villa Tevere para el 26 de junio cuando falleció el fundador y que era uno de los fotógrafos del acontecimiento.

Comenté que, recién pitada, hacía pocos meses había llegado a vivir a un nuevo país y recordamos detalles de lo que vivimos en esa fecha. Yo conté que el día que falleció la subdirectora me fue a buscar al dormitorio para darme la noticia. Había tenido la oportunidad de conocerle, pero honestamente, no había dejado huella en mi vida. La subdirectora, claramente alterada, me preguntó: -“¿No vas a llorar?” A lo que le respondí: “¿Tengo que hacerlo? Porque no me nace llorar”… Me miró reprobando mi actitud y como tenía prisa por ir a dar la noticia a todas, siguió con su encargo.

Alguien comentó que los rollos de película utilizados ese 26 de junio eran a color y, efectivamente, las fotografías de ese día, en publicaciones internas, salieron a color.

Álvaro del Portillo en la carta “Nuestro Padre en el cielo” con fecha 29 de junio de 1975, describió con lujo de detalles lo que sucedió a lo largo de esas horas desde el amanecer hasta el fallecimiento, la preparación del cuerpo, la llegada del escultor para sacarle una mascarilla de rostro y manos, la descripción de los ornamentos, señalando que eran rojos, como los mártires, en señal del ofrecimiento que el fundador había hecho de su vida por la Iglesia y el Papa. 

En la página 10 de esta carta dice textualmente:

Se compuso bien, con todo amor, el cuerpo de nuestro Padre. Poco después, se le revistió -sobre la sotana negra- con el amito, el alba, la estola y la casulla roja. El alba era de batista de hilo, color marfil, con viso de seda roja bajo el encaje de Bruselas desde la cintura hasta los pies. Era el alba que el Padre usaba los días de fiesta. (…) Los encajes tenían dibujos con espigas, hojas pequeñas y guirnaldas de flores. La casulla roja era del taller de Los Rosales, y se empleaba en el oratorio del Santo Cristo, de Villa Sacchetti: de otomán, de estilo semigótico, con una tira central adamascada, bordada de galón de oro; en el centro, por delante y por detrás, el sello de la obra. El forro es de seda roja.

-“En la nota de prensa repartida a los medios desde la sede central, con los detalles del fallecimiento, las fotos se proporcionaron en blanco y negro”, comentó alguien que estuvo presente. Podía ser un grave intentar justificar el porqué de los ornamentos rojos (de mártir) ante autoridades de la Iglesia.

Otro de los participantes en esta conversación señaló que, a pesar de cuidar tantos detalles como quedan plasmados en esa carta, los del Consejo General no pidieron las autorizaciones correspondientes para enterrarlo en la cripta y lo hicieron sin los permisos sanitarios necesarios.

Desde el momento de su fallecimiento, Álvaro del Portillo, que era la máxima autoridad, dio por hecho que ya estaba en el Cielo. Al final de la página 23 y el inicio de la página 24, escribe (el texto en negrita es mío):

Nuestro Señor ha colmado sus deseos: nos invade la serena certeza de que el Padre goza ya de la visión de Dios. El ha premiado su entrega saciando sus ansias de contemplar a la Trinidad Beatísima. Y desde esa luz, nos ve, nos mira, nos sonríe a cada uno con cariño, como ha hecho siempre: nos bendice. Hermanas y hermanos míos todos: el Padre vive; vive en Dios, y desde esa participación de la vida divina seguirá guiándonos, continuará dirigiendo la Obra. Nos seguirá amando, más intensamente aun, por ser más total su unión con Dios, que es la plenitud del Amor.

En las páginas 30 y 31 se puede leer:

Después de trabajar de entregarse a su predicación, a su quehacer en un Centro de la Sección femenina, parece como si la Virgen Santísima, a quien tantísimo amaba como Madre del Amor Hermoso, le hubiera besado en la frente y le hubiese susurrado: ya está bien, ya estás maduro, ven con nosotros, a gozar para siempre de la Trinidad Beatísima, Bien unido a Mí y a San José, a quien tanto amas.

 

A distancia de casi medio siglo, releer esa carta se dará cuenta de qué ponderar, compartir vivencias en primera persona de ese acontecimiento.

Los capítulos posteriores del frenesí para documentar su “fama de santidad”, la difusión de su devoción, la recopilación de favores… merecen también que queden registrados con la versión de quienes lo vivimos.

Alicia Barillas

Nota de Agustina.- Querida Alicia, si Álvaro del Portillo hubiera añadido que el fundador había subido en cuerpo y alma a los cielos, también nos lo hubiéramos creído.  





El nombre del Padre.- Ramana

EL NOMBRE DEL PADRE

 

Como apellido, el Padre nace Escriba,

tal que los fariseos de la escritura,

hipócritas blanqueando sepultura;

judío le suena mal y no le priva.

 

Por Escrivá lo muda, le motiva

que huele a aristocrática criatura;

“de Balaguer” también se lo procura,

pues tiene un pedigrí que lo cautiva.

 

Ya marqués de Peralta más se exalta,

José y María juntos amalgama

y así lo canonizan tan campante.

 

Cuanto más acapara más le falta,

loco afán por aupar lo que más ama:

su frágil personaje rimbombante.

 

Ramana




 

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