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CORRESPONDENCIA
Lunes, 08 de Enero de 2024
No es mito que peligre tu puesto de trabajo.- Gómez
Hola, Sintomático,
No es un mito que si te marchas de la obra puedes tener desagradables consecuencias profesionales.
Cuando la Universidad de la Sabana había pasado a ser oficialmente obra corporativa, don Álvaro indicó, en 1986, que salieran de la nómina los ex y las monjas. Los ex salieron, sin importar que se quedaran sin trabajo y sin con qué sostener a sus familias, con la salvedad de que el entonces rector, Octavio Arizmendi Posada (numerario), que había sido gobernador de Antioquia, ministro de Educación y senador de la República, y tenía muchos amigos y muy buenas relaciones con ellos, despedía al ex, le presentaba excusas por no haber podido convencer a los otros miembros del consejo de reversar la decisión y les daba una tarjetica o una carta de recomendación para que fueran a prestar sus servicios en otras universidades o instituciones de amigos no vinculados al Opus Dei.
Cuando el rector le explicó al arzobispo de Bogotá qué era la Universidad de la Sabana, y le aclaró que estaba abierta a laicos, que para él eran los no religiosos, el obispo le dijo que por fin tenía en su arquidiócesis una universidad de doctrina segura, que podía recomendar a monjas de las distintas comunidades. El rector hablaba de «laicos» como no religiosos, pero, para el arzobispo, «laicos» eran los no clérigos, y las monjas claramente eran laicas.
Cuando llegó la orden de don Álvaro había una monja en la nómina. Quizá había pasado inadvertidamente de monitora a profesora. Y cuando la iban a dar de baja, acudió a la rectoría de la Universidad una delegación de su comunidad para abogar por la hermana. ¿Cuál es el motivo del despido? ¿Qué falta cometió? ¿En qué incumplió su contrato? Como consecuencia de ese reclamo colectivo, y la falta de respuestas posibles, pues no podían decir que era orden llegada de Roma (Roma locuta, causa finita), la monja se quedó ahí un tiempo más, pero los ex ya habían volado lejos en busca del pan nuestro de cada día.
Ha habido otros casos de supernumerarios que se separan de sus esposas y tienen que salir de la Universidad de la Sabana. En este punto, es curioso que algunos consentidos reciben todo el apoyo de parte de canonistas numerarios y supernumerarios inscritos en el Tribunal Eclesiástico de Bogotá para obtener la nulidad y quedar listos para una segunda boda eclesiástica con una nueva y mejor escogida mujer, ojalá supernumeraria, y que puedan seguir adelante como ejemplares miembros de la Obra y como excelentes trabajadores administrativos o docentes. Otros no tienen esa suerte y son retirados tanto de la Obra como de la obra corporativa para evitar el mal ejemplo. Lo cierto es que con sus méritos y gracias a sus títulos, a veces doctorados de Navarra, son acogidos con gran entusiasmo por instituciones públicas o privadas, y algunos incluso han llegado a ser decanos y hasta rectores magníficos.
Mi consejo es que hagas como el mono, que antes de soltarse del palo en el que trepó primero esté bien asido al palo al que se quiere pasar. Alguna opción existirá en la que no haya fans de la Obra que te pongan pereque.
Gómez
Feliz año lleno de ventura y palomitas para ver la caida de la secta.- Ramana
PERSEGUIR A LOS PECES, ¡VAYA PÁJAROS!
A Carmen Charo, Antonio Moya y una amiga cordobesa
No nos gusta la pesca submarina,
gracias a Dios, nos fuimos, qué delicia,
libres de rejalgar y de malicia,
abiertos a la gracia, que es divina.
Salimos de un sistema que domina
los cuerpos y las almas con sevicia,
que confunde la fe con la codicia
y una suma de normas muy dañina.
Ahora quieren cambiar los estatutos
para que nada cambie, gatopardos,
ceder sin conceder, rudo martirio,
dispuestos a enrocarse, muy astutos,
con excusas, monsergas y retardos
en pos de atrincherarse en su delirio.
Ramana
Continúa el conflicto entre el Obispado y Torreciudad.- Agustina
Continúa el conflicto entre el Obispado y Torreciudad
El Opus Dei no compareció en el acto de conciliación el pasado diciembre
SER Aragón Oriental 05/01/2024
El pasado 20 de diciembre el Juzgado número 2 de Barbastro acogía un acto de conciliación entre la diócesis de Barbastro-Monzón y la Prelatura del Opus Dei. Tras no presentarse la parte demandada el Obispado de la Diócesis Barbastro-Monzón, Ángel Pérez, ha presentado una demanda contra la Prelatura del Opus Dei y la entidad mercantil Desarrollo Social S. A. sobre el santuario de Torreciudad, que podría llevar a juicio el conflicto entre ambas partes.
El Obispo presentó la demanda de conciliación el pasado mes de julio en la que se pide la resolución del contrato del censo enfitéutico suscrito con la Diócesis el 24 de septiembre de 1962, firmado con el Opus Dei y contra la entidad mercantil Desarrollo Social S. A., que integra a la antes denominada Inmobiliaria General Castellana S.A. También piden denunciar el contrato por considerarlo nulo de pleno derecho y por incumplimiento de las condiciones, además de la resolución del contrato de cesión del derecho de exposición de la imagen de la Virgen de Torreciudad que debería ser restituida en la ermita original y la reversión a la Diócesis de la Ermita y la Hospedería.
Un conflicto que continúa ante la no avenencia de la Prelatura del Opus Dei y que podría judicializarse.
Noticia publicada en la Cadena Ser
En el desamparo.- PepeG.
La situación de los centros es por decir lo menos dramática. La información que tenemos es nula o casi nula. ¿Cuándo dirá algo el Vaticano? ¿Cuándo sabremos los laicos qué somos en el Opus Dei?
Repasemos los hechos. Desde 1983, con el nuevo código somos, de derecho, colaboradores orgánicos de la Prelatura. Pero, de hecho, somos laicos con una vida que en la práctica no se distingue de la vida religiosa, de ahí nuestro conflicto interno que nos lleva poco a poco a desaparecer. Somos religiosos en la vida práctica, pero no lo somos desde el punto de vista del derecho.
Si el Vaticano aprueba los estatutos que enviamos, ¿Quién garantiza que las cosas cambien dentro? Empiezan a sonar frases como, por ejemplo: sea lo que sea que seamos… seguiremos siendo lo mismo, nosotros a lo nuestro, a lo de siempre. Con lo cual la esperanza de un cambio se desvanece y el pesimismo invade los centros. Sea lo que sea que pase, vendrá un director de la delegación a decirnos: venga chavales, que aquí nada ha cambiado, lo nuestro, nuestro espíritu es lo de siempre.
Si el Vaticano no es claro y específico, todo este berenjenal de los estatutos y tal, habrá sido un triste sainete, que dejó a cientos de numerarios y numerarias en la expectativa de una esperanza fallida. ¿Será que el Vaticano da un plazo para que, libremente y sin remordimientos, aquellos que deseen dejar la Obra o dejar los centros lo puedan hacer sin problema y sin ser señalados con el dedo? ¿Será que el Vaticano es claro al decir que no es normal que un laico entregue todo su dinero, mes a mes?, ¿Que no es normal para un laico, de a pie, de la calle, asistir a misa a diario en un oratorio privado, junto con otros laicos de a pie, y luego desayunar juntos y comer juntos, y rezar juntos, y cenar juntos e ir de retiro juntos?, ¿Que no es normal que un laico no tenga nunca nunca nunca vacaciones? Llevo más de 35 años sin tener vacaciones. La única salida para evitar el fatídico “aquí nada ha cambiado, nosotros a lo nuestro”, es que el Vaticano nos diga con claridad: esto, esto y esto no lo podéis hacer con los laicos, no es normal. Un laico es un laico.
Para Antonio Moya, ¿Cómo ves estos puntos?, ¿Estáis de acuerdo conmigo? ¿Opináis como yo que el futuro no es alentador? ¿Qué ambiente te llega de lo que se vive en los centros? ¿Piensas que habrá desbandada o que la gente está tan mayor que preferiría quedarse? Y, por último, ¿piensas que el Vaticano actuará de forma clara, o todo será tibio? Por favor, una luz.
Con todo esto, ¿Está claro que estamos en el desamparo?
PepeG.
Correos
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