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CORRESPONDENCIA

 

Miércoles, 24 de Enero de 2024



Por qué me he ido del opus después de tanto tiempo.- Eilad


Por qué me he ido del Opus Dei después de tanto tiempo

Eilad, 24/01/2024

He de reconocer que jamás de los jamases se me hubiese ocurrido escribir lo que voy a poner a continuación, y mucho menos publicarlo abiertamente en una página web. Pero es lo que tiene salir del opus tras 48 años. Queda uno emocionalmente desequilibrado, y quizá luego me arrepienta de haberlo enviado, pero en este momento creo que lo necesito.

1. Por qué me hice del opus

Me parece que hacer un resumen de mi vida inicial hará que se entienda mejor lo que voy a contar a continuación...



(Leer artículo completo...)




La liquidación económica a las numerarias auxiliares.- María Elena G.

En estos tiempos tan convulsos, en los que la obra quiere que todos la entiendan y nadie los moleste o señale, el tema de las numerarias auxiliares siempre es como la piedra en el zapato. Hoy les vengo a poner una piedra más grande, esperando que todas esas directoras de la obra que son o lo fueron, se pasen por aquí a leer, a pensar y a rumiar en su interior lo que hicieron con las hijas pequeñas de aquel señor.

Sabido es la situación en la que vivíamos, pero quisiera volver a esa deuda económica que se tiene con nosotras y que tanto les molesta.

            -“Pero si lo único que quieren es dinero”

¡Claro!, la gente trabaja para ganarlo y con ello procurarse una buena vida, y yo (mientras estuve en la obra), así como otras lo hicieron, trabajamos de sol a sol (y los días nublados también).

            -“Pero es que ya se les pagó”

            -¿Y cómo se les pagó?

            -Pues Dios se los va a pagar cuando lleguen al cielo

 

¡Es que si las ex numerarias auxiliares dejáramos de ser tan interesadas y materialistas podríamos entenderlo mejor! Pues puede que sí.

La realidad para quien dice que las ex numerarias auxiliares “ya nos comimos” esa paga mientras estuvimos en la obra, déjenme decirles que la media de cocina en Toshi, en mis tiempos era de 17 pesos mexicanos, es decir, que las tres comidas del día se cubrían con ese dinero, estoy hablando del año 1998 más o menos. Y ¿cómo se lograba esto? Fácil, comíamos de las sobras de la residencia, y cuando no había residencia en las casas de retiro se comía queso que se elaboraba en casa de la leche que nos daban del establo, se comían postres a base de pera y membrillos, que era lo que había en la huerta y se tostaba el pan que había y se pasaba con mermelada.

Así que empacho de comida no hubo.

            -“Pero es que ya se lo vistieron”

Recuerdo que una vez un sacerdote me dijo que vestía como señora (tenía 22 años), la directora escandalizada me llevó al almacén de las numerarias auxiliares, y al no encontrar nada que darme, me llevó al de las numerarias, de ahí salieron un par de faldas “monas”, ¡listo! Ahora parecía una señora joven.

Es que nuestra ropa siempre fue de alguien más, seguramente llegué a estrenar algo nuevo, la verdad es que no lo recuerdo.

Así que la paga tampoco estuvo aquí.

Bueno, tal vez nos lo calzamos. Recuerdo unos zapatos todo terreno que me encantaban, me duraron años, me iban un poco grandes pero nada que no se pudiera arreglar con unas calcetas deportivas. Zapatos de trabajo nunca me faltaron, eso sí lo debo de decir, unos antiderrapantes y otros de tacón para servir el comedor, pero, como para decir que me pagaron en zapatos ¡definitivamente no!

Y quien diga que: “hasta nos los untamos” definitivamente no. Yo, que siempre fui muy enfermiza (y que conste que nunca dejé de trabajar por ello), me hubiera evitado muchas complicaciones si me hubieran dado la atención médica adecuada.

Recuerdo haber pasado un par de años con un cansancio bestial y con un ritmo de trabajo como cualquier otra auxiliar y más, porque me repitieron hasta el cansancio, que al ser joven tenía la obligación de apoyar más. Pues con todo y eso estaba pasando por una etapa de hipoglucemia que me diagnosticaron gracias a que mi cuerpo decidió apagarme la luz por unos instantes. A pesar de eso me pidieron que fuera a apoyar la labor a otra ciudad ya que había muchas mayores en el centro y se necesitaba gente joven para trabajar.

            -¡Pero es que no lo merecen!

Bueno, la necedad es muy difícil de disuadir.

Con todo lo explicado espero que quede más claro que deben y que tienen la obligación moral de pagar, que no sepan cómo o no quieran hacerlo, es diferente.

María Elena García





El que obedece nunca se equivoca...- Mediterráneo

El escrito de Como-nueva me hizo daño.

No puedo estar más de acuerdo con la demanda de las dos numerarias auxiliares. Ya basta, y si “basta” significa demandar, pues que demandar sea. No es eso. Este post no va de la actuación de las dos numerarias auxiliares, que hicieron muy bien, repito, porque si el único camino que la institución entiende es el penal, ese es el que habrá que recorrer. No es eso.

Es que la parte demandada, la numeraria administradora, se limitó a hacer lo que durante toda su vida le han dicho que tenía que hacer. Decir que sí a la residencia (tampoco tengo problema con eso) y buscarse la vida para conseguirlo. Buscarse la vida significaba, en este caso, pedir horas extras a las numerarias auxiliares, como se las había pedido a tantas otras, tantas veces, durante tantos años, en todos los lugares que ha administrado.

La numeraria administradora obedeció. “El que obedece nunca se equivoca”. Obedeció incluso yendo a la delegación, a poner la demanda en conocimiento de quien convenía. Y ahí es donde se me caen los palos del sombrajo y me invade una cólera roja y violenta, que me hace rezar para que semejantes máquinas, porque seres humanos no son, desaparezcan de la faz de la tierra, para que una institución que produce tales ejemplares sea borrada de la Iglesia, para que su fundador sea descanonizado y para que todo este despropósito sea puesto como ejemplo de lo que nunca debió suceder en nombre de Dios.

Y es que, en lugar de decirle “vamos a ver cómo lo solucionamos, y mira, a partir de ahora es mejor decir que no a la residencia”, porque no ha visto, ni verá por el momento, la luz del sol el día en que se le pague a una numeraria auxiliar una sola hora extra, en lugar de eso, decía, la respuesta fue “te has equivocado, estás mal, es cierto que las has maltratado, busca un psiquiatra y haz terapia”.

Me imagino que la numeraria administradora necesitó varios días para asimilar la respuesta. Me imagino que lo llevó a la oración, lloró, dijo “Señor, ¿cuándo he maltratado yo a una auxiliar, cuándo?”, lo comentó con la numeraria con la que hace la charla y con el sacerdote, que le dijeron que lo ofreciera, y no le dijeron nada más porque ella, como tantas otras, no importa. Me imagino que, ahora, a las auxiliares solo les dice “paxinaeternum”, por miedo. Me imagino que, ahora, obliga a las auxiliares a marcharse cinco minutos antes de su hora, no vaya a ser que...

La numeraria administradora no puede irse de la institución, no tiene dónde y no tiene de qué vivir. Ya sé que no la conozco, lector, ya sé que – aparentemente – no tengo datos. Pero es que sí los tengo. La numeraria administradora es mayor porque no hay administradoras jóvenes, llevamos muchos años sin ellas. La numeraria administradora se reparte entre varios centros, porque lejos quedan los tiempos en los que cada centro tenía una administradora profesional con dedicación completa. La numeraria administradora, si tiene suerte, cobra menos del sueldo interprofesional, cotiza por muy pocas horas, y con lo que se saca a final de mes no puede ni alquilar una habitación.

A la numeraria administradora le pagarán el psiquiatra, le pagarán la terapia, le pagarán el empastillamiento al que el psiquiatra la someterá para que la respuesta que le dieron deje de hacer daño, para que no se plantee nada, para que no dude, para que no piense. Y la oficial de la delegación seguirá en su oficinita, clasificando informes de conciencia (ay, no, que ya no se hacen... no se hacen, ¿no?), hará sus normas, irá a sus tertulias, en la confesión se acusará de haber retrasado el Ángelus, y ni por asomo se le ocurrirá decir “me acuso de haber faltado gravemente a la caridad con una persona que vino a pedir consejo”, porque este pensamiento ni siquiera ha sobrevolado su cabeza.

Lo bueno de esta situación es que, quién iba a decirlo, está descrita en el Evangelio, con todas las letras, y en el Evangelio está igualmente escrita la conclusión. Solo se trata de esperar.

“Muchos me dirán en aquel día: ¡Señor, Señor!, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre tuyo arrojamos los demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros? Yo entonces les diré: Nunca os conocí; apartaos mí, obradores de iniquidad” Mt. 7, 22-23

“¡Ay de vosotros escribas y fariseos hipócritas, que os parecéis a sepulcros encalados, hermosos por fuera mas por dentro llenos de huesos de muertos y de toda suerte de inmundicia! Así también vosotros por fuera parecéis justos a los hombres, mas por dentro estáis llenos de hipocresía e iniquidad [...] Serpientes, raza de víboras, ¿cómo escaparéis al juicio de la gehenna?” Mt. 23, 27 y sig.

Mediterráneo

“Las cosas que aquí se ven / ni los diablos las pensaron” – José Hernández, “El gaucho Martín Fierro”





Adelanto de los tema del zoom del viernes.- Ágora Coloquios

El próximo 26 de enero tendremos a la filósofa y ex agregada Flavia Dezzutto en Agora Coloquios. Nos explicará cómo funcionan los procesos de reparación y por qué en el Opus Dei no ha habido una verdadera reparación de las víctimas. Comentaremos los formularios que ha difundido el Opus Dei como preparación de su congreso y hablaremos sobre el tema del perdón con testimonios personales.

Para compartir un testimonio, pueden escribirnos a complainopusdei@gmail.com 

Aquí os dejamos el link: https://zoom.us/j/93766807254





Nuestra Señora de la Paz y Hakuna.- Gómez

Dice Antonio Moya en el zoom del pasado 12 de enero del 2024 que, a José Pedro Manglano, director de Hakuna, lo retiraron de la Obra por celotipia. Miré los videos de Hakuna, y lo primero que hay que decir es que Manglano es un ario supersexi, de ojos claros, agilidad juvenil y pinta de abuelo experimentado que está por encima del bien y del mal.

En una entrevista le pregunta el periodista, que además se ve que es uno de sus fans, por el «éxito», y él le responde que no está afectado por ningún éxito, que las cosas se han ido dando como se han ido dando porque Dios así lo ha querido. Y lo que se ha ido dando es que cuando organizó el viaje de 15 jóvenes españoles a Río Janeiro a la Jornada Mundial de la Juventud 2013, terminaron yendo 100. Y que cuando regresó, vinieron más y más jóvenes, y luego los papás de estos jóvenes y hace poco llegaron 12.000 personas a oír las canciones de Hakuna. Y el papa Francisco lo anima a que siga adelante y él dice que en esta década no ha hecho otra cosa que seguir las indicaciones del papa, como «hacer lío», no hacer proselitismo, etc., etc. Lo segundo que hay que decir es que los videos invitan a sumarse a la fiesta, hay abrazos, sonrisas, canciones, hora santa, fe, comprensión, cariño, amor. Todo muy sexi. Si yo fuera joven, iría.

En Medellín, Colombia, hay un caso similar. Se trata de Carlos Augusto Mesa, numerario que pitó en 1968, e hizo el Centro de Estudios en Hontanar, Bogotá. En 1971 y 1972 fue subdirector de la Residencia de Estudiantes Universitarios Ingará, que fue residencia de estudiantes realmente solo un año, y luego quedó como residencia de solo numerarios con labor de san Rafael externa. Durante esos años cursó en la Universidad Nacional dos carreras, ingeniería y física. ¡Un duro para las matemáticas! Y de una vez digamos que era sexi como pocos, un Maluma refinado, y que tenía que espantar a menudo a acosadores y acosadoras para salvar su vocación. En 1973 viajó a Italia y se incorporó al Colegio Romano. Fue ordenado sacerdote en 1977 con una de las tandas más numerosas que hubo. Ese año fueron 50 nuevos sacerdotes. Durante los 80 fue capellán de la Universidad de la Sabana, en Bogotá, y luego en los colegios de Aspaen en Medellín, que son obras corporativas. En 1992, con motivo de los 500 años de evangelización de América, comenzó a participar en actividades ajenas a la Obra, pero respaldadas por el arzobispo de Medellín. Le empezó a gustar la radio. Su voz de locutor, profunda y calmada, sumada a su elegante acento paisa, les gustó a los oyentes. Y a él. Poco a poco se fue metiendo más y más en la cabina de transmisión y cada vez fue mostrando menos entusiasmo por los confesonarios y los centros del Opus Dei, hasta cuando en el año 2000 dejó la Obra y se dedicó de tiempo completo a la emisora de Santa María de la Paz. Si se iba a dedicar al micrófono y las ondas hercianas sobraba en el clero de la Obra de Dios.

Al arzobispo de Medellín en cambio le gustaba la idea de tenerlo al frente de esa emisora de AM con una potencia de 5 kilovatios. A ver, una emisora de AM de 5 kilovatios en una ciudad como Medellín, con más de 3 millones de habitantes, es un ratoncito de laboratorio en medio de osos polares. Nada. Pero en este país macondiano, donde lo mágico es real, hubo una emisora de 1 kilovatio que abría sus transmisiones diarias con un saludo que a duras penas se oía unas cuadras de distancia: «¡Buenos días, América!», el mismo saludo de la VOA. (América era el nombre de la novia del locutor). Eso está narrado en la novela de David Sánchez Juliao, Planeta, 1988, «¡Buenos días, América!».

Otro caso de realismo mágico fue Radio Sutatenza. Sutatenza es un municipio colombiano, con apenas 4.500 habitantes. El párroco de los años 50, José Joaquín Salcedo, montó un parlante en la torre de la iglesia y comenzó a dictar clases de matemáticas, español y religión. Eso fue creciendo poco a poco hasta convertirse en la cadena radial más potente del mundo. Los equipos de transmisión de 100 kilovatios fueron inaugurados por el papa Paulo VI en 1968. Radio Sutatenza fue durante años la vía para que muchos campesinos cursaran su bachillerato, reconocido por el Gobierno nacional. Después de años de gloria, premios internacionales y donaciones de Adveniat, Misereor, el Vaticano y fundaciones católicas holandesas, todo terminó en manos de Caracol Radio, que hoy es parte del grupo español Prisa. La emisora del padre Carlos Augusto Mesa, en Medellín, tiene hoy una sintonía certificada de 121.000 oyentes diarios en el departamento de Antioquia. La página web de Radio Santa María de la Paz cuenta con 173.567 usuarios y el canal de YouTube de la emisora tiene 3.680 suscriptores. Los oyentes por internet están en los Estados Unidos, México, Canadá, Argentina, Paraguay, España, Ecuador, Países Bajos y Chile. La sede de la emisora es la misma casa del padre Mesa, que está autorizado por el arzobispo para tener al Santísimo en el oratorio, donde hay adoración perpetua.

En la parrilla diaria de la emisora hay misa, rosario, música católica, meditaciones y clases de religión. A través de la radio, el padre Mesa invita a la cruzada del rosario, que rezan once mil familias por la paz de Colombia, a retiros mensuales (cada primer viernes) en la iglesia de los padres franciscanos, donde caben 400 personas y hay lleno hasta las banderas, a cursos de retiro de 3 o 4 días, a cursos breves de religión, y a peregrinaciones a las que van en 8 buses entre 250 y 300 personas cada vez. Al principio, el padre Mesa llevaba la imagen de Nuestra Señora de Fátima a cada casa en la que le pedían que fuera entronizada. Luego, mandó hacer una imagen colombiana, una Virgen mestiza, como la de Guadalupe, sentada y con el Niño Jesús en los brazos. La imagen de Nuestra Señora de la Paz fue bendecida por el papa Juan Pablo II y está actualmente en la catedral de Medellín.

El plan de la Corporación que constituyó el padre Mesa para todo este montaje, y que ha ido dejando utilidades importantes, tiene como fines inmediatos construir el mayor santuario mariano del país y crear la Universidad de la Paz. Todo este realismo mágico es sorprendente y está a cargo del cura más sexi de la región, que después de 32 años de numerario, 23 de ellos como sacerdote, dejó la Obra para hacer su propia obra, un poco lo mismo que Manglano y su imparable movimiento Hakuna.

Gómez




 

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