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CORRESPONDENCIA

Miércoles, 11 de Diciembre de 2024

Este escrito quiere ser un homenaje a las mujeres que, desde la Administración, hicieron posible la ceremonia de Ordenación de 20 nuevos diáconos hace pocos días en Roma.

Ellas, que no se ven ni se oyen tal como dejó escrito el fundador, con su sacrificado trabajo fueron las artífices de que la ceremonia fuera posible.

Corresponde a la Administración todo lo referente al Oratorio desde la confección de lienzos de tela 100% lino crudo, lavarlos a mano y plancharlos, fabricar semanalmente las formas para la celebración de la Eucaristía o comprar el vino y las candelas. Recuerdo que en una administración aprendí a teñir con agua de té los manteles para el altar y albas de fiesta con delicados encajes.

He aquí un breve repaso de lo que la Administración preparó en la Iglesia de San Eugenio para esta ocasión:

·       Manteles de fiesta para los altares con sus respectivos manteles cortos y cubremanteles

·       Purificador de dedos

·       Flores fresas para el altar

Para cada sacerdote que concelebró y los ordenandos:

·       Casulla de fiesta

·       Alba

·       Amito

·       Cintas de amito

·       Purificador

·       Toalla para el lavado de manos

·       Cíngulo

·       Corporal

·       Vasos sagrados: cáliz, copón, patena, palia

·       Vinajeras, lavabo, patena para la comunión

Calentar el carbón para e incensario y pasarlo en el momento que el director haya señalado por el telefonillo.

Al ser un día de fiesta, corresponde también a la Administración la preparación del menú con aperitivo, comida y merienda, mantel de fiesta, etc.

Dudo de que alguien les diera las gracias por su extenuante trabajo.

Alicia Barillas

En la revista interna para hombres del Opusdei, leí hace muchos años el testimonio de una numeraria auxiliar destinada a la administración del Colegio Mayor Moncloa en sus primeros tiempos. El artículo parecía estar escrito por una mujer y como era excepcional que en las publicaciones de los centros de hombres aparecieran historias de las actividades realizadas por mujeres, aquel artículo atrajo mi interés más de lo habitual. Se narraba la visita del Fundador a las jóvenes auxiliares que estaban destinadas a aquella residencia cuyo promotor era el propio Escrivá, como lo fue en la primera residencia que puso en los años 30. Las jóvenes de la administración aprovecharon la visita para desahogarse despachando sus duras jornadas de trabajo, la ansiedad que estaban pasando y el agotamiento extremo que sufrían. Después de escucharlas, el Fundador pidió un papel y les dejó escritas en él unas frases para que les sirvieran de pauta en afrontar sus crisis; el artículo se ilustraba con una imagen del papel con las frases manuscritas del Fundador. No recuerdo que fuesen soluciones concretas para mejorar la situación laboral de las mujeres de la administración; más bien, lo que escribió fue una lista de consejos ascéticos destinados a dar una vuelta de tuerca a la incondicional sumisión de las jóvenes, basada en la garantía y promesa de ganarse el cielo con ciega abnegación que se resumía en que debían trabajar al compás marcial de la famosa y célebre estrofa de la canción familiar que se entona en las reuniones festivas del Opusdei: “tengo el derecho/ tengo el derecho/ de no tener ya nunca ningún derecho (tres veces se repite completo el estribillo en largo sostenuto).

Aquella lectura me dejó grabado un recuerdo que me hace atar cabos para entender, con la perspectiva del tiempo, que el Fundador tuvo conocimiento, de primera mano y desde el primer momento, del estado de presión extrema de las auxiliares en su escasez de medios y del arresto económico que formaba parte de la vocacional a trabajar en el servicio de las casas del opusdei. Aquel escrito ha sido diluido en el pozo profundo de los archivos de la Sede Central donde ya sabemos que todo se guarda y se repasa con celosa avaricia para ponerle barrotes a la luz de la historia con sesgos calculados y recortes anónimos.

Quiero ofrecer mi aprecio y cariño a las auxiliares que dieron años de vida, pocos o muchos, al opusdei y también a las que actualmente realizan trabajos para la Institución, pertenezcan o no ella, sumando el deseo sincero de que sus derechos sean respetados siempre con espíritu universal, que nunca renuncien a ellos por dignidad, por respeto al valor del trabajo que desempeñan y por solidaridad con las mujeres que en todo el mundo se dedican profesionalmente a la misma labor en residencias de ancianos, colegios, oficinas y en sus propios hogares.

Alamoto

Presentación de la serie

 
Capítulo 11. Nuestro Director: la verdadera relación de José María Escrivá con el P. Valentín Sánchez Ruiz, sj. (Continuación).

Para mí es ahora evidente que Escrivá no le entregó su diario íntimo (que por entonces no tenía), en el que dicen que venía apuntando su vida interior desde 1918 aproximadamente. Estoy absolutamente convencido que, en ese paquete de octavillas, Escrivá no desnudó su alma. No exhibió toda su historia vital, por escrito, frente al jesuita. Es exactamente lo OPUESTO a lo que el santo, el beato y sus prelaticios afirman. No le habló ni expuso un diario con sus dudas de si ordenarse o no, la muerte de su padre, el episodio de Perdiguera, la situación con su Obispo, las oposiciones para trabajos civiles, etc, etc. En ese paquete había, como digo, esquemas sobre un proyecto de obra, de una nueva fundación. Intentos de delimitar los campos de acción. Borrador de Reglamentos. Ideas sacadas de otras fundaciones surgidas recientemente en el exterior. Cuadros sinópticos. Algunos de estos proyectos se salvaron de la quema del primer Cuaderno, y constituyen el comienzo de los sobrevivientes. Son precisamente los escritos referidos a estos meses: marzo de 1930 (Apunte n.4) a junio (Apunte n. 67)… Pero siguen sin mostrarlos…

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El narcisismo atribuido a Escrivá me hace ver su patología como la causa de sus mentiras. Voy a desarrollar este punto de vista por si sirve de algo.

Tuve una experiencia personal con un narcisista. Hace ya años haciendo un voluntariado había un usuario que lograba sacarme de quicio e irritarme hasta sacarme de mis casillas, a mí que soy un trozo de pan con miel bañado en chocolate azucarado y leche condensada. Hoy día, cuando ese hombre y yo nos hemos encontrado ocasionalmente nos hemos tratado con interés y afecto mutuo.

Pero entonces yo no entendía lo que pasaba con este irritante hombre hasta que completamente sobrepasado lo comenté con los técnicos profesionales de la actividad, y me informaron de que sufría de trastorno narcisista.

Entonces puede comenzar a comprender que en su distorsionada forma de ver la realidad y de reconstruir los hechos no había ni mala fe ni intereses raros, solo había patología. Pero a diferencia de lo que le ocurrió a Escrivá, los compañeros de esta persona no le secundaban en nada sus aspectos patológicos pese a que sí que le respetaban mucho y le convertían en un respetado referente del lugar por su experiencia, sabiduría e innegables cualidades. Ganas me da de pedirles a todos ellos que encomienden el Opus Dei. Ojalá hubieran obrado igual los entornos de Escrivá sin haber caído y habernos hecho caer a tantos en todas esas trampas en las que, quien más quien menos, caímos.

Atribuirle causas patológicas a las mentiras de Escrivá que nos enredaron (a mí solo como daño colateral ya que no llegué a ser del Opus Dei) no cambia ni cura nada de nada. Pero creo que permite encarar mejor la figura de Escrivá y de sus luchas internas (quizás heroicas por qué no, yo qué sé). Y sobre todo quizás ayude a comprender el origen de las cosas del Opus Dei que hoy precisan de urgente conversión.

Xavier de Barcelona.

El Vaticano suspende al sacerdote cofundador de la comunidad Familia de María por abusos espirituales y psicológicos

Redacción Invovaticana, 7/11/2024

Según ha adelantado el medio italiano Adista, el tribunal eclesiástico ha emitido una sentencia de culpabilidad contra el sacerdote austriaco Gebhard Paul Maria Sigl, cofundador y exdirector espiritual de la comunidad religiosa Familia de María (FM), acusado de abusos de índole espiritual.

El proceso, que ha durado más de dos años, finalizó con la sentencia emitida el 18 de septiembre por un tribunal compuesto por tres canonistas: Mons. Markus Graulich, Grzegorz Erlebach y Ulrich Rhode. La sentencia ha sido aprobada por el Papa Francisco, lo que impediría cualquier recurso, y fue notificada el 5 de noviembre por el Dicasterio para el Clero, encargado de implementar las penas.

Entre los cargos que pesan contra Sigl, figura el abuso psicológico y espiritual, así como la manipulación de sus seguidores, especialmente de antiguos miembros de la comunidad, como ha sido documentado en diversos testimonios y publicaciones, incluyendo el libro «Wieder ich selbst» de Birgit Abele, en el que relata su experiencia dentro de la comunidad durante 23 años.

Restricciones impuestas al sacerdote

La sentencia incluye una serie de inhabilitaciones para Sigl durante un periodo de diez años, impidiéndole residir en lugares donde se encuentren miembros de la Familia de María o de la Obra de Jesús Sumo Sacerdote (OJSS), así como ejercer tareas de dirección espiritual o predicación, celebrar retiros o administrar sacramentos. También se le prohíbe aceptar cargos dentro de la organización, con el objetivo de cortar cualquier vínculo de influencia dentro de la comunidad.

El decreto de aplicación del Dicasterio del Clero amplía aún más las restricciones, prohibiendo a Sigl mantener relaciones con miembros de la Familia de María y OJSS y ordenando que resida en un lugar designado por el comisario pontificio, Mons. Daniele Bibbiari, para controlar el cumplimiento de estas medidas.

Razones de la sentencia y antecedentes

La sentencia no revela los motivos en detalle, limitándose a la parte dispositiva, lo que ha suscitado críticas, ya que los miembros de la comunidad no tienen pleno conocimiento de las razones del fallo. Sin embargo, se puede inferir que el tribunal pretendía desvincular a Sigl de la comunidad y limitar su capacidad de influencia pública.

El caso destaca por ser uno de los primeros juicios en los que no se juzgan abusos sexuales, sino abusos psicológicos y espirituales, así como la manipulación de los seguidores. Además, pone de relieve la figura controvertida de Sigl y su relación con su mentor, el sacerdote austriaco Joseph Seidnitzer, condenado por abusos sexuales y presentado como modelo dentro de la comunidad.

A raíz de esta sentencia, surgen interrogantes sobre el futuro de la Familia de María (intervenida por el Vaticano en 2023) y el impacto de la dirección de Sigl en los actuales miembros y en la gestión de los comisarios interinos, Mons. Daniele Bibbiari y sor Katharina Kristofova. También existe incertidumbre sobre cómo la comunidad abordará las secuelas de estos abusos y el papel de aquellos que han optado por abandonar la organización.

Publicado en Infovaticana

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