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CORRESPONDENCIA

 

Miércoles, 06 de Septiembre de 2023



ALMAS GEMELAS,- Elena y Claudia

 

ALMAS GEMELAS

Elena García

 

Claudia Carrero

 

 

6 de septiembre de 2023

 

Hemos decidido formar una red de almas gemelas almasgemelas043@gmail.com
y te explicamos por qué.

 

Pareciera una novela, pero es parte de la vida real. Es la historia de dos personas, que a pesar de la distancia, deciden contarse su historia y ponerse en contacto.

Claudia: Fue una alegría inmensa recibir en el chat privado (durante un zoom de Antonio Moya), un mensaje de Elena contándome que es ex numeraria auxiliar de México. Al empezar a hablar y conocernos noté que las dos teníamos varias cosas vividas en común. El cariño cada vez nos unió más, aunque estuviéramos a muchos kilómetros de distancia.

Elena: ¿Te acuerdas Claudia lo sorprendida que estaba al saber que habíamos vivido lo mismo -tú en Argentina y yo en México-, cuando estuvimos en la obra? Fue la primera vez que me di cuenta de que había un patrón en el modo de actuar de la obra con relación a las numerarias auxiliares. Ambas estudiamos en una escuela de estudios domésticos, trabajamos como instructoras en la misma escuela, nos encargamos de hacer arreglos florales en algunas ocasiones como en semana santa, trabajamos en la recepción de la comisión, aunque yo por poco tiempo. Claudia toda una master en la recepción.

Claudia: Así fue, cómo olvidarlo. A mis 14 años y 6 días fui al ICIED (Instituto de capacitación para estudios domésticos, que luego paso a llamarse ICES Instituto de capacitación para Empresas de Servicio). En cada residencia que viví me tocó hacer los arreglos florales de toda la casa, y para las fiestas ¡que corridas para los jueves Santos! Los monumentos que había que preparar para semana santa, para la fiesta de la exaltación de la cruz decorar la cruz de palo con claveles rojos… Llegué a decorar 5 cruces en la residencia monumental del CUDES (centro universitario de estudios superiores) sin fines de lucro dice la placa en su ingreso a la residencia.

Estuve de recepcionista o portera en ambas sedes de gobierno del Opus Dei en Argentina tanto de mujeres como de varones. Ahora es la Región del Plata, que abarca los países de Argentina, Paraguay, Bolivia y Uruguay.

Elena: ¡Hay tantas cosas por contar! Recuerdo la primera vez que entré en una portería o recepción en una casa de varones. Tuvimos que recorrer un pasillo muy largo y llegamos a una puerta que tenía doble chapa, entré y salió una de las auxiliares que estaba atendiendo. A mi espalda escuché como cerraban la puerta con llave. Se procuraba que fueran auxiliares mayores las que ocuparan esos puestos, yo tenía 21 años, me temblaba la voz al pasar las llamadas. Más si eran de la comisión regional. Estaba aterrada.

Claudia: Recuerdo cuando estaba en la pequeña portería la del Cudes, apenas entraban dos sillas y sobre la mesada (mesa empotrada en la pared), dos máquinas de coser. Para ir al baño la que atendía la ventanilla debía ponerse de pie para que su acompañante ingresara. La portería de la comisión era más amplia, pero no tenía luz natural, no se veía el sol y sabía que llovía por el ruido de las ruedas de los autos porque estaba cerca de la calle. Muchas veces almorzábamos ahí, nos acercaban la comida en bandejas mientras los varones estaban almorzando, por supuesto estábamos encerradas por parte de las mujeres. Estando ahí veía salir a hacer deporte a mis hermanos/as numerarios /as y pensaba: “Yo me estoy haciendo santa aquí encerrada”.

Elena: Yo también veía desde esa venta a los de la residencia ir y venir. Pasaba semanas enteras sin ver la calle más que por esa ventana, aunque no había mucho tiempo para la nostalgia. En la recepción se doblaba la ropa, se zurcía, se planchaba y todo con prisa. Había que entregar toda la ropa junta como si fueran a ponerse 8 camisas al mismo tiempo.

Claudia: en Argentina hacíamos lo mismo, cosíamos y marcábamos la ropa con las iniciales, se reforzaban los botones, etc. En la portería de la comisión había una numeraria auxiliar mayor que se encargaba de hacer los cilicios y las disciplinas.

Elena: Tampoco podíamos oír música en ese lugar, hablábamos siempre en voz baja y siempre estábamos dos, cada una en su rincón, esperando que llegaran a suplirnos para ir a comer o hacer alguna norma. Siempre con prisas y a veces costaba encontrar a alguien que nos supliera para poder salir a algún lado. Recuerdo un escrito de Tuces que se llama: “La esclavitud no estaba tan lejos” así lo veo ahora.

Por eso hemos decidido formar una red de almas gemelas de quienes fuimos numerarias auxiliares, seamos del país que seamos, porque todas habremos vivido y pasado por lo mismo. Si quieres escribirnos en el idioma que hables, te estamos esperando.

almasgemelas043@gmail.com

 

Queremos agradecer a Agustina por hacer posible esto.

Elena García y Claudia Carrero

 





EL OPUS DEI Y LA CONFIANZA.- Ervigio

 

EL OPUS DEI Y LA CONFIANZA

Ervigio, 6-09-2023

 

 

Muchos de nosotros fuimos captados por el Opus Dei movidos por la generosidad de entregarnos al servicio de las almas y por la confianza que nos generaba que el Opus Dei fuera una institución aprobada por la Iglesia, con un fundador que tenía fama de santidad ya en vida. La confianza ha sido un elemento crucial para entregarnos y para desechar el sentido crítico hacia la institución. Sorprende que personas con buena preparación y nivel intelectual nos hayamos dejado engañar. Conozco a más de un catedrático de derecho canónico que por confianza ni siquiera habían leído los estatutos de la Obra, por supuesto después de su incorporación. Y es llamativo que después de salir a la luz las falsificaciones de la historia del Opus Dei y de su fundador, los flagrantes engaños de la institución a la Sede Apostólica y a sus miembros, y sus procedimientos no eclesiales y antievangélicos, que todavía haya miembros que mantengan la confianza...



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Cuanto más trabajaba, más pecaba por omisión.- Hormiguita

 

Cuanto más trabajaba, más pecaba por omisión

Hormiguita, 6/09/2023

 

Estando yo en el Opus Dei, cuanto más trabajaba más pecaba por omisión. En mis años mozos creía santificarme estudiando un montón de horas. ¿Cómo se santifica el trabajo en la universidad? Estudiando, sacando buenas notas, invitando a amigos a estudiar juntos, y etc., etc., de la formación opusina.

He desenterrado una hoja de estudio que entonces utilizaba para anotar las horas de estudio que realizaba diariamente. Seis días a la semana, dos, tres, cuatro, y hasta seis horas al día. Según me enseñaron se santificaba el trabajo crucifijo enfrente y ofreciendo el estudio por diversas intenciones Opusdeístas: el padre, la Iglesia, el pitaje de un amigo, etc...



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