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CORRESPONDENCIA

 

Miércoles, 20 de Septiembre de 2023



¿QUÉ ESTÁ PASANDO CON EL OPUS DEI?.- Edgard Munive

 

¿QUÉ ESTÁ PASANDO CON EL OPUS DEI?

Edgard Munive, 20/09/2023

 

Según mi parecer la Prelatura Santa Cruz y Opus Dei, instituida como tal en 1982 por el papa San Juan Pablo II y fundada en 1928 (solo el Opus Dei) por el sacerdote español Josemaría Escrivá canonizado santo en el 2002 por el mismo papa; está pasando por una de las peores crisis desde su fundación, pues está en juego la supervivencia de la misma Prelatura en cuanto tal. El Opus Dei ha pasado por diversas crisis como el de la Guerra Civil Española donde al final quedaron solo una docena de miembros, o en la década del 70 cuando el Opus iba a ser dividido en dos asociaciones: una de varones y otra de mujeres, donde el fundador quedaba como una figura carismática sin poder jerárquico (creo que eso hubiese sido lo mejor, así se hubiese evitado la situación actual). Según el Opus, si la primera persecución venía desde fuera de la Iglesia, la segunda venía desde el interior por eso le llamaban la contradicción de los buenos (pero viendo las cosas desde hoy no era tal persecución, sino una medida sensata de los canonistas en vista a los cambios del Concilio Vaticano II). Pero, la crisis actual que está atravesando hoy en día el Opus no viene desde fuera o dentro de la Iglesia, sino del interior de la misma institución, mejor dicho, desde sus propios orígenes. Esto es muy difícil de explicar, así que trataré de hacerlo sumariamente desde mi propia comprensión



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Cuando es la primera vez que se escribe en Opuslibros.- Aquilina

Me alegra siempre, cuando abro la página de Opuslibros, encontrar un escrito que comienza con “Es la primera vez que escribo...” como pasó la última vez con Millenial y hace pocos días con Azulmar, porque tengo el temor que quien entra en la página y se encuentra con tantos testimonios de tantos años, pueda pensar que contribuir con el suyo pueda ser inútil y redundante. En cambio no es así, por varias razones.

La primera que se me ocurre es que, cuando se tiene la oportunidad de hablar críticamente del Opus Dei con alguien “de dentro”, lo que de inmediato te van a contestar es que ahora ya no se vive así, que muchas cosas han cambiado. Precisamente por esta razón es importante tener testimonios recientes que demuestren que esos cambios no han afectado la naturaleza del sistema. Son cambios dictados por la necesidad improrrogables de no seguir con actuaciones insostenibles frente a la opinión externa, cuando ya internet no permite guardar la misma “discreción” que se nos exigía tan perentoriamente en tiempos más lejanos. No son cambios que nacen de una auténtica conversión de los que en el Opus Dei tienen la responsabilidad de la institución, y que como sabemos, nunca han llegado a pedir perdón y a rectificar, no a título personal sino de forma oficial y pública. No obstante, aunque unas cuantas cosas hayan cambiado, la gente sigue saliéndose después de cinco, diez, quince o más años, desilusionada y rota por la vida llevada dentro, porque los cambios no afectan la sustancia de la situación.

Otra razón por la que vale la pena seguir enviando testimonios de todas las épocas y de todos los lados, es hacer ver que los errores que se sufrieron no son culpa de directores o directoras concretos, que mal aplicaron el espíritu fundacional, sino también en este caso del sistema, en su conjunto y desde siempre.

Una tercera razón que se me ocurre, no menos importante que las anteriores, es que escribir y compartir las propias, más o menos dramáticas, vivencias, es una ayuda enorme para sanarse, para asumir nuestras propias vidas y experiencias. Cuando yo era numeraria, tenía que luchar en el campo de los llamados “respetos humanos”: me pasaba que me daba cierta vergüenza vivir con naturalidad mi vida espiritual y mis exigencias vocacionales en medio de tanta gente que, como decíamos, “no nos entendía”. Cuando salí de la Obra, a lo largo de mucho tiempo, seguí experimentando vergüenza de mis años de numeraria: no sabía justificar el porqué de aquella vida tan rara y de sus más raras exigencias, temía el juicio de quien llegara a descubrir ese pasado mío que, evidentemente, no acababa de asumir.

Hablarlo, analizarlo, comprenderlo, compartirlo, discutirlo... toda la actividad relacionada a esos más de veinte años de participación en Opuslibros, por escrito y a menudo también con relación personal con tantos que entráis aquí, me ha llevado poco a poco a integrar mi experiencia en el marco de toda mi vida. Puedo hablar de mis años en la Obra ya sin experimentar vergüenza, y alguna vez hasta con humor...

Por eso estoy segura de que seguiremos siempre recibiendo con agradecimiento los escritos de quien “es la primera vez” que escribe. Gracias desde ya, y un abrazo a todos,

Elena





Las criadas del Opus Dei.- Claudia Carrero

Una de las directoras de Asesoría del Opus Dei de Argentina comentó al diario La Nación, que lo de la denuncia de las 43 ex numerarias latinoamericanas, son casos aislados. Cómo vemos ahora se animó una ex nax española a hablar. Todo sigue igual como también lo manifiestan ex nax de México, Irlanda, Nigeria, etc.

https://www.youtube.com/watch?v=golqNZGSkSw 

 





Una chocante excepción.- JasonJonas

Sumo otro aspecto de los que he considerado al referirme sobre el Opus, y es el de no nombrar ”san” al fundador del Opus para toda referencia verbal o escrita. En mi particular opinión me parece una enorme contradicción el llamarlo así. De igual forma respeto el derecho de toda persona al nombrar así a este señor ꟷdentro o fuera del Opusꟷ pero en mi caso no hay forma ni manera de llamar así al artífice de esta gran obra mundana, que fue llevado a los altares por un proceso de canonización ridículamente evidenciable a favor de los intereses del Opus...



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Pedir perdón.- Nocompensa

Dice el catecismo de la Iglesia Católica en el punto 982: No hay ninguna falta por grave que sea que la Iglesia no pueda perdonar. "No hay nadie, tan perverso y tan culpable que, si verdaderamente está arrepentido de sus pecados, no pueda contar con la esperanza cierta de perdón" (Catecismo Romano, 1, 11, 5). Cristo, que ha muerto por todos los hombres, quiere que, en su Iglesia, estén siempre abiertas las puertas del perdón a cualquiera que vuelva del pecado (cf. Mt 18, 21-22).

En mis años en el Opus Dei no recuerdo a ningún director pedir perdón o decir que teníamos que pedir perdón por algo que se había hecho mal. No digo que no se hiciera, simplemente que no lo recuerdo.

A nivel institucional varios Papas han pedido perdón públicamente por varios motivos. ¿El Opus Dei por qué iba a ser menos?

Creo que todo lo que está pasando con el Opus Dei debería ser una llamada de atención, probablemente del Cielo, para que sean más humildes y reparen el daño causado. Del bien que han hecho no han de preocuparse, que Dios lo tendrá en cuenta. Pero del mal causado han de pedir perdón de forma personal a individuos concretos y también de forma institucional hacerlo públicamente. Es mi opinión. Así que, miembros, directores o encargados de la opinión pública de la Obra que leéis estas líneas, no me veas como “contradicción de los buenos” o como alguien que pretende hacer daño. Solo pretendo mostrar el camino de la sanación que empieza y termina con el perdón. Así que no está de más que con cierto espíritu crítico transmitas hacia arriba esta petición de un “ex” para que pidáis perdón. Os va a venir muy bien cara a Dios y también cara a la opinión pública, así que gran negocio. Por si sirve de estímulo: yo también procuro aplicarme el cuento.

Nocompensa

 





Obedecer o marcharse.- Carmen Charo

Hola de nuevo, tras mucho tiempo sin escribir.

El viernes pasado escuché las razones de varias personas acerca de su salida del opusdei. Todas parece que había tomado la decisión de salir, y en un momento, yo dije que yo no, a mí me habían echado.

Horas después me llamó una amiga también ex, para decirme que A CASI TODOS NOS HAN ECHADO, otra cosa es que nos hayan permitido creer lo contrario.

Y repasamos el itinerario perverso que todas y todos hemos recorrido, menos aquellos que lo tuvieron claro y se fueron antes de cumplir el año en la organización. A las únicas que no las echan por sistema es a las numerarias auxiliares y a alguna administradora. Sólo les abren la puerta cuando no dan más de sí, y son una carga manifiesta. ¡El motivo es claro, mientras eres capaz de trabajar, nos sirves!

Todos entramos ilusionados, con cuatro ideas básicas. Vamos subiendo por plano inclinado…y ¡que levante la mano quien no quiso marcharse dentro del primer año! La inmensa mayoría aguantamos: la vocación, dar la espalda a Dios, la futura desgracia en caso de infidelidad...

Estos primeros años son años de troquelamiento y vaciamiento de nuestro Ser genuino, de anulación personal, de ir generando una marioneta dócil. Y a la par, ir descubriendo dónde llega tu capacidad de obediencia, tu rendición del juicio, y hasta tu capacidad ética. Sí, capacidad ética, porque poco a poco van probando si eres capaz de comulgar con ruedas de molino, de mentir, de actuar en contra de tu propia conciencia... ¡Todo por el bien de la obra! Y eso va conformando la lista de quienes sirven y quienes no.

Surge la primera crítica, la primera desobediencia... y pasas a formar parte de la lista negra. Pero aún les sirves, aún trabajas, aún aportas dinero, aún tienes contactos, aún tienes familia interesante... Saben que un día te darán la patada, pero aún no ha llegado el momento. Todavía eres útil. Seguirán atornillándote cada vez que te planteas marchar.

Aquí empieza el calvario personal de salud, las visitas a los psiquiatras opusdei, las medicaciones excesivas, invalidantes... el desquiciamiento personal.

Y depende de lo rápido que caigas y te vuelvas una persona inútil, y que encima les cuesta dinero, el que te den antes o después la patada. Patada muchas veces elegante, con apariencia de libertad: que mejor consultes con un psiquiatra externo a la organización (que seguro te dirá que te vayas y te lo argumentará), que puedes ir a vivir con tu familia.... o cuando te dicen que han visto que no tienes vocación...

Si eres de las idealistas que aun creen en el mensaje, están convencidas de su vocación divina, ¡han decidido dar la vida por cambiar la organización desde dentro... te espera lo peor! Porque aquí comienza el acoso y derribo, la persecución en toda regla.

Si algo o alguien no te gusta estate segura de que será tu encargo hasta tu final, tu directora hasta el final, quien te muela a correcciones.

Si te encuentras fatal de salud, te dirán que eres una soberbia y sólo quieres llamar la atención. Puede que sólo reaccionen el día que caigas redonda al suelo desmayada.

Te dirán que te calles porque lo que cuentas no le interesa a nadie.

Si quien te quiere te lleva unas flores a tu cama cuando estás enferma, las tirarán delante tuyo y te dirán que no te las mereces. Olvídate de que te lleven la comida cuando estés en cama. Puede que hasta estés con un cáncer terminal y tengas que escuchar a la directora que nadie puede cambiarte la postura por la noche para que no te escares, porque no puedes variar el horario del centro.

Puede que llegues a escuchar que las del centro no pueden recibir regalos de Reyes porque tú gastas demasiado en médicos.

Todos estos casos no los he imaginado. Todos son reales. Tras meses y años soportando este trato cruel, ¿quién puede decir que decidió marcharse?

¿No hemos vivido poco o mucho de esto todas y todos?

El broche de oro, que confirma que no miento en el uso y abuso de personas en el opusdei, es lo que un sacerdote de la Comisión dijo a una directora. Él le exigía que pitaran unas chicas en su centro. Ella le respondió que no tenían vocación. Y su respuesta fue: da igual, el tiempo que perseveren habrán trabajado para nosotros. No, no es inventado. Es real.

¿Acaso pensamos que la Prelatura no hace bulling?

 

Un abrazo

Carmen Charo

 




 

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