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CORRESPONDENCIA
Viernes, 13 de Octubre de
2023
¿Qué tipo de numeraria eres?.- Millennial
Antes que nada, quiero agradecer a FranzJagerstatter y Aquilina por sus respuestas a mi primer escrito. ¡Gracias! Realmente existe una fraternidad y cariño entre nosotros, los ex, que incluso sin conocernos, os considero como mis amigos. Creo que estoy mucho mejor de lo que estaba cuando me fui. Mucha terapia, lectura de OpusLibros y coloquios de Agora! Este nuevo escrito es solo una broma, me gustaría compartir los 5 arquetipos de numerarias que podrías encontrar por ahí. Esto es solo un pasatiempo humorístico. Es importante recordar que las personas son diversas y complejas, y no encajan fácilmente en estereotipos. Cada individuo tiene su propia personalidad y motivaciones. 1. La Numeraria Militar...
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Vivir en una residencia con administración.- Greenleaf
Las últimas rondas de testimonios y la conversación dirigida desde Guatemala en la que participó Alicia Barillas, a quien reconocí, me animaron a escribir mi experiencia como numeraria-no-administradora.
Mi primer recuerdo viene de cuando llegué a vivir a la residencia universitaria en 1987 (debido a una beca de una entidad extranjera, si no, nunca habría vivido allí). Nos explicaron que debíamos enviar nuestra ropa a lavar en una bolsa de tela. Yo había dedicado tiempo a bordar en mis prendas el número que me dieron, y que debía estar en lugares específicos de las prendas como lo indicaba un instructivo que nos dieron. La primera vez que envíe ropa a lavar solo la metí revuelta en la bolsa (jajajajaja), conste, sin mala intención, así fue como Dios me dio a entender o tal vez no le entendí a Dios.
Al día siguiente llegó la subdirectora, una chica universitaria que me caía muy bien, a preguntarme cómo había enviado la ropa. "La metí en la bolsa" le dije con sinceridad e ingenuidad. Ella me preguntó "¿doblada?" y le respondí "no, toda revuelta". Allí me explicó cómo había que enviar la ropa. Todas las prendas iguales juntas, doblarlas, debía verse el número para facilitar el trabajo. Ese día también había dejado algún frasco con algo (no recuerdo qué) sobre mi mesa y puse una notita: "no tocar". La misma persona aprovechó a decirme que "no se le dejan notas a la Administración". Ah... bien... (¿y quién era la administración?).
Como yo salía muy temprano de la residencia y regresaba tarde, no me enteraba de mucho. Me dedicaba a estudiar porque sentía la responsabilidad de mantener mi beca, la cual me pagaba una universidad privada y me daba oportunidad a irme al extranjero en el tercer año para terminar la carrera fuera. Recuerdo que las directoras nos apresuraban para que entráramos y saliéramos del comedor a tiempo. Nos decían que no había que hablarle a las doncellas que servían en la barra, más que lo indispensable. Si queríamos algo que no estaba allí, debíamos pedírselo a la que hacía cabeza en el comedor en ese momento. Había una doncella muy seria (después supe que era numeraria auxiliar). Mis amigas y yo hacíamos chistes en frente de ella para hacerla reír. Un día casi lo logramos cuando fuimos las últimas en salir del comedor y algo nos pasó. Ese día la vimos reírse mientras cerraba la puerta.
Era maravilloso saber que una vez a la semana regresabas y encontrabas tu ropa limpia y planchada sobre tu cama. También las sábanas limpias y olorosas cada semana eran algo maravilloso. Nos daban comida para llevar porque siempre almorzábamos fuera, y, lo siento, pero no era muy buena. Creo que se debía las loncheras de termo que llevábamos y a que se empezaba a experimentar con comida para llevar. Mis compañeros que vivían en la residencia de varones llevaban sandwiches todos los días y más de un par de ellos se cambiaron de casa porque no podían más. Alguna vez di a la directora de la residencia alguna sugerencia que fue mal recibida, y no fue una crítica, solamente fue una sugerencia. Con el tiempo me enteré que quienes nos daban los servicios era una escuela-hogar. En esos dos años de insciente que estuve (el primero siendo de San Rafael y a mitad del segundo, supernumeraria), casi nunca vi a la administración, más que en el comedor. La salida en punto de las habitaciones también lo vivía con mucha disciplina (así lo exigían las directoras).
Me doy cuenta de cuanto amor y trabajo había en esas atenciones que recibimos de la administración. Creo que me ayudaron mucho para valorar más el trabajo del hogar y aprendí, solo por observación, algunas cosas, especialmente ideas de decoración de las mesas que llegué a poner en práctica en mi casa. Agradezco a quienes me atendieron en ese tiempo, y especialmente a Alicia Barillas, que en algún momento de mi paso por esa residencia, estuvo en mi administración. Un abrazo fraternal a cada uno y a cada una.
Greenleaf
¿Nadie ha pensado que una numeraria auxiliar necesita DESCANSAR?.- Mediterráneo
El invierno pasado mi perra y yo sufrimos una intoxicación alimentaria. La mía se resolvió con dos días de cama y dieta absoluta, la de ella con una estancia en el hospital veterinario de martes a viernes. El jueves por la tarde la veterinaria me llamó por teléfono y dijo, textualmente, “ven a recoger a tu perra, porque creo que tiene un cuerpo glorioso. Lleva sin ir al baño desde el martes, y estoy preocupada. Llévatela y el sábado hablamos”. El viernes por la mañana fui a recoger a Kía, llegamos a casa, hizo sus cosas durante cinco minutos seguidos, se tumbó en el sofá y desapareció para el mundo hasta bien entrada la tarde.
¿Por qué cuento esto aquí, lector?...
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Al pero flaco todo se le vuelven pulgas.- Zartan
O del árbol caído todos hacen leña. Eso o que de vez en cuando se pone de moda algo y todo el mundo se apunta. Es como la “canción del verano”, está de moda y hay que aguantarla una y otra vez hasta el infinito y más allá. Ahora está de moda pegar coscachos a la obra y cuando hay tanta gente dispuesta a dárselos, habrá que preguntarse si es simple moda o es merecimiento. Si es esto último, hay que aplicar un refrán aunque no sea hispano: “ quien es causa de su propio mal, llórese a si mismo”, que más o menos es como decir tú te lo has buscado así que no protestes. Bueno, sentadas las bases vamos al desarrollo. Aquí estamos todos esperando a ver en qué termina eso de los estatutos y como se conjugan con el inmutable espíritu que, más o menos, va a ser: veamos como se las maravillan para nadar y guardar la ropa. Otro punto dolens es el de las famosas 43 que no está resuelto y no lo está porque no me hacen caso. Cuando Antonio Esquivias empezó a daros la lata para que le resolvierais económicamente lo que habíais descuidado por años, lo que justamente pedía, yo os aconsejé pagar cuanto antes y -tal vez- no fui lo suficientemente claro pero ahora sí que lo voy a ser: la mierda a más se mueve más huele, así que aflojar la guita cuanto antes para no tener demasiados escándalos abiertos al mismo tiempo. Al final vais a tener que pagar, hacedlo pronto que os conviene. De esa forma y si no hay otro rayo que os caiga del Olimpo, solamente tendréis que batallar con la denuncia de Antonio, Carmen Charo y otros colegas por un lado y con lo de los estatutos y el rebote a seis bandas jurídico por otro. No os preocupéis que yo no os voy a pedir eurillos, en mi caso estaba claro para mí que, si pasados los años, dejaba la barca, lo haría con una mano delante y otra detrás. Y así fue y yo en silencio como furcia. Hoy estaba hablando con una queridísima amiga (también ella naufraga de la misma barca) y me ha preguntado que por qué dejé yo la madre guapa. Le he dicho que la pregunta está mal formulada y que lo correcto hubiera sido preguntar ¿porqué no te fuiste antes? No pude contestarle, los dos andábamos ya mal de tiempo, así que voy a intentarlo ahora en forma resumida. Un mes de octubre de hace ya milenios, asistí a un encuentro con el founder en un alegre patio cordobés, todos de rigurosas chaquetas y corbatas como se estilaba en esa época (menos Javier G. de Q. que lucía no sé si una camisa o algo así de un intenso color amarillo). La mayor parte de los presentes eran agregados cordobeses pero también había gente de Jaén, Granada y creo que de Málaga pero de esto no estoy seguro. Se suponía que todos eran de la organización pero yo -y supongo que alguno más- estábamos como observadores (como los de la ONU pero sin casco) y en ese encuentro el founder me dejó una serie de ideales (pido perdón al respetable público por hacer estas declaraciones aquí) como el darle la vuelta al mundo como a un calcetín, ayudar a todo el mundo, santificar el trabajo y servir a la Iglesia. Poco después escribí la fatídica carta y empezaron las sorpresas ¿por qué con pluma si yo no usaba ese artilugio? Sorpresas casi a diario gracias a ese plano inclinado que es una forma elegante de decir dolo y un contrato firmado con dolo vale un par rupias, no más, lo que valga el papel en el que se escribe. Pero bueno, sea como fuese o fuerubiere, había un pseudo-contrato y lo que para mi tenía mas valor, una serie de ideales por los que valía la pena luchar y pasar por alto ese y otros muchos más dolos. Esos ideales me los habéis ido robando a lo largo del tiempo y eso sí que exijo sean devueltos. Si no podéis, al menos pedid perdón, pero hacedlo de verdad no echándole la culpa al numerario del momento, no, es la obra la culpable. A muchos les habéis robado la fe dándoles el cambiazo del Padre Eterno por el Padre; a otros nos habéis robado el concepto de fraternidad, de amor por los demás, prostituyéndolo con eso de evitar amistades particulares, habéis inculcado el miedo a querer de verdad a la gente; nos habéis dado gato por liebre haciéndonos creer que el proselitismo era apostolado; esa ilusión de servir a la Iglesia la habéis escamoteado en beneficio único de la obra y el calcetín que a mi me tocó para darle la vuelta, creo que procedía de un etíope que lo había usado al menos por un mes dando vueltas por su desierto. Radiactivo, en serio, casi como el queso de Cabrales. Ya me pasé, demasiado serio por demasiado tiempo, eso no es bueno para las endorfinas así que -visto que he utilizado varios refranes hoy- os voy a dejar otro más: hombre refranero, hombre majadero. Ya estáis mejor ¿verdad? Como siempre, un fuerte abrazo y a cuidarse de los mandriles. Zartán
Mi vida espiritual peligraba.- Garabandal
Salí de la Obra en 2021, después de 36 años de numeraria. Ya hacía diez años que me había ido a vivir de nuevo a casa de mis padres, mayores ya, adscrita al centro, como varias numerarias del mismo. Me fui porque estaba enferma, comía, cenaba, desayunaba sola, y la "vida en familia" no era tal. Fue providencial, porque al poco tiempo mi madre enfermó y pude estar con ella y con mi padre todo el tiempo, hasta que falleció al cabo de unos meses. Mis hermanos (de la Obra) en otras ciudades venían de visita. Me hice cargo después de la atención de mi padre y de asuntos familiares...
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Fui numerario siendo homosexual.- Colombiano
Leyendo a Indagar y las respuestas que ha generado, me he sentido identificado con estas experiencias. Fui numerario siendo homosexual. He recordado algunos detalles de mis días al interior del opus.
Uno de estos recuerdos está relacionado con el centro de estudios en Bogotá, Hontanar, ubicado en Chapinero, un sector de la ciudad que es conocido por ser un área predominantemente gay. Recuerdo que en las tertulias se hacían bromas despectivas al respecto. Creo que muchos utilizamos estas bromas en algún momento como mecanismo de protección. No se desea ser identificado como gay, así que se hace algún tipo de broma para marcar una posición distante.
En las tertulias el tema era recurrente, siempre en tono burlesco. Algunos contaban que, de camino a casa, hombres del vecindario los halagaban, pero viviendo la presencia de dios, se limitaban a despreciarlos.
También recuerdo que, en esos primeros años, por la juventud e ignorancia sentía cierto escándalo cuando algunos numerarios tenían comportamientos afeminados, no me gusta mucho esa palabra, pero era lo que pensaba para entonces. La manera de caminar o de hablar de algunos de ellos era bastante femenina, pero luego en las tertulias no dejaban pasar la oportunidad para condenar o hacer alguna broma sobre la homosexualidad. En otra oportunidad expondré un poco más sobre mi experiencia.
Colombiano
Desescrivatizando el Opus Dei.- Edgard Munive
¿“DESESCRIVATIZANDO” EL OPUS DEI?
Edgard Munive, 13/10/2023
Vistas las cosas hoy en día con cierto realismo, podemos concluir que el Magisterio de la Iglesia ha dejado bien en claro tres cosas: a) que las Prelaturas personales no pertenecen a la estructura jerárquica de la iglesia; b) que sólo los clérigos pueden formar parte de dichas prelaturas (y de ningún modo los laicos) y, c) qué el Opus tiene que adaptarse a estos cambios jurídicos. Entonces lo sostenido desde los inicios por el padre Josemaría Escrivá de Balaguer (hoy San Josemaría), fundador del Opus Dei, ha caído en saco roto. Vale la pena anotar que esto no es cosa de este pontificado, sino que viene desde muy atrás…
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Invitación al zoom del viernes 13 de octubre de 2023.- Antonio Moya
Queridos amigos,
Este viernes tendremos la habitual reunión de Coloquios en Libertad sobre el Opus Dei. En cuanto al esquema de la reunión (siempre flexible), tendría tres partes.
PRIMERA PARTE (TESTIMONIOS): Empezaremos por un testimonio que quedó pendiente la semana pasada y después daremos paso a testimonios en torno a la pregunta "¿Cuáles fueron las situaciones más insólitas o surrealistas que viviste cuando estabas en el Opus Dei?"
SEGUNDA PARTE: Leeré algunas cartas que me han llegado, con el fin de que haya participación de quienes prefieren guardar el anonimato pero que se oiga su voz.
TERCERA PARTE: Empezaré a tocar el tema de "El sacerdocio en el Opus Dei" (que nos llevará varias semanas de coloquio) a raíz de un suceso puntual habido esta semana.
El enlace de la reunión de zoom para quienes queráis participar en directo:
https://zoom.us/j/93602616772
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