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CORRESPONDENCIA
Miércoles, 07 de Junio de 2023
Escritos recomendados.- Agustina
Recuerdos de hace muchos años. Pimpinela escarlata
Carta para protonotario. ekard
Bluf Story. Lapso
Cartas a un numerario en apuros. Segundo
Sobre el rumbo. EBE
Lo que opino de Juan Pablo II y Francisco sobre la prelatura.- Orange
Hormiguita, te agradezco el interés que te has tomado por responder a mis incógnitas, además con un gracioso estilo culinario.
Efectivamente, tu escrito me parece muy adecuado. Explicas una hipótesis muy plausible y te lo agradezco. Juan Pablo II es Santo. Eso sólo quiere decir que vivió de un modo heroico, que está en el cielo y que puede ser intercesor nuestro. Pero el ser Santo no implica que la persona no haya cometido errores y pecados, a veces gordos. Son pocos los Santos que en su vida no los cometieron. Me viene a la cabeza San Agustín, sin ir más lejos. Juan Pablo, en mi opinión quedó fascinado por toda la parafernalia del Opus al compararla con la persecucion comunista, de donde procedía. Y como dices, se tragó el plato entero, que le fue presentado maquiavelicamente por el Opus, cuya única pretensión era ser una diócesis personal de ámbito universal, sin territorio, pero perteneciendo a la Jerarquía Eclesiástica, con el solo deber de presentar cuentas al Papa cada 5 años y éste las aprobaba sin apenas leerlas. Pero como eso era imposible, les dio la figura jurídica más cercana a sus pretensiones... La Prelatura, con multitud de prebendas, incluido el proceso de beatificación de Escriva.
Ahora viene el tío Paco con las rebajas (me refiero al Papa Francisco, con perdón) y dice... ¿no quisisteis prelatura? Pues ahí la tenéis.Así que vais vosotros mismos a hacer la prelatura en serio: 1. Nada de obispos. 2. Los miembros son sólo los clérigos incardinados. 3. Los laicos no pertenecen a la prelatura y tenéis que romperos la cabeza para ver cómo los engarzais sin violentar el derecho canónico.
Esto ha sido un misil Himars que ha estallado en el corazón de Villa Tevere y están estupefactos. No saben qué responder. Y por eso están con tanto retraso, a pesar del Congreso. En fin, el Opus Dei hace aguas por todas partes y no dan pie con bola. O también, como dice Antonio Moya, Ocariz ve el panorama de fuegos que le aparecen por todas partes. Y está como loco intentando apagarlos a la desesperada. Pero ya es tarde. Muy pocas autoridades creen en el Opus. Y cada día son más los miembros, laicos y curas, que se dan el piro y los que se han vuelto suspicaces que aún quedan dentro. La cosa parece de pitorreo: un carisma para laicos en el que los laicos ni pinchan ni cortan, acogotados por los curas.
Orange
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