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CORRESPONDENCIA

Lunes, 02 de Enero de 2023

De qué va la cosa

Gervasio, 2/01/2023

El último escrito de Ottokar, de 28-XII-22, centra muy bien de qué va la cosa. No todo consiste en pasar del dicasterio de los obispos al del clero, ni en reformar unos estatutos, como quien actualiza el navegador del coche. La cosa tiene mucho más alcance y enjundia.

También a mí me sucedió lo que a Ottokar. Lo que el papa dijo sobre el Opus Dei en la entrevista del diario ABC “me supo a poco”. Me hubiera gustado que hubiese sido más explícito; pero, como el propio Ottokar añade: Comprendo que en una entrevista en un medio de comunicación el Papa deba utilizar un lenguaje “diplomático” con respecto a una institución que forma parte de la Iglesia de la que él es cabeza visible…

Para mi una cuestión importante de la entrevista al Papa Francisco, es que menciona su posible dimisión por motivos de ineptitud. Se informa que escribió su carta de dimisión a los 4 meses de ser Papa, y la confió al entonces secretario de estado. (fuente: web informativa Crux). No creo que el Prelado se haya dado por enterado. Aprovecho para comunicárselo mediante Opuslibros:

"Prelado, los cargos en la Iglesia no son perpetuos de por vida. Por tanto cambie el artículo 127 de los estatutos que dice que todos los demás cargos de la prelatura son temporales, a excepción del oficio del Prelado, que es vitalicio."

Por favor Lapsos (4 Noviembre 2022) si te parece bien, incluye esta modificación en la propuesta. Redactada: "Todos los cargos de la prelatura son temporales, especialmente el oficio del Prelado, que se nombrará cada 8 años, y que no podrá repetirse el nombramiento de la persona que ocupa el cargo".

El Opus Dei corre el peligro de tener un liderazgo "pseudo papal". Cargo modelado en el que tuvieron históricamente los Papas no han dimitido en 600 años, salvo Benedicto 16 y ahora posiblemente el Papa Francisco.

Un comentario adicional al escrito de Ottokar (28 Diciembre 2022).

Si bien es cierto que me sorprendió el Papa con sus comentarios sobre el Opus Dei, reconozco que el Papa no puede sacar los colores a la Prelatura en un medio de difusión pública y empresa de propiedad privada. También cabe, que el Papa más adelante rectifique lo que ha dicho sobre el opus. (Como ha hecho recientemente en unas desafortunadas declaraciones sobre los chechenos y Rusia). Sacarle los colores-por así decirlo- a la Prelatura, lo puede hacer apropiadamente por vía de las publicaciones oficiales de la Santa Sede, o mediante entrevistas privadas con el Prelado, o mediante las oportunas revisiones de los estatutos y escritos internos.

No es seguro que esos nuevos estatutos con "leves retoques" vayan a ser aprobados por la Santa Sede; e igual entramos en un juego de ping pong de los estatutos y sucesivos rechazos. Y el Opus dei ha de convocar más de un congreso en un futuro, para solventar la cantidad de cuestiones y normas discutibles que la Santa Sede considere.

Una vez finalmente aprobados los por la Santa Sede, llegará el tema de volver al carisma" con su consiguiente revision. Veremos como los medios escritos y no escritos que se han empleado para desarrollar el carisma será revisado. Todo llegará por incrementos. Cuando le das una pistola a un niño, lo más probable es que cause daño. Esa pistola son los escritos internos y la praxis interna. Los estatutos no son más que el marco, como la funda de una pistola.

Hormiguita

Antes que nada, quiero felicitar a Agustina por los 20 años de Opuslibros. Creo que ni tu –ni ninguno de nosotros- tenemos idea de la importancia de este sitio para difundir la verdad sobre el Opus Dei. Imposible medir su real alcance. Solo queda decirte un enorme GRACIAS.

Vamos a lo nuestro. El 2022 se va a recordar en la Opus Dei como “annus horribilis”. A la baja cantidad de vocaciones se suman los que se siguen yendo, la edad de los que están dentro (mayores de setenta en su mayoría), a los que hay que cuidar, el tema de las 43 mujeres, la condena por el tema de Gaztelueta, la reapertura de esa investigación en el Vaticano, la “rebaja” de la Prelatura al Dicasterio del Clero , el “motu proprio” y el cambio de los estatutos –¿que fuera rechazado dos veces por el Vaticano?-. Solo falta que le crezcan los enanos del jardín. Dentro es un gran descalabro. “Sálvese quien pueda” parece ser el lema. Cada vez hay más supernumerarios disgustados con la Opus, porque sienten que no es lo que ellos pensaban que era. Sienten que los han engañado. Y lo dicen por todos lados. No les dejan preguntar libremente o por lo menos “públicamente”.

Estuve en una reunión en la que uno intentó preguntar más puntualmente sobre estos temas y el numerario de turno le hizo callar la boca y cambio de tópico. Están cansados de que se les cuenten explicaciones simplonas como si fueran tontos o niños. Baste recordar esa tertulia que esta dando vuelta por allí en la que la número 1 de la Asesoría les dice que el cambio de estatutos es genial ya que les permitirá actualizar la contemplación de los misterios del Rosario de 10 a 15. Ya nadie les cree. Los numerarios cada vez más en sus propias cosas. La mayoría hace su vida como se le ocurre, sin cumplir las normas (alcanza con que hagan la oración a la mañana y un poco más con tal de que no se vayan), asistiendo a convivencias sin horarios y perseverando en una triste vida sólo porque creen – equivocadamente - que están viejos para irse. A los sacerdotes, por el contrario, los están controlando de más. No quieren ningún otro escándalo por ese lado.

El número 2 de la Opus anda por ahí diciendo que lo de las “43” es algo “accidental” y que son un grupo de “resentidas” que se “fueron mal de la Obra”. Parece a simple vista poco empático y cristiano. Las personas “resentidas” son aquellas que tienen “resentimiento”. Resentimiento según la Real Academia Española significa: 1. prnl. Empezar a flaquear (‖ debilitarse). 2. prnl. Tener sentimiento, pesar o enojo por algo. 3. prnl. Sentir dolor o molestia en alguna parte del cuerpo, a causa de alguna enfermedad o dolencia pasada.

Es normal que las personas maltratadas se debiliten, tengan sentimiento, pesar o enojo y que sientan dolor o molestia a causa de alguna dolencia pasada. Sin quererlo está reconociendo lo que las 43 reclaman.

El fallecimiento de Benedicto XVI debe ser una de la pocas alegrías que les dio el 2022. Recordemos que en el “Index” sus libros eran considerados de sexta y que fue quien comenzó a “apretar” al Opus. Por otro lado, Francisco juega con ellos. Les dice una cosa y hace otra (hay que mirar lo que hace el Papa, no lo que dice para entender por dónde van los tiros). Saben que se les vienen encima cosas peores. Quizás la Opus espere que en el 2023 empeore la salud de Francisco, al que a pesar de decir que “aman” en realidad quieren poco y nada. Siguen sin poder darse cuenta de lo que han hecho y siguen haciendo mal. Que mientras no reconozcan esto, pidan perdón real, reparen –en serio y no con palabras– y cambien no importa quien esté en la silla de Pedro, les seguirán cayendo palos.

No es mi problema lo que pasa en la Opus, pero da lástima sobre todo por el daño que le hacen a la Iglesia Católica. Cada vez es menos pijo ser del Opus. Peor aún, hoy ser del Opus y tener la peste es algo parecido. Como sea, veremos que ocurre en el 2023, aunque el futuro de la Opus creo que esta sellado (y no para bien). Es cuestión de que el tiempo corra. Se levantan apuestas sobre cómo llegaran –si llegan– a los 100 años. Muy buen año para todos.

Gustavo

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