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Opus Dei: ¿un CAMINO a ninguna parte?

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CORRESPONDENCIA

 

Lunes, 18 de Diciembre de 2023



Depre para mí, depre para ti, mucha depre veo por aquí (5).- SaturiaValentín

 

 DEPRE PARA MÍ, DEPRE PARA TI, MUCHA DEPRE VEO POR AQUÍ (5)

 

La esquizofrenia de la razón

Esto más o menos lo he explicado ya (está claro que muchos de los aspectos se mezclan), pero vamos a sistematizarlo modo esquema:

-          Te indican lo que tienes que querer (en el sentido de la voluntad) y cómo. Ah, y no se vale insinuar que te lo han impuesto. En el fuero interno, en el fuero externo, y en el fuero mediopensionista. Lo quieres tú y no hay más.

-          Te indican lo que tienes que querer (en el sentido de lo que tienes que amar) y cuál es el modo en el que se ha de querer. Ese y no otro...



(Leer artículo completo...)




¿Es voluntad de Dios una montaña de incongruencias?.- Mediterráneo

El post de SaturiaValentín del miércoles 13 de diciembre me hizo reír y me hizo pensar. Para quien piense que exagera, yo digo aquí y ahora que se ha quedado corta. Como dice mi “Martín Fierro”, “aquí no hay razón de más / más bien las puse de menos”. Todo lo que dice es rigurosamente cierto.

Yo hice ese hojaldre, lector, con sus vueltas y revueltas, no recordaba lo del sentido contrario a las agujas del reloj, no en vano carezco del más mínimo sentido de la orientación, pero recuerdo la mantequilla del pingüino (verde, roja o azul), la harina de fuerza y el amasado, como si lo hubiera hecho esta mañana. Con esa masa se hacía el hojaldre y los croissants.

Y recuerdo algo más: en mis tiempos se vendía una cosa, el T-500, que igual servía pa’ un barrío que pa’ un fregao, y que era un compuesto químico en polvo para bizcochos, magdalenas, plum cakes, brioches, bollos, etc. Al polvo se le añadía leche o agua, se mezclaba bien, se colocaba en moldes y al horno durante 45’. Listo. Lo que fuera.

No tengo la menor idea de qué tenía ese compuesto, no sé si los conservantes, emulsionantes, estabilizantes y todos los antes que tuviera eran cancerígenos o no, no sé ni siquiera si el producto sigue existiendo a fecha de hoy. Lo que sí sé es que, por una parte, nos deslomábamos amasando hojaldres, y por otra parte mezclábamos polvos y agua/leche para hacer un bizcocho. El sentido común dice que hubiera sido mucho mejor comprar un hojaldre hecho, aunque no hubiera sido tan bueno, total el hojaldre solo salía en fiestas, y dedicar esa energía a hacer un bizcocho, que cuesta nada y menos, y en el tiempo de hacer una masa de hojaldre pueden hacerse bien ocho, pero nutritivamente ese bizcocho hubiera sido más sano que un compuesto químico.

¿Por qué, cuando se hacían reformas en la casa, en cualquier casa, había que pasar a limpiar cuando los obreros se marchaban? Se dejaba todo a punto de revista... solo para ser ensuciado al día siguiente, cuando se volvía a limpiar todo. ¿No hubiera sido más normal que un batallón de personas pasara a limpiar a fondo durante tres días, al final de las reformas, cuando ya no se hubiera vuelto a ensuciar? ¿Qué sentido tenía el cansancio añadido de unas personas que ya llegaban agotadas a esa limpieza, limpieza igualmente inútil porque al día siguiente, y al otro, y al otro, y al otro, se repetía la misma función?

¿Por qué el horario de las numerarias auxiliares fue (¡es!) tan inhumano? ¿Por qué, a la persona que salía a servir el comedor y se había pasado la mañana limpiando como una máquina, no se le daba un buen cuarto de hora para ducharse, sino que tenía que ducharse y cambiarse en tres minutos de reloj? Hablo en pasado, gracias a Dios, porque ahora mismo aquellos tiempos en que había numerarias auxiliares para servir comidas y cenas en las comisiones y delegaciones de la sección de varones, ya son historia. Gracias a Dios, repito.

Se me dirá, y es cierto, que ahora las cosas han cambiado. Sí, sí han cambiado algunas cosas. Sin embargo, no han cambiado por voluntad de la institución, sino porque LA VIDA en mayúsculas ha dicho “o por las buenas, o por las malas”. Claro que han cambiado las cosas. Han muerto cientos de numerarias auxiliares, las que quedan no pueden mantener el ritmo inhumano que se les impuso porque se han hecho mayores; gracias a Dios, no hay vocaciones de auxiliares y, si alguna pide la admisión, se preocupa de dejar muy claro qué sí y qué no. LA VIDA, en mayúsculas.

Las numerarias auxiliares tienen tarjeta de crédito y cuenta bancaria, aunque cada dos o tres meses, en el círculo breve se lea un aviso de vaciar las cuentas y dejar solo €50, por favor, que el centro lo necesita, y de una numeraria auxiliar independiente económicamente, libera nos, Dómine. Las numerarias auxiliares cotizan. Ninguna, ni una sola, repito ni una sola, por sus horas reales de trabajo, pero cotizan. LA VIDA, en mayúsculas.

¿Por qué se identifica una perfección que solo existió en la mente de un narcisista y, como tal, es completamente imposible de alcanzar, con la voluntad de Dios? ¿Por qué se reciclaba el agua de las jarras de la mesa, para ahorrar, cuando el oratorio del prelado haría palidecer de envidia a los mismísimos papas del renacimiento? ¿Por qué se exige un ritmo de trabajo inhumano pero no se permite dormir más de siete horas y media? ¿Por qué se exigía santificar el trabajo pero en lugar de estudiar había que hacer apostolado? ¡Que levante la mano un/a estudiante universitari@ que no vio bajar sus calificaciones después de pedir la admisión, que levante la mano!

¿Por qué la obsesión paranoica de la sección femenina en España es el dinero? ¿Por qué se quejan de no tenerlo, cuando hay centros, y clubs, y apeaderos, cerrados y vacíos que podrían venderse? ¿Por qué se regatea hasta el céntimo en los sueldos de las empleadas de hogar externas a lo largo y a lo ancho de todo el país? ¿Por qué ¡ahora! se insta a las numerarias a que se marchen a vivir solas, y la dispensa de la vida de familia ha pasado a la historia, y solo interesa que en los centros no quede nadie, para gastar menos? Recuerdo al lector que hubo un tiempo, no tan lejano, en que una numeraria no podía pasar una noche fuera del centro sin ser automáticamente expulsada de la institución.

¿Por qué se hizo, y se hace, voluntad de Dios de una montaña de incongruencias? ¿Por qué, a fecha de hoy, desde dentro se sigue empeñado en que no pasa nada, cuando están viviendo un terremoto que tira cuadros y lámparas, agrieta paredes, desquicia puertas y hace que el suelo parezca gelatina?

Mediterráneo 

"Las cosas que aquí se ven / ni los diablos las pensaron" - José Hernández, "El gaucho Martín Fierro".





La paz interior del zoológico multicolor.- Noob

Me gusta cantar, y mi cerebro hace mucho desarrolló la habilidad de componer cancioncillas donde aparecen animales multicolores de modo aleatorio. Por eso hace también mucho tiempo, cuando era numerario, me preguntaban cariñosamente “hola mazza, ¿cómo va el zoológico multicolor?” El cariño era real, y teníamos espacio para tal cariño dentro de los límites, que nos parecían naturales, de la institución. Cuánto nos reímos, y pasamos muy bien, en caminatas, tertulias, o paseos. Si uno lo estaba pasando mal, sólo alguno con más libertad de espíritu tomaba ocasionalmente la libertad de sinceramente preguntar “¿cómo estás?” como algo más que un saludo convencional. La misma pregunta en una reunión con un director adquiría una gravedad especial y requería una respuesta completamente distinta. Estas memorias, que son parte de cómo se desarrolló mi mente y mis emociones, son relevantes hoy día porque todavía canto canciones de animales multicolores. Me explico: mi neurodivergencia sigue existiendo, no como algo que debo forzar a existir únicamente fuera del tiempo de la tarde o de la noche, sino como una parte integral positiva de mí mismo.

Se siente un poco extraño verme a mí mismo escribiendo estas líneas. Es como una especie de experiencia de estar fuera de mí mismo. Me molesta un poco no tener todavía a estas alturas mejores herramientas de regulación emocional, o de operatividad funcional. Al mismo tiempo, me alegra poder estar haciendo este proceso de ir facilitando que lo más esencial de mi propio ser se vaya pudiendo desarrollar y manifestar. La culpa, la vergüenza, el miedo siguen siendo mecanismos de defensa que intentan paralizarme, cada vez con menos éxito, para evitar una especie de mal mayor invisible. En realidad, no existe ese “mal mayor”, que antes era la condenación, o el abandono de mi responsabilidad de salvar almas. Hoy día esos sentimientos van más bien por los lados de la inseguridad económica, o la frustración con algunas cosas familiares, profesionales, o sociales. La libertad de escoger lo que le da sentido a mi vida es al principio algo asustador. Todavía no lo manejo muy bien. Pero voy aprendiendo poco a poco. Y lo chévere es que puedo compartirlo contigo tranquilamente, abiertamente.

El necesario punto de partida para mí es la diaria aceptación radical de “lo que es”, tal como es. Para muchas mentes prácticas esto es tal vez algo obvio. Para mí es apenas hoy el resultado de décadas de incesante búsqueda. No es que se necesite más, o menos, tiempo para ir descubriendo esto. Cada uno lo puede hacer ya. Al fin y al cabo, sólo el presente realmente existe. Mi trayectoria no es lo que me hace ser yo mismo, pero determina mucho de cómo me relaciono con “el presente”, con “lo que es aquí, ahora”. Por lo tanto, influencia cómo conecto con la fuente interior de mi paz. La riqueza enorme y variopinta de mi consciencia, con su simplicidad fundamental y su creatividad infinita, se va viendo más y más libre de ser, de simplemente ser como es. Puedo desde aquí mirar esa trayectoria, y veo como adquiere un sentido tan profundamente distinto al de, por ejemplo, una historia de pecado o de virtud.

Se nos inculcó la importancia mítica de la lucha interior, ese voluntarismo estéril que era conceptual y emocionalmente tan opuesto a lo que se suponía que era la “gracia de dios”. Toda una mitología sobre lo que es el ser humano, derivada de las historias de la biblia y de una filosofía forzada a acomodarse a la interpretación de esa biblia. Se hizo santo-mano-de-dios al fundador y se montó todo un tinglado mental y emocional alrededor de su persona, en el que yo me tomé mi papel muy a pecho. Hoy día parece tan raro. Pero me basta mirar a mi alrededor para encontrarme ese tipo de “approach” a la vida por todos lados. Es simplemente algo humano. Feo, pero humano. De otra parte están los derechos humanos, que en la estructura del opus pasaron a ser “el derecho a no tener derechos”, para que la cosa funcionara (se suponía) al pelo. Resulta que se reventó. El error antropológico fundacional, y por lo tanto fundamental, acabó creando tal tensión de contradicción en muchísimos de nosotros que nos fuimos. Ahora esa estructura ya no es atractiva, y no logra reclutar para reemplazar los que se siguen yendo o se mueren. En cambio, hemos encontrado otros caminos, otras veredas, cien mares y mil riberas. Ya no somos parte de esas caravanas de tristeza que decía el poeta.

Que sí, que hay una vida por vivir. No en un futuro incierto cuando esto o aquello se resuelva. Ahorita mismo aquí mientras lees estas líneas. Ya. No te hace falta esperar, o salirte, o volver, o quedarte. No importa. Ya harás lo que sea mejor para ti. Ahora te invito a pasearte por ese espectacular castillo interior que eres. A mirar con interés las flores y los huecos, los pájaros y los ratones, los hipopótamos y las iguanas, que en olas iridiscentes van cantando por sobre las colinas te tu infinito interior.

Noob





Una duda sobre el fundador.- Eilad

Me ha sorprendido encontrar la siguiente cita en la página 224 del libro de meditaciones, tomo V:

"El gobierno de la Obra se basa en la libertad y en la confianza. Confianza del que manda, en la responsabilidad del que obedece. Por eso he dicho alguna vez que la Obra es como una organización desorganizada, en la que cada Región, cada casa, actúa con plena autonomía. Hijos míos, no vayáis nunca en manada, formando grupo. Cada uno, con su libertad personal y su personal responsabilidad. Creo en la libertad como medio de formación; creo en la libertad como medio de eficacia; creo en la confianza como condición de unidad." [De nuestro Padre, Tertulia, 20-V-1966.]

Y me ha sorprendido por la fecha: 20 de mayo de 1966. No creo que, esta vez, nadie haya manipulado las fechas. Con esa hipótesis escribo esto.

En el libro de María del Carmen Tapia, en el capítulo VIII dedicado a la vuelta a Roma va contando lo que le pasó. No voy a volver a contarlo aquí, sólo quiero llamar la atención sobre las fechas:

"Después de cada interrogatorio me llevaban a mi cuarto, al que me acompañaba una asesora, generalmente Elena Olivera, quien además se quedaba dentro del cuarto conmigo. Recuerdo que yo me quedaba sentada delante de la mesa, con la cabeza entre las manos esperando hasta el siguiente interrogatorio. Y así me tuvieron del 14 al 31 de mayo de 1966."

Hasta aquí la coincidencia de estas dos cosas en el tiempo. Lo que me sorprende es que el fundador dijese esas cosas en una tertulia mientras tenía a María del Carmen Tapia en esa situación, y que -justo una semana después de decir eso en una tertulia- tuviese lugar una de las escenas más drámaticas:

"El 27 de mayo me volvieron a llamar a la sala de reuniones de la Asesoría Central... –Carmen, no tienes más salida que la calle..."

Lo siento, pero casar estos dos sucesos me produce dificultad. Voy a poner posibles explicaciones. No sé cuál de ellas es la más plausible.

(a) El fundador no conectaba lo que estaba diciendo con la situación de María del Carmen.
(b) Conectaba estas situaciones, pero entendía que el que obedece debe tener confianza con el que manda pero no al revés. Y la autonomía sólo existía si el que manda no pensase que se "murmuran" papeles suyos.
(c) Se daba cuenta de que había una incoherencia terrible entre lo que decía y lo que estaba haciendo, y, a pesar de todo, seguía como si nada.

Quizá alguien con más conocimiento pueda aportar ideas que permitan discernir entre estas tres posibilidades, o añadir alguna otra.

 Eilad





Fomentando la creatividad en un colegio Opus.- Agustina

Si Escrivá estuvo presente en la Anunciación…

Cómo no iba a estarlo en el nacimiento de Jesús...

 





Soñando con ruinas.- Casiopea

El 18 de octubre escribí preguntando por las pesadillas. Me emocionaron vuestras respuestas. Quise responderos enseguida pero no he podido hasta ahora. He pasado una temporada difícil, pero he seguido soñando. Uno de los sueños fue el siguiente:

Llegábamos, por casualidad, a unas ruinas. No estoy segura de quiénes éramos, creo que era gente de mi círculo actual.

Las ruinas tenían un aire a la Vía Appia, pero no lo eran. De hecho, estaban peor conservadas que muchos monumentos que se ven en esa Vía. Prácticamente no quedaba piedra sobre piedra, solo se veía un enorme círculo horizontal que no superaba los 30 cm de altura. Se podía andar sobre las ruinas, entrar y pisarlas sin problema.

Un antiguo profesor de sociología al que admiro, nos decía que eran las ruinas del Opus Dei. Es un tipo súper sabio en realidad, pero en este caso su explicación era incorrecta, incompleta, superficial: le faltaba información. Era urgente buscar a alguien que pudiera explicar todo bien, había que contactar a la gente de Opuslibros, a Antonio Moya…. Era indispensable que se conociera de verdad la historia, tal como pasó en el día a día, no en los libros oficiales.

De pronto, alguien de mi familia (la de verdad) que sabe de exposiciones, de arqueología y de didáctica de la Historia, explicaba que las indicaciones gráficas estaban mal: por lo visto, las cartelas de las ruinas de una realidad que había maltratado a sus miembros, tenían que incluir unos ángulos gráficos que no estaban ahí, y eran necesarios para la correcta comprensión del visitante.

Al final, aparecía gente de esta página, éramos como una gran familia.

************

Ese día, me tomé la mañana libre. Mientras limpiaba, medio soñaba despierta que caían bombas detrás de mí, pero no me perjudicaban. Y había todo un pasado doloroso que se iba destruyendo y derrumbando. ¡Plaaaaaaaas! ¡Puuuum!

Fui a misa. La lectura del Evangelio hablaba de calcular bien antes de construir una torre, para ver si había suficiente para cubrir gastos.

Y volví a ver en mi imaginación las ruinas de algo que iba a ser eterno en teoría, pero que simplemente quedará inconcluso, nunca mejor dicho, gracias a Dios (ojito, esto sería según mi sueño, pero a veces suceden cosas...).

*********************

A mí me pesa demasiado el pasado todavía, porque me fie más que la media que por aquí escribe y fue dolorosísimo abrir los ojos tras la salida. Y hay otras dificultades que me complican pasar página. Pero os doy las gracias a los que escribís para recordar que cada uno es responsable de su presente, y que la vida está ahí, esperando. Gracias muy especiales a Agustina y a Crnúmerobajo. Crnúmerobajo, me emocionó leerte, cuánta empatía tienes. Y gracias también a los que me obligasteis a abrir los ojos con vuestras palabras en algún momento: Mediterráneo, Comonueva, Hormigónarmado.

Feliz Navidad a todos, disfrutad de la gente que os quiere y a la que queréis. Y que tengáis un 2024 lleno de libertad y de sucesos preciosos. Que disfrutéis mucho de cada paso. Creo que poca gente es capaz de valorar tantas, tantas cosas pequeñas como nosotros

Casiopea

 





Zoom del viernes 15/12 ya en Youtube.- Ágora

 

Las conexiones históricas y financieras del Opus Dei en España con el Dr. Ángel Valdéz Estrada. Cómo las amortizaciones se convirtieron en un catalizador para la creación de sociedades interpuestas, protegiendo el valioso patrimonio del Opus Dei. Un coloquio que analiza las fechas clave en España y su eco en América.

Volvemos en enero. ¡Brindamos con todos por una FELIZ NAVIDAD! 

 

 




 

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