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CORRESPONDENCIA

 

Lunes, 03 de Abril de 2023



Credibilidad del Congreso General.- xuabe


Credibilidad del Congreso General

Xuabe, 3/04/2023

 

            Se acerca el Congreso General del Opus Dei, donde se va a tratar la reforma de los estatutos que les ha pedido el papa Francisco en el famoso motu proprio “Ad Charisma Tuendum”. De este congreso saldrán unos nuevos estatutos que probablemente cuente con la aprobación del Vaticano. A mi juicio, el aprobar unos nuevos estatutos no es suficiente para que tengan credibilidad los cambios operados. Para los miembros más fanáticos de la institución esta no es una cuestión de debate, viene del Padre luego viene de Dios, luego es absolutamente creíble.

            Sin embargo, para todos aquellos que hemos pertenecido a la Obra en algún momento de nuestra vida y que vemos el congreso desde la distancia y con otra perspectiva, la cuestión de la credibilidad cobra una importancia capital, puesto que hemos visto con nuestra experiencia como todo aquello que pudiera estar en el ordenamiento jurídico de la prelatura, siempre quedaba en un segundo plano respecto del famoso “espíritu de la obra”, norma no escrita que impregnaba todo y que era la que realmente se aplicaba.

            En mi opinión, hay tres cuestiones que la Obra debería implementar para que todo este proceso que ha iniciado el Papa tuviera credibilidad: El reconocimiento del daño causado, el propósito de cambio y la reparación del daño causado.

            El reconocimiento del daño causado debe ser a nivel institucional. No ese reconocimiento de fallos o errores que se achaca a los miembros a título individual dejando a salvo a la Obra. El daño es sistemático y realizado por parte de la institución como se pudieron leer en las instrucciones, vademecums y demás documentación que estuvo colgada en Opuslibros.

            Daño en la incorporación de menores en edades para las que no estábamos preparados para tomar decisiones que nos han afectado tan gravemente. Daño en la despersonalización que nos infringieron robándonos aquello que es más esencial al ser humano como son la propia conciencia o la intimidad. La conciencia pasa a ser la de la institución dictada a través de los directores. La intimidad nos era despojada semanalmente teniendo que desnudar nuestra alma ante una persona a la cual ni siquiera elegíamos. Daño de los que se fueron y dejaron una parte de su vida en la Obra la cual les recompensa con el olvido al más puro estilo de la “damnatio memoriae” que practicaban los romanos y daño de las personas que estuvieron trabajando en las labores internas y se les negó un salario digno los seguros sociales que por justicia les correspondía, con especial referencia a las numerarias auxiliares. Qué decir de los que han quedado con secuelas psicológicas que han marcado su vida.

            En segundo lugar, debe haber un propósito de cambio en todas esas prácticas que se han realizado. Los nuevos estatutos deben plasmar claramente cuál es la praxis que a partir de ahora va a realizar el Opus Dei, sin dejar mucho resquicio a que el famoso espíritu de la obra deje en papel mojado lo que se plasme en las normas aprobadas por el Vaticano. Los Estatutos deben ser públicos y publicados y por supuesto deberían estar a disposición de los miembros de la Obra y de todos aquellos que quieran consultarlos en los idiomas que sean necesarios.

            Por último, no es suficiente con todo lo anteriormente expuesto, sino que ese daño causado institucionalmente debe ser reparado en la medida de lo posible. Deben ser indemnizadas las personas que han trabajado para la institución sin que percibieran el salario que correspondía. Deben ser restituidas en la memoria y en la historia de la obra todas aquellas personas que se fueron pero que dejaron parte de su vida en la institución. Qué decir de los que han sufrido enfermedades psiquiátricas por la praxis institucional y una enorme lista más de damnificados que merecen una reparación.

            Estas son, a mi juicio, los pasos que la obra debe dar para que sea creíble los resultados del próximo congreso y los nuevos estatutos que salgan de él, si no será otra vez “Conceder sin ceder con ánimo de recuperar”.

            Xuabe




 

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