Gracias a Dios, ¡nos fuimos!
Opus Dei: ¿un CAMINO a ninguna parte?

Correspondencia
Inicio
Quiénes somos
Correspondencia
Libros silenciados
Documentos internos del Opus Dei
Tus escritos
Recursos para seguir adelante
La trampa de la vocación
Recortes de prensa
Sobre esta web (FAQs)
Contacta con nosotros si...
Homenaje
Links
Si quieres ayudar económicamente...

Google

en opuslibros

Si quieres ayudar económicamente al sostenimiento de Opuslibros puedes hacerlo desde aquí.


CORRESPONDENCIA

 

Viernes, 28 de Octubre de 2022



Nihil novum sub sole.- Ibera


Nihil novum sub sole

Ibera, 28/10/2022

 

Llevo bastante tiempo leyendo vuestra página, que me parece magnífica. A mí me ha ayudado a entender muchas cosas por las que pasé. A estas alturas no voy a aportar nada nuevo, creo que todo está dicho. Incluso reconozco que me da un poco de pereza ponerme a escribir... Pienso que hay tantos testimonios que uno más de poco va a servir. Pero allá voy, por si estoy equivocada y si vale a alguien.

Yo era una niña de familia católica practicante. Ambos padres trabajaban en profesiones liberales y el estudio y el trabajo tenían una importancia muy grande en casa. Para todos, daba igual que fueras niño o niña, las exigencias en estudio, en formación y en estímulos intelectuales eran las mismas. Nosotras no teníamos que ser “discretas”. Yo he sido muy alegre hasta los 11 años: reía, cantaba, escribía poesía, hacía comedietas, era bastante gansa y al mismo tiempo muy responsable y autoexigente. Era piadosa, solía ponerle flores a la Virgen. El ambiente católico era mi hábitat natural. La peste entró en mi casa -y en mí- el día que vinieron unos vecinos al edificio. Eran supernumerarios...  


Artículo completo

 





La podredumbre viene de arriba.- E.B.E.


La podredumbre viene de arriba

28 de octubre de 2022 – E.B.E.

«Tienes que estar unido a los que el Señor ha puesto para gobernar, que son la cepa, la vid a la que tienen que estar bien unidos los demás. Si no, no me darás fruto, o darás fruto de vanidad, o quizá totalmente de podredumbre; y en vez de alimentar a las almas, pudrirás todo y serás causa de corrupción y malicia, en lugar de ser objeto y ocasión de virtudes» (Escrivá, Meditaciones, I, nro. 100)

 

Nuevamente nos encontramos con un texto de Escrivá en el que describe muy bien lo que ha sucedido en el Opus Dei, pero en sentido contrario al que Escrivá podría imaginar.

Escrivá sabía ver la paja en el ojo ajeno, describirla al detalle. Pero, ¿qué decir de la viga que el Opus Dei ha tenido -y hasta el día de hoy tiene- en el suyo?

Según Escrivá, la podredumbre venía de abajo, o al menos sólo podía venir de abajo. Sin embargo -siguiendo con su metáfora-, la podredumbre, la que pudre todo y es causa corrupción y de malicia, vendría de arriba, de los directores superiores.

Cuando pienso en todos los momentos en los cuales fui feliz o al menos la pasé muy bien en el Opus Dei, me doy cuenta de que las personas que intervinieron en esos acontecimientos fueron "gente de abajo" y la mayoría –si no todas ellas- abandonaron el Opus Dei. También sucede lo mismo con quienes me acompañaron en los momentos difíciles: eran todos "de abajo". Los directores superiores estuvieron ausentes, sólo aparecieron en los momentos de "malas noticias" (originadas en sus decisiones) o de nuevos encargos. Cuando yo tuve que dejar el centro donde vivía, quienes vivían conmigo estaban apenados, no así los directores superiores (quienes, por  razones de eficacia, decidieron “un mejor” destino para mí). Pero quienes vivían conmigo no podían ni tenían ningún poder para cambiar la situación, pues la podredumbre no se había originado en el centro donde vivían.

De todos modos, más allá de los recuerdos personales, que pueden ser discutibles, están las situaciones estructurales, que son patentes. 

Pensemos en todo lo relacionado a la explotación de las numerarias auxiliares. Esa podredumbre ha venido de arriba -del mismo lugar que ahora se resiste a pagarles-, no la decidieron los que vivían en el centro, ni siquiera el director local. Podredumbre que llevó a que se perdiera la mayoría de vocaciones de numerarias auxiliares. Y si las auxiliares que ahora están se encuentran en mejores condiciones, eso es debido a mejoras asentadas sobre un terreno fertilizado de podredumbre que tuvieron que soportar las que se fueron.

Lo mismo sucede con los abusos de conciencia: otra podredumbre que no ha venido de abajo sino bien de arriba. 

Y en este sentido, no puede evadir tal responsabilidad el prelado, menos aún la figura del mismo Escrivá, quien escribía esas palabras arriba citadas a modo de latigazos para disciplinar a las bases, al pueblo llano.

«Si no sabes obedecer, no serás eficaz», decía Escrivá en esa misma meditación. Asociaba la podredumbre a la falta de eficacia.

Y en realidades al revés: la podredumbre proviene de la obsesión escrivariana por la eficacia que lleva a instrumentalizar a las personas. Ahí es donde "se pudre todo" e incluso el Opus Dei mismo se transforma en causa de malicia.

Se cumple lo del Evangelio (Mt 23): hagan y cumplan todo lo que ellos les digan, pero no se guíen por sus obras, porque no hacen lo que dicen.

Me he encontrado con gente que -alentada por las enseñanzas evangélicas que se predicaban en el Opus Dei- cuidaba a los enfermos con mucha dedicación, pero eso surgía de su propia iniciativa, porque en cuanto intervenían los directores superiores se acababa todo ese "paraíso en la tierra" que proclamaba ser el Opus Dei. Mejor era que los superiores estuvieran ausentes, porque cuando intervenían era por algún interés, por alguna instrumentalizacion o utilidad que esperaban obtener.

Es probable que la imagen del Opus Dei, fijando la mirada en “las bases”, fuera realmente maravillosa porque sin duda había fe y se creía que lo que Escrivá predicaba era lo que los directores superiores practicaban de manera ejemplar. Hasta que se descubría que no era así, que regía una moral distinta, una moral superior para los directores: la moral de la eficacia.

Y en el Opus Dei también se cumple aquello de que buscan los primeros lugares (Lc 14, 8-9).

Porque los directores superiores están asociados a los más santos, a las eminencias de la santidad -de donde no podría provenir podredumbre alguna-, pues la teoría decía que de ellos venía directamente la Voluntad de Dios.

«Para nosotros, la Voluntad de Dios es siempre clara, transparente; la podemos conocer hasta en sus mínimos pormenores, porque el espíritu de la Obra y la ayuda de nuestros Directores nos permiten saber lo que el Señor nos pide en cada momento» (Meditaciones, III, p. 338)

No es casual que primero hubiera que canonizar a Escrivá, antes que a Isidoro Zorzano. Los directores superiores debían ocupar los primeros puestos, igual que los fariseos.

El Opus Dei se pudrió no precisamente por culpa de las bases sino de sus directores superiores, empezando por su fundador, el principal responsable.

E.B.E.





Comunidad de Belén, de la Asunción de la Virgen y de San Bruno.- Ana Azanza

Hola Lozano y todos:

En referencia a tu escrito del miércoles, en efecto se han producido un reformas en esa Comunidad.

Que, como muchas otras creadas en el siglo XX sin mirar a nadie, presenta derivas sectarias y métodos coercitivos de recluta y deformación.

Hay que reconocer que algo han hecho, han establecido esa célula de escucha para los y las que se fueron y piensan reformar. Es bastante más que otras “comunidades” para las que los que se fueron no existen y casi mejor porque, cuando se acuerdan de ti, es para machacarte en tu vida “post”, para que no remontes el vuelo si puede ser.

Sin embargo, da la casualidad de que estoy en contacto con mujeres como Patricia Blanco Suárez, Elena Sánchez y otras francesas desde hace algunos años que pertenecieron. Patricia se puso en relación para que le echara un cable en la redacción de las memorias de sus años dentro de dicha comunidad. Estas personas que cito y algunas más han dado su testimonio en sendas entrevistas de Youtube antes de que se implementaran las reformas dichas y después, y tanto ellas como otras que no puedo citar han dicho públicamente que el intento de mediación es un camelo.

Precisamente ayer contacté con otra española que vive por aquí y también perteneció y me decía que había estado en conversación con el mediador y que no le había convencido nada. Belén, Como todo lo que nace mal es irreformable. El mediador protege a la Comunidad intachable.

Ayudé a Patricia en la redacción de su libro, me leí su testimonio con detenimiento y la he escuchado en una decena de entrevistas que ha mantenido en el canal de Pascal Hubert, el abogado belga que se ha preocupado de recoger testimonios de todos los variados y diversos escaldados que el catolicismo carismático ha viniendo produciendo.

Y siendo distinto, la Comunidad de Belén es más “monjil”, imagínate qué horror… viene a ser lo mismo. Mucho ruido de santidad y pocas nueces efectivas de espiritualidad. Acepción de personas, culto a la fundadora que llevaba un tren de vida, siendo monja, vivía y comía de lujo ¿no te suena? A mí el tema ya me resulta cansino porque son los mismos defectos en todas partes: predicar cosas que no se viven, exigencias inhumanas para el último de la fila mientras los capos hacen lo que les da la gana literalmente y por mucho que lleven hábito.

El hábito no hace al monje, el refrán es viejo y el lugar común, pero no acabamos de enterarnos.

Y con los dineros, parecidos defectos. Eso sí, control de la monja obrera que da vergüenza se puedan llegar a esos extremos, pero la comunidad gasta en edificios y pide y obtiene. Estas son amantes de las liturgias, los iconos y la artesanía religiosa. Explotación de la monja artesana que sale de ahí y se encuentra con que la comunidad no ha cotizado a la seguridad social por sus años de trabajo.

Patricia ha tenido que batallar duro para que la Comunidad le reconozca que estuvo trabajando cierto número de años de cara a la jubilación. Y será la seguridad social francesa la que se encargue, pero no es suficiente ni es todo.

Y Patricia también ha dado público testimonio de que cuando ha acudido a esa mediación no ha servido para nada, en resumen, es un “lavado de cara”, todos contentos y aquí no ha pasado nada. Las reformas ya veremos si llegan y en qué consisten. Aderezos.

No se puede basar una vida conventual en el culto a la personalidad de nadie, y es el fallo que compartimos unos y otros, y mientras no se reconozca que ese es el pecado de base, todo lo demás queda genial y estarán encantadas de cubrir el expediente de cara al oficinesco Vaticano.

Pero de cara a la persona que padeció el sectarismo, la esclavitud, el engaño... no hay reparación ni indemnización ni justicia, a no ser que tengas dinero para contratar un buen abogado, tu caso no haya prescrito y puedas acudir a los tribunales. En Francia claro, porque en España olvídate, los jueces españoles no están para arreglar los problemas de sectas y sectillas católicas. Hasta ahí podíamos llegar.

¿La justicia española llamando al orden a una comunidad religiosa? Ni en sueños.

Y por si alguien quiere comprobar cómo se le quedó el cuerpo a Patricia, a Elena y a tantas otras que echaron a perder una veintena de años ahí cuando les hablaron de la mediación, adjunto los links a los vídeos:

https://youtu.be/5seMSsKnIw0

https://youtu.be/uyXTII6G8Us

Te doy la razón en que hay movida, y al menos hacen acto de contrición ´público, otros ni están ni se les espera. Pero es un lavado de cara dicho por las propias que a día de hoy, a sus 40 años intentan abrirse paso en la vida sin tener ni título ni cotización ni perro que les ladre. A brazo partido a salir adelante.

Eso sí la hipocresía no conoce límites, siempre hay un más allá.

Saludos

Ana Azanza

 




 

Correos Anteriores

Ir a la correspondencia del día

Ir a la nuevaweb

 

Gracias a Dios, ¡nos fuimos!
Opus Dei: ¿un CAMINO a ninguna parte?