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CORRESPONDENCIA

 

Lunes, 17 de Octubre de 2022



La denuncia de ex numerarias auxiliares en CNN español.- Agustina

Durante una entrevista con "Conecta2", Susana Lencina, exmiembro del Opus Dei, cuenta su experiencia de cómo la orden decía que una persona común puede ser santificada a través de distintos tipos de labores. La institución de la Iglesia católica refiere que "delante de Dios, lo importante no es el éxito humano, sino el amor que se pone en el trabajo". Ante estas acusaciones, la oficina de Comunicación de la Prelatura del Opus Dei en Argentina dijo a CNN que "no hay denuncia formal" al respecto y que desde el mes de julio existe una comisión para escuchar este tipo de casos.

Rosana Vaccon cuenta en "Conecta2" su experiencia como exintegrante de la orden del Opus Dei, recordando el accionar de la institución tras el fallecimiento de su padre. Ante estas acusaciones, la oficina de Comunicación de la Prelatura del Opus Dei en Argentina dijo a CNN que "no hay denuncia formal" al respecto y que desde el mes de julio existe una comisión para escuchar este tipo de casos.

El programa se emitió el sábado día 15 en el programa Conecta2 de CNN. Cuando esté disponible para verlo completo en línea, pondremos el enlace en un nuevo post. 

 





Mentalidad sacerdotal y alma clerical.- CRNUMEROBAJO

"Esa ha sido en general la evolución del Opus Dei. Comenzó siendo algo laical, y secular para terminar siendo una institución clerical en la que cooperan laicos" (esto dice, recientemente, Gervasio en "La progresiva pérdida de secularidad del Opus Dei".

En mi último decenio como numerario de los más de tres que estuve, en efecto, era palpable –y, a veces, comentado sotto voce- el peso que iba adquiriendo el clero en todo lo que tenía que ver con lo clerical y, a la vez, se “perdía” ese peso en todo lo que tenía que ver con apoyar al seglaredo (o laicado).

Esto se manifestaba en cosas aparentemente nimias, pero cada vez más presentes. Las tertulias, en centros ‘normales’ de varones con dos, tres o cuatro sacerdotes (no digamos en centros ‘anormales’ con cinco, seis o hasta nueve sacerdotes… y no hablo de Roma), cada vez versaban más sobre la labor con otros sacerdotes: reuniones con Obispos a favor, tertulias y planes especiales de ateneos, atención a seminaristas jóvenes, nombramientos o desnombramientos eclesiásticos.

Horarios y planes del centro, incluso teniendo tres sacerdotes disponibles, se modificaban para poder ser atendidos debidamente (en el sentido opus de “debidamente”): el día de la meditación, las Misas, las bendiciones, la atención de confesiones de los residentes e incluso la propia labor ‘externa’ de jóvenes, o de atención de los muchos y mayores supernumerarios, etc.

Cada vez más se resentía esa labor ‘externa’ de manera que, muy frecuentemente, los retiros mensuales –agotadores para todos; lo puedo asegurar (muchos todos los meses: para dos o tres grupos de supernumerarios, el de numerarios, el de agregados, el de jóvenes, si acaso…)- se hacían fuera del centro: con sacerdotes de apoyo buscados aquí y allá porque los ‘ordinarios’ estaban en otras cosas clericales, o de viaje en convivencias e historias diversas, cada vez más vinculadas a su carácter clerical…

Sobre esta base, el tradicional soft-power de los sacerdotes y una discreta participación en el gobierno del centro se estaba convirtiendo, cada vez más, en una presencia más hard y de peso específico. Incluso su posición de fuerza generaba cierto despotismo en el modo de actuar de algunos sacerdotes, perdiendo su identidad de numerario y ganando su identidad como numerario-plus: SSS+; ; al fin y al cabo el propio vicario era un sacerdote y el peso se trasladaba cada vez más a ese lugar.

Además –y esto también era muy comentado, solo con miradas claro- está cada vez pesaba más el liturgismo, las bendiciones en cada fiesta y motivo especial, el clima general vinculado a las "cosas de los curas". La clericalidad del funcionamiento de los centros se hacía más palpable. A la par, paradójicamente, que cada vez más los propios numerarios tenían que salir fuera a Misa y, en apuros especiales, incluso a confesarse... A veces por semanas enteras, aún habiendo sacerdotes en el centro; de manera que incluso había que buscar, casi a escondidas, un sacerdote para renovar al Santísimo. Situación paradójica, pero real.

Con sacerdotes cada vez mayores, ordenados hace más años y con más olvido de sus tiempos como numerarios laicos ordinarios. Enfrascados y amoldados a su condición clerical. Sacerdotes cada vez mayores, con más necesidades de atención, de apoyo y de vehiculización. Atendiendo cada vez más cosas: convivencias aquí y allí (a veces, muchas, en el extranjero, con viajes largos y costosos), retiros, sus propias convivencias, apoyo a atención de la SSS+, etc. Agotados, agobiados. En ocasiones colaborando con párrocos zonales, también agobiados. Todo lo cual contribuía a esa in-disponibilidad que genera que el laicado quedara cada vez más a su servicio.

Confundo, a propósito, dos “servicios”. Este último, derivado de la caridad y las servidumbres aceptadas de esa particular ''vida en familia'' de los centros, inevitable y propia, aunque fuera también costosa (máxime con el hartazgo de muchos numerarios también viejos y cansados). Con otro servicio, derivado directamente de ese despotismo clerical anteriormente descrito; el cual se plasmaba cada vez más en una disrupción o falla entre la vida laical propia de la labor, que se suponía clásica en un centro, y la vida real, cada vez más clericalizada en ese sentido. En cualquier caso ambos “servicios” a los sacerdotes, generaban, como apunto, un clima de clericalismo y abundaban en el agotamiento que mostraban los laicos normales, con trabajos acuciantes y obligaciones personales y de la labor ya suficientes, además de estar en número cada vez más exiguo y edad más provecta.

Acabo con una pregunta cuya anécdota revela categoría: ¿Cómo se podía explicar de manera sencilla y entendible a alguien de fuera -por ejemplo en un lugar donde se hacía una convivencia de verano- que los pocos laicos que había, junto con un montón de sacerdotes, no eran, también, una especie de acólitos/legos en espera de ser clérigos (o incluso sacerdotes a los que no les apetecía llevar sotana o semi-clergyman…)?

CRNUMEROBAJO

 




 

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