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CORRESPONDENCIA

Viernes, 08 de Julio de 2022

Estimados:

Espero que todos estén muy bien.

La presente reescritura de “Lo que el Opus se llevó” es más bien una corrección o “pasada en limpio” de la ya publicada en la página. La edición original se “subió” a la web en el año 2004, en varios capítulos. Esa versión – casi sin revisión – provenía de una previa escrita casi al momento en que dejé de pertenecer – sí, es fuerte, pero dejé de ser una posesión – al Opus Dei. En esa oportunidad, escribí todo de un tirón para no olvidar nada. Esa versión – con alguna pequeña corrección o agregado – es la que aparece en la página Opuslibros.

Habiendo pasado más de veinte años de la versión original y dieciocho de la que figura en Opuslibros, decidí volver a leerla y encontrándole algunos errores gramaticales entendí que para facilitar su lectura convenía corregirlos y también hacerle algunos agregados. Lo bueno, es que tal como mencioné previamente, me olvidé – por suerte – ya de muchas cosas, especialmente de nombres y de gente, pero no de lo mal que lo pasé allí y de cómo me “robaron” mi juventud. Está más que claro que nunca pidieron perdón y que ellos siguen pensando que los que los “abandonan” son traidores a su “vocación” que supuestamente no es más que ser cristianos comunes y corrientes en medio del mundo

Quizás la lectura de esto les sirva a ellos para pedir disculpas y a vosotros a evitar todo contacto con esa institución. TODO LO QUE SE RECAUDE POR LA VENTA DE LA PUBLICACIÓN SERA DONADO A OPUSLIBROS.

Copio el enlace de Amazon

Saludos a todos

Gustavo 

Me gustaría que los lectores de Opuslibros sepan que el Opus Dei no nos deja en paz a las 43 ex numerarias auxiliares que lo denunciamos por explotación y trata de personas. Sufrimos una campaña organizada de presión y acoso, a través de Whatsap, Messenger, email y cualquier otra manera de comunicación para pedirnos, bajo amenazas, que acudamos a la Comisión de Escucha que han creado para, ahora, escuchar nuestros problemas como si no nos hubieran escuchado en su momento, como si no los hubiéramos hablado y denunciado mil veces antes de marcharnos sin ninguna respuesta, cariño ni apoyo.

A las propias numerarias auxiliares que siguen dentro y que con muchas compartimos penas y alegrías, aquellas de las que guardas un buen recuerdo y que si las vieras nuevamente por la calle nos daríamos un abrazo, ahora les han indicado que, en unas pocas letras, nos acusen de que mentimos, de que el demonio está detrás de nuestra denuncia y de que rectifiquemos por el bien de nuestras almas. Las “hermanas pequeñas” vuelven a ponerse como alfombra para que pisen blando las directoras que, sabiendo que no mentimos, les obliguen a que den la cara por ellas.

Afortunadamente, ya no sirven amenazas tan infantiles. Los años perdidos por el adoctrinamiento de continuar dentro a través de la coacción y el miedo, quedaron atrás. Ahora somos personas libres, tenemos fuerza y tenemos razón.

Nos dicen que nos tenemos que retractar, que entendimos mal, que “ellos” pueden aclararnos todo y ayudarnos. Ellos, los verdugos como les llamó “Tuces”, ¿nos van a aclarar lo mal que se portaron? ¿Nos van a aclarar por qué no cumplieron con los aportes de nuestro trabajo y nos dejaron sin derechos para una jubilación merecida? ¿Pueden aclarar a esos padres, muchos de ellos ya enterrados, por qué les mintieron diciéndoles que íbamos a tener una vida mejor o por qué no permitieron que, fruto de nuestro trabajo, les ayudáramos las veces que necesitaron unos pesos para quitarles agobios por sus necesidades?

Algunas de nosotras recibieron ayer las mismas amenazas, ahora de una numeraria. Parece que se extiende el campo de más acosadores. ¿Nos amenazarán también los sacerdotes de la obra a los que les contábamos en el confesionario nuestras penas, dudas, miedos…, a los que les limpiábamos sus sotanas y toditas sus prendas, a los que también servíamos y de los que no tenemos noticias de que manifiesten que no mentimos?

Saben por petición de nuestro abogado que no deben contactarnos y que el acoso está penado.

Lástima defender a una institución que tanto daño les hace a todas ellas también aunque sigan dentro porque, cuando quieran hablar y desahogarse por lo que pasan día a día, no habrá ninguna Comisión de Escucha. Tendrán enfrente a unas directoras que les harán ver que sus sufrimientos sólo son tentaciones del demonio.

Un abrazo a todos,

Pacha

Hola Pez,

Gracias por tu respuesta. Creo que hubo una confusión de traducción. 

Con "asistentes numerarios" me refería a los naxes. La cuestión es que si Opus Dei quiere convertir a sus laicos en una asociación de laicos (para darles un lugar adecuado en el derecho canónico), probablemente tratará de llamar a todos los diferentes tipos de célibes con un solo nombre. De lo contrario, si mantienen los diferentes nombres/tipos con diferentes reglas y estilos de vida, el Vaticano puede pedir a Opus Dei que haga una asociación separada para cada grupo. Por lo tanto, es posible que se produzca una situación en la que todos los célibes sean "numerarios" de nombre (o como decidan llamarlos). Pero Ocariz-Fazio podría intentar mantener las diferentes agrupaciones (algunos viven en centros, otros no, algunos siguen haciendo el trabajo de naxes pero ahora se llamarán numes). Has dado una buena ilustración de por qué: si no mantienen las diferentes agrupaciones, la gente dirá que ha habido un cambio esencial y provocará conflictos y crisis dentro de la organización. Sobre todo a los numerarios más antiguos les costará aceptarlo. Y los directores no quieren lidiar con esa reacción emocional...

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