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CORRESPONDENCIA

 

Lunes, 31 de Enero de 2022



Alguien voló sobre el nido del cuco.- Gervasio

 

Alguien voló sobre el nido del cuco

Gervasio, 31/01/2022

Tardé mucho en enterarme de qué significa eso de volar sobre el nido del cuco. Todo el mundo sabe que ese es el título de una película famosa y merecidamente oscarizada. Después de mucho preguntar e indagar sobre todo con estadounidenses, llegué a la conclusión de que es una expresión de argot, de germanías, de jerga, de como dicen ellos slang y más concretamente del argot de la hampa. En cuanto al significado, la expresión sirve para manifestar que alguien se escapó de una cárcel, de un manicomio —como sucede en la película— de una situación de drogadicción en que alguien se encontraba atrapado, de un campo de concentración, etc., de cualquier situación permanente, insoportable y desagradable. Lograr salir de allí es algo difícil de conseguir. Es un triunfo. Del que lo logra se dice que voló sobre el nido del cuco. Volar sobre el nido de cuco no es satisfacer una ambición, cosas tales como hacerse millonario o convertirse en un cantante de éxito internacional. Es salir de un infierno del cual casi nadie logra evadirse…



(Leer artículo completo...)




El lobo pierde el pelo.- Zartan

“El lobo pierde el pelo pero no el vicio”, así se dice en mi selva aunque en otras se diga “aunque la mona se vista de seda mona se queda”. Dos máximas de la sabiduría popular que indican lo mismo: que, aunque las condiciones cambien y los años pasen, hay ciertas formas de hacer que no cambian nunca, hay instituciones que -impasible el ademán- seguirán actuando como siempre lo han hecho.

Si alguien se pregunta qué es lo que le pasa hoy a Zartán os podré responder que la culpa la tiene Class con su aguda entrada del viernes pasado al hablar de sinodalidad.

Sinodalidad, bella palabra y en muchos casos perfectamente vacía. A veces es una excusa con la que, tanto de arriba como de abajo, más de uno intentará imponer su pensamiento a los demás haciéndolo pasar como un pensamiento global y ya se sabe que si cien millones de moscas dicen que la mierda es buena…

Pero, a lo que vamos tuerta, lo que ha hecho Class es sacar de mi fondo de memoria un recuerdo que tenía enterrado, debió ser a finales de 1968 o principios del 69. Un día, creo que fue en la tertulia después de almuerzo, el director del centro nos dió un aviso y era que el Concilio Vaticano II había pedido a todas las realidades de la Iglesia (nunca se dice eclesiales porque suena poco secular) que hiciesen propuestas de ayornamiento (los italianos dicen aggiornamento), la Obra no tenía nada que ayornar pero, como siempre hay que hacer lo que la Iglesia pide, tu y tu vais a escribir una pequeña nota diciendo lo buena que es la corrección fraterna, vosotros tres lo haréis sobre lo útil y querida que es la confidencia (ahora charla fraterna) y … no recuerdo el tercer punto que había que loar en nuestros escritos ayornantes. Me parece que esos escritos “sinodales” serían la fuente de un congreso o algo parecido, donde se reuniría todo y se le presentaría a la Santa Sede para dejar claro que la Obra no necesitaba actualizar o cambiar nada, que todos unidos, firmes y compactos como ejercito en orden de batalla …

¿Alguien recuerda eso? No puedo ser el único que lo recuerde y me gustaría saber en qué quedó.

A parte de la cita del Papa en la página oficial de la prelatura ¿hará algo el Opus Dei en referencia a la sinodalidad? ¿Habrá participación de la única Prelataura Personal en esta solicitud del Papa?

Ya no doy mas la tabarra, que a nadie le interesan los recuerdos de los viejos.

Desde mi selva un afectuoso abrazo para cada uno.

Zartan de los Nomos



Respuesta a Salvador.- Gervasio

Salvador (28-I-2017), no eres pesado, sino perseverante, cosa que algunas veces, no siempre, está bien. Me parece que ahora sí me he hecho cargo de tu pregunta: ¿Por qué unos se dejan engañar y otros no?

Antes de la guerra civil española el banderín de enganche funcionaba bien con los carlistas —los de Dios Patria y Rey— y gentes afines, donde el patriotismo coincide con tener por ideal a Dios. El Opus Dei fue para ellos motivo de atracción. Después de la guerra el banderín de enganche funcionó bien con los universitarios. El Opus Dei representaba un catolicismo de vanguardia, moderno y rompedor. Ese banderín se podía exhibir en cualquier Universidad. Ese banderín de enganche dejó de funcionar en el decurso de los sesenta, paralelo al decurso del concilio Vaticano II.

A partir de entonces el campo actuación queda restringido a clubs, residencias, universidades, colegios del Opus Dei y microclimas así, con gente que por familia o ambiente están cercanos o inmersos en el Opus Dei. El banderín de enganche se torna un tanto vago e impreciso, por no decir que ha desparecido. Como todos los de mi entorno son del Opus Dei —esa es la débil motivación—, voy a tenerme que hacer yo también del Opus. Hoy se contentan con gente más bien desmotivada. Hazte del Opus Dei, para darle algo de sentido a tu vida. Algo así como voy a hacer alpinismo, porque algún deporte hay que practicar. El banderín de santificarse en el trabajo ordinario, ya se sabe que consiste en trabajar para el Opus Dei en lo que te manden. No atrae.

Como puedes comprender respondo con una reducción simplificadora del calibre 133.Habría que añadir miles de matizaciones y complementos. Y luego queda todo el capítulo de los motivos para perseverar. Un largo capítulo. Los motivos para no hacerse del Opus Dei, son infinitos, pues dependen de un futurible.

Por lo demás lo de “el timo de la estampita” lo escribí sin intención especial, al buen tuntún. No sé bien ni siquiera cómo se practica. Para mí es como hablar del “truco del almendruco” o de la cotorra Porra, o del calamar Baltasar o de la tortuga Puga. Es un mero jugar con las palabras.

A ver si esta vez acierto por lo menos en haberme hecho  cargo de tu pregunta Profunda. Tuyo para siempre en este espacio,

Gervasio




 

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