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CORRESPONDENCIA

 

Miércoles, 26 de Enero de 2022



La jerarquía pública de la Iglesia nos protege de la carismática.- Gervasio

Querido Salvador: Perdona mi tardanza en contestar a lo que me preguntas, pero es que no leí tu correo hasta varios días después de su publicación en 21-I-2022. Sorry!

Agradezco que no me hayas formulado una pregunta personal. Tan sólo tengo que dar razón de por qué tantos, tantos, tantos, nos hemos dejado seducir por €scrivá. Te proporciono una lacónica respuesta: porque €scrivá pertenece a la línea que llamas línea profético-carismática.(Cfr.Salvador 23-XII-2003). Paso a desarrollar un poco más la idea.

Desdoblas a la iglesia de esta manera: La iglesia b, es decir la Jerarquía, ha seguido dos líneas: la profética-carismática (minoritaria) y la "eclesiástica" de modelo "eclesiástico- funcionarial" (mayoritaria) que ya concibió s. Agustín y que ha marcado a la iglesia latina. (Ibid.)

No me parece que hayas trazado del todo bien la divisoria, porque las sitúas ambas líneas en un plano de igualdad. En mi modo de dividir, hay una línea jerárquica —formada por el papa y los obispos, es decir los sucesores de los apóstoles— y una línea profético-carismática, formada por €scrivá y otros cientos de fundadores que dicen haber recibido luces especiales del cielo. Estos últimos suelen acabar en un instituto de vida consagrada, o en una prelatura personal o en un instituto secular u otras figuras afines...



(Leer artículo completo...)




Opus Dei y el proceso Por una Iglesia sinodal.- MariaMR

No sé si ya se habrá hablado de este tema anteriormente en Opuslibros, pero vale la pena recordarlo. Como muchos sabréis, la Iglesia inició en septiembre de 2021 un proceso participativo abierto a todos los bautizados, un sínodo en el que todos estamos invitados a hablar. “Por una Iglesia sinodal: comunión, participación y misión” le han llamado, donde la gran novedad es la participación. Hasta hace unos días no tenía muy claro qué era esto, pero ahora he tenido la oportunidad de informarme y veo una puerta abierta para todos los exmiembros del Opus Dei (y para los miembros que crean que algo no se hace bien) para denunciar lo que esta institución hace.

Ya sé que se han hecho denuncias varias veces al Vaticano y no ha habido grandes cambios, pero esta vez veo dos grandes factores diferenciales. El primero es que en elDocumento preparatorio de la XVI Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obisposdel 07.09.2021, ya en el primer capítulo “La llamada a caminar juntos”, en el punto 6, se dice:

“Sin embargo, no podemos escondernos: la misma Iglesia debe afrontar la falta de fe y la corrupción también dentro de ella. En particular, no podemos olvidar el sufrimiento vivido por personas menores y adultos vulnerables «a causa de abusos sexuales, de poder y de consciencia cometidos por un notable número de clérigos y personas consagradas». Continuamente somos interpelados «como Pueblo de Dios a asumir el dolor de nuestros hermanos vulnerados en su carne y en su espíritu»: por mucho tiempo el de las víctimas ha sido un clamor que la Iglesia no ha sabido escuchar suficientemente. Se trata de heridas profundas, que difícilmente se cicatrizan, por las cuales no se pedirá nunca suficiente perdón y que constituyen obstáculos, a veces imponentes, para proceder en la dirección del “caminar juntos”. La Iglesia entera está llamada a confrontarse con el peso de una cultura impregnada de clericalismo, heredada de su historia, y de formas de ejercicio de la autoridad en las que se insertan los diversos tipos de abuso (de poder, económicos, de conciencia, sexuales).”

No sé a vosotros, pero a mí lo que me parece es que me están llamando a abrir la boca y a denunciar. Sea el Papa, o sea quien sea, se ha decidido que esto no hay que aceptarlo más.

El otro factor diferencial que veo en esta ocasión es que la denuncia no pasará directamente al Vaticano. Pasará por las personas de la parroquia, por el sacerdote responsable, por los obispos, etc. Entiendo que esos testimonios que mandemos, esas denuncias de lo que no se hace bien, serán difundidas a distintas personas que no tenían por qué conocer la realidad del Opus Dei anteriormente y que quizá dejen de pensar que el Opus Dei es un grupito de gente conservadora y punto. Esto puede modificar la opinión pública, como mínimo de los que hayan leído nuestra aportación, y quizá alguien pueda tocar algún hilo a posteriori.

Creo que como mínimo hay que enviar nuestros testimonios de lo vivido en primera persona. Aunque cada parroquia solamente puede aportar 10 páginas, sí puede enviar anexos con testimonios si lo cree necesario. Además, estaría bien pedir que se escuche a los exmiembros de organizaciones religiosas que denuncian las manipulaciones que han vivido, y que no se les desacredite. Lo ideal sería también citar aquello que nos parece más equivocado del Opus Dei en concreto (para mí, por ejemplo, es el engaño y la manipulación de menores, el tomar el nombre de Dios en vano, amenazar con ir al infierno o ser infeliz si no se sigue su voluntad). Como último apunte, yo voy a escribir al inicio de mi aportación que, por favor, no pasen ese documento a sacerdotes del Opus Dei, para que no desaparezca misteriosamente.

Para participar, supongo que cada parroquia tendrá su sistema. Si buscáis en Google mismo “Cómo participar del proceso sinodal en xxx” seguramente podréis encontrar las instrucciones. No hay que participar en tu parroquia, por lo tanto, si tenéis algún sacerdote de confianza id a hablar con él, o si vuestra parroquia simpatiza con el Opus Dei, no hay problema: buscad otro sitio. Si os animáis, creo recordar que tenemos tiempo hasta marzo de este 2022 para hacer las aportaciones.

Maria MR




 

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