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CORRESPONDENCIA

Miércoles, 12 de Enero de 2022

La doble vida es mal asunto, no suele salir bien ni a corto ni a largo plazo. Da igual el terreno, sea religioso, profesional, familiar, afectivo, social, económico. No sale bien la doble vida. Es más, se entra al momento en la esquizofrenia.

En la Obra era uno de los temas reiterados en charlas, meditaciones, confidencias. Pero como dice Gervasio en su artículo del 10 de enero, la Obra no tiene espiritualidad, solo tiene tácticas. Y por táctica no desean que haya doble vida, no por la salud mental o espiritual del sujeto, sino porque en el caso de la doble vida se abre la puerta para huir (huir, no salir), porque en cuanto compaginas un modo de ser normal con otro anormal, la cosa casca. Casca porque si de verdad vives en el mundo y te relacionas vives una vida normal. Y cuando vuelves al centro vives una vida absolutamente anormal. Vamos con ejemplos.

Trabajas donde quieras y te relacionas: una cervecita al salir, charlas en la comida, un cigarrito en un momento, quedadas para ir al cine, al teatro, para salir a cenar, para pasar unos días, bodas. Y claro hay hombres y mujeres. Amplíese a la universidad, a la familia, al contexto que quieras. Si afrontas esas realidades con la mentalidad de numerario kamikaze no vas a ningún lado, mueres, eres no ya raro, eres extraño y como saben o acaban sabiendo que eres opusino, pues la sacrosanta Obra del marqués queda como Cagancho en Almagro: tipos no raros, rarísimos y atrabiliarios.

Entonces empiezas a relacionarte, lo normal, debes vivir una doble vida y comparas esta realidad del mundo mundano mundanal con lo que ves en tu centro y o te deprimes o poco a poco o de golpe, coges la puerta y adiós, incluso pax y aeternum para más rechifla. Por eso dan la tabarra con la doble vida, por eso meten a la gente en colegios de Fomento, por eso al Colegio Romano como sea, por eso a trabajos internos. Pero claro (y ya he hablado de ello) ves a otros numerarios VIP vivir con cochazos, clubes de tenis, vistiendo de lujo, despachos o estudios donde se dan la vida padre... Ves eso y si puedes haces igual, pero por poco tiempo, porque te largas o pones todos los medios para largarte.

Yo hice una oposición para un instituto y tras las prácticas y en mi primer destino en un pueblo lejos de mi ciudad, me difuminé. Anda que no he tenido que soportar el que si has estado con una chica en la cafetería de la Facultad, o que conducir el coche de mi padre o de un amigo era no vivir la pobreza por la marca y el modelo,que de dónde has sacado esa prenda de vestir. Y al final terminas en el BMW de tu padre con la buenorra de clase y poniéndote el chaquetón Burberry que casualmente también tiene el vocal de San Miguel de la Comisión. Y al final te vas. NO he vivido nunca la doble vida tras irme del Opus porque ni ha hecho falta ni es sano ni cómodo. En fin, táctica que no espiritualidad ni nada parecido. Y hoy, 2021 un numerario no sobrevive en la calle si ha de vivir como el Marqués pregonaba a no ser que no viva esa táctica y se lo consientan porque ya la Obra se descompone por todos lados. Pero como decía El Roto, "no tienen militantes, tienen maletines", pero incluso ya ni maletines.

No hay Adaros o millonarios que los financien como antes y mantener La Pililla, Molinoviejo, El Soto, Solavieya, Torreciudad es imposible. 

Madurez

Postdata: El primero que no vivía de forma coherente era Escrivá, véase Villa Tevere y la mausoleo Tutankamen donde lo han enterrado.

La fuerza de la palabra

Gervasio, 12/01/2022

            La fuerza de la palabra tiene su máxima expresión en la Eucaristía. El sacerdote dice esto es mi cuerpo y lo que era pan, sin perder la apariencia de pan, se convierte en el cuerpo de Cristo. Tal es al menos lo que creemos los católicos. También —me han dicho— los anglicanos, aunque niegan que se produzca una transubstanciación. Tal sucede más o menos con los demás sacramentos. Con ellos se cambia la realidad mediante signos o palabras. Pero a continuación hay que parar el carro. Sacramentos aparte, hay que parar el carro…

La amistad en el opus dei

La amistad es otro enigma humano más, seguramente parte de nuestro ser más profundo, como señala Harari. Psicológicamente necesaria, resulta una parte del Amor humano al que nadie, de un modo u otro, es ajeno. No tener amistades es perder algo que resulta valioso y necesario. Es diverso a otros amores, como el familiar o el erótico (marital o no). También es algo bello, aunque aparentemente superfluo. Cada quien la vive a su manera. Tenemos amistades de niños, jóvenes, maduros, viejos; en el colegio, en el trabajo, en el parque, en el campo, en la ciudad. Reales o virtuales. Físicas o telefónicas. Sufrientes o gozantes; o de ambos tipos. Unas duran, otras se van. Unas permanecen pese al transcurso del tiempo y la ausencia; otras se desvanecen o mediatizan por otros componentes. Unas cambian y otras se mantienen estables. Unas son muy físicas o sociales, otras más íntimas y psicológicas. Unas exigen la comunicación y el trato; otras se mantienen sin apenas trato. Un enigma humano más...

Empiezo diciendo que C.S. Lewis es uno de mis autores preferidos... quizá es mi autor preferido sin más. Leí Cartas del diablo a su sobrino cuando aún me encontraba en el Opus Dei, pero seguí descubriéndolo en mi vida sucesiva. Tengo dificultad para citar los títulos pues no los conozco en español, pero me encantan sus ensayos y, sobre todo, sus cuentos: A viso scoperto, es el título en italiano, que revisita el mito de Amor y Psique empapándolo de honda espiritualidad, pero sobre todo su trilogía, un cuento de teo-ciencia ficción que intenta revisitar la presencia del pecado original y de la lucha entre bien y mal dentro de la creación, lográndolo de forma apasionante y que no se puede dejar de leer hasta llegar al final. Sonlibros que sigo volviendo a leer de cuando en cuando.

Esto para decir que cuando, el pasado lunes, me encontré con la intervención de Dax: Abusos institucionales - Carta del diablo a su sobrino, la cosa me supuso cierta excitación. Fuí a leerla de inmediato, y tengo que decir que la lectura no me decepcionó en absoluto, como quizá tenía temor al ver aludido a un autor, para mí, inalcanzable en su humorismo lleno de hondura.

Me gustó el estilo de la escritura, que encontré digna del modelo al que se había inspirado, pero sobre todo la eficacia de esta forma de argumentar acerca de lo acertado y desacertado del supuesto espíritu del Opus Dei. Subrayar como tantos criterios y costumbres, tantos aspectos de los criterios que llenan las practicas opusinas, puedan revelarse una ventaja para el trabajo de un diablo custodio que actúa para ganar un alma a su causa, me pareció que completará eficazmente la eficacia de tantos análisis hondos, directos y muy pertinentes que han salido en estos veinte años en esta página.

Desconfiar del propio juicio y de la propia naturaleza, convertir la Fé en fanatismo, llevar a actuar como si los fines justificaran los medios, fomentar el secretismo y la endogamia, menguar la confianza en la Gracia y reemplazarla con el voluntarismo para vivir según unos criterios supuestamente sobrenaturales, sustituir la voluntad de Dios con la de quien dirige... todas esas cosas para conseguir no dejar rastro en el “paciente” ni de Fe, ni de Esperanza, ni de Caridad... Ese resumen de los aspectos críticos del Opus Dei me pareció muy acertado y eficaz, por ser sintético (virtud que admiro tanto en los demás, por faltarme totalmente a mí), y por la sonrisa, el humorismo que quitan esa sensación de amargura que, aunque justificada, a veces resulta inevitable en nuestras criticas.

Como hago a menudo cuando algun escrito me afecta especialmente sin que haya aún situado a su autor, me cogió la curiosidad de irme a releer los escritos de Dax. He logrado reconstruir un poco de su experiencia, y me he fijado especialmente en su No se va de mi memoria (XI) en el que profundiza el tema de la imagen equivocada de Dios y de su voluntad que nos deja nuestro paso por el Opus, y que tanto trabajo puede costar desaprender:

“No se me había ocurrido... que la Voluntad de Dios viene, antes que nada, a través de la realidad que se nos impone”.

“Sobre todo, destruye la imagen de Dios en la que has creído. Ese, en el que has creído, no es Jesús, es un ídolo de barro. Deja entrar a Dios en tu vida. De Él viene la paz, el sosiego, la alegría. Todo lo contrario es del Maligno”.

Me permito señalarlo a la atención de quien pueda interesarle, al mismo tiempo que le agradezco a Dax esa intervención suya que tanto me ha gustado.

Deseo a tod@s un feliz 2022!

Elena

Un encuentro muy agradable -y agradecido- con Paula Bistagnino, la periodista argentina que publicó en exclusiva el reportaje: “Denuncia ante el Vaticano: 42 mujeres acusan al Opus Dei de abuso de poder y explotación”. Reportaje que se publicó a continuación en muchos medios internacionales -en distintos idiomas- y por el que Paula ha recibido el premio a la mejor investigación del año en Argentina. 

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