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Opus Dei: ¿un CAMINO a ninguna parte?

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CORRESPONDENCIA

 

Lunes, 19 de Diciembre de 2022



Libros gratis en Amazon.- Agustina


Desde hoy lunes 19 hasta el viernes 22 inclusive, estarán disponibles en Amazon para bajar gratis los siguientes libros:

El Opus Dei por quien lo vivió – Gervasio
El Opus Dei como revelación divina – EBE (también la versión en inglés)

 





SERVIAM!.- Aleteia

A ti que temprano despiertan, a ti que, apenas levantado, besas el suelo con humildad, entregando a Dios tu jornada con esa maravillosa promesa: ¡Serviam! Permíteme, querida alma escogida, que te haga esa sencilla pregunta: ¿Pensaste alguna vez a qué te comprometes a diario con esa palabra: “Serviam” ¿Sí? ¿A quién / a qué vas a servir en ese día que empieza ¿Yo, por lo menos, pensaba que iba a servir a Dios y a las almas –que de cien nos interesan las cien, ¿verdad?

Y me decía que esa Obra, nacida por voluntad divina en tan generoso corazón, era el mejor camino que se me ofrecía para servir. Y brotaba en mi alma una inmensa y ferviente gratitud por haber recibido semejante elección. Fíjate: ¡cofundador! Nada menos. Uno de los primeros en la Región. El panorama era inmenso y enaltecedor: santificarme en medio del mundo, andar libre, gozando de esa preciosa libertad de los hijos de Dios, esparciendo generosamente luz, paz y alegría a mi alrededor, atrayendo otras almas al calor del Opus Dei…

Pasaron algunos años sin que se esfumara la ilusión, alimentada –eso sí– por la cercanía del Sagrario. Nunca me deja de sorprender, hasta hoy, el singular estremecimiento del alma frente a la presencia física del Señor. Qué dulces son esos toques del Amor hecho Hombre cuando se manifiesta en lo más íntimo de nuestro ser…

Hubo mucha alegría también al ver los primeros frutos de la labor apostólica; momentos entrañables en la vida de familia; confidencias intimas con aquel sacerdote mayor (que, desgraciadamente, acabo destrozado, aniquilado, hundido en una profunda depresión). Mentiría si no evocase los desengaños que también conocí: unos menores, otros más importantes. Cada vez me decía que era cuestión de personas: algún que otro, Director o no, que no había encajado bien con el espíritu de la Obra y que iba a por lo suyo. Hasta que, repetidamente, me pidieron mentir, disfrazar, engañar, manipular. Hasta que intentaron obligarme –invocando el buen espíritu– ir en contra de lo que me dictaba mi conciencia. Años después, entendí que ese modo de proceder no era cuestión de personas sino practica institucional, directamente derivada de la personalidad trastornada de un fundador quien se dejó conquistar –como tantos otros– por la sed de poder, la hubris del éxito y el afán de tomar su revancha por las humillaciones recibidas.

Al fin y al cabo, entendí que lo único que tiene relevancia para el Opus Dei es su propio existir, su imagen y su poder. No le importa un ápice lo que puedas pensar o decir, lo que puedan decir o pensar tantos numerari@s cuando cuestionan diversas practicas internas deletereas. Si te atreves a hacerlo, te tildan de soberbio; te acusan de falta de visión sobrenatural; te culpabilizan; te invitan a confesarte; y hasta se burlan de ti. Lo experimenté en carne viva. En definitiva, acabas por comprender que la alternativa es someterte pisoteando tu conciencia o salir. A no ser que te echen. Sin miramientos.

 La verdad es que para el Opus Dei –como sucede en cualquier sistema autocrático– la persona concreta no cuenta para nada ya que para ellos no eres nada ¡Qué engaño pretender que la Obra es una “madre guapa”! Las madres que se comportan así con sus hijos (“Serás digno de mi amor mientras hagas lo que te mando”) no son más que perversas psicópatas. Y no es de extrañar que sus hij@s sufran de trastornos psicológicos agudos como se encuentran tantos en la Obra, acabando para algunos ꟷ¡demasiados!ꟷ en auténtica locura o suicidio. Es entonces cuando brota desde lo más profundo de tu ser, con la fuerza del que quiere salvar su alma, un rotundo y definitivo: “Non serviam!”. No, Señor, ya no quiero servir a esa burbuja de vanidades y engaños.

Cuesta trabajo –y a veces mucho trabajo– reconstruirse. Pero has encontrado el zócalo de tu conciencia que se abre progresivamente a las luces del Espíritu Santo, guiándote en el nuevo camino que emprendes. Y empiezas a respirar de nuevo, asumiendo gozosamente tu libertad en vez de prostituirla por intereses ya ajenos a cualquier inspiración divina como a toda dignidad humana. Así que, permíteme, querida alma escogida, que te vuelva a hacer la misma y sencilla pregunta: ¿A quién /a qué vas realmente a servir hoy?

ALETEIA





El Papa habla del Opus Dei.- Gervasio


El Papa habla del Opus Dei

Gervasio, 19/12/2022

El diario español ABC, un diario de difusión nacional e internacional, ha publicado ayer domingo 18 de diciembre de 2022, una extensa entrevista con el Papa Francisco en la que responde a muchas y variadas preguntas. Dos de ellas versan sobre el Opus Dei:

—¿Cómo podemos interpretar los cambios que usted ha solicitado al Opus Dei?

No es una cuestión sólo del Opus Dei, sino de las prelaturas personales. En el esquema de la Curia, el Opus Dei dependía de la Congregación de Obispos, pero en el Código de Derecho canónico las prelaturas se encuadran de otro modo, y había que unificar el criterio. Se estudió la cosa y se dijo, «que vaya la prelatura a la Congregación del Clero». Lo hice dialogando con ellos. Además soy amigo desde la Argentina de Mariano Fazio (vicario general del Opus Dei). Ha sido una cosa serena y normal hecha por canonistas, trabajaron incluso canonistas el Opus Dei en el proceso.

¿Tuvo mucho eco la decisión?

Algunos por una parte decían «¡Por fin el Papa les dio a los del Opus …!» ¡No les di nada! Y otros, de otra parte decían «¡Ah, el Papa nos invade!». Nada de eso. La medida es una reubicación que había que resolver. No es correcto agigantar la cosa, ni para hacerlos víctimas, ni para hacerlos reos que recibieron castigos. Por favor. Soy muy amigo del Opus Dei, los quiero mucho y trabajan bien en la Iglesia. El bien que hacen es muy grande.

Hasta aquí la transcripción literal de la entrevista, seguida y precedida de muchas otras preguntas y respuestas. Y puestos a hablar de “invasiones”, deseo puntualizar que era el Opus Dei el que había invadido a la jerarquía eclesiástica y pretendía instalarse como parte de ella. Había que reubicarlo. El reubicador que lo reubique buen reubicador será.

Los Catecismos de la Obra, los canonistas del Opus Dei en sus escritos y lecciones y los de a pie en sus charlas no hacían más que proclamar que la jerarquía del Opus Dei es parte de la jerarquía eclesiástica. Es un disparate. ¡A reubicarse! No corresponde a cualquier sacerdote o a cualquier fiel cristiano fundar instituciones que formen parte de la jerarquía eclesiástica. Como el tema ya ha sido tratado repetidamente en OpusLibros, no voy a insistir ni a recrearme de nuevo con nuevas o ya conocidas argumentaciones. Me remito sobre todo a la Congregación para la Doctrina de la Fe en su contundente Iuvenescit Ecclesia.

Cosa distinta es ver en el Opus Dei un conjunto de males, sin mezcla de bien alguno. Hasta en OpusLibros leemos que en el Opus Dei hay personas buenas e incluso muy buenas. En el Opus Dei, como en las personas, cabe apreciar aspectos buenos y aspectos malos o por lo menos no tan buenos. Sólo de Jesucristo leemos que todo lo hizo bien. (Marcos, 7, 37) Bene omnia fecit.

Como sabemos, el Opus Dei fue llamado al orden en tema de dirección espiritual y probablemente en muchas cuestiones más que no conocemos. Y lo será en lo sucesivo. Como suele decirse con estos bueyes hay que arar. No procede tirarlo por la ventana. Que el Papa reconozca y diga que hacen un bien muy grande, no significa que sean perfectos. En todas partes cuecen habas. Hasta en la Iglesia, que es de fundación divina.

Gervasio

 





Licor 43.- Zartan

En mi tierna infancia y en mi adolescencia existía en España el Licor 43. Era (o es) un menjunje bastante dulce pero con más de 30 grados de alcohol, un buen petardazo escondido bajo el azúcar y un color atractivo. No te lo podías tomar de un trago porque se notaba que era fuerte y normalmente lo saboreabas poco a poco. Esa forma de tomar es lo mejor para que el alcohol se suba a la cabeza: bien ensalivado y a sorbitos va entrando en el sistema circulatorio y cuando quieres darte cuenta ya has perdido la noción de por donde quedaba el norte y si es o no jueves.

Ante la propuesta de un trago así, las dos opciones mas sensatas son: dices que nones y que prefieres una mierdi-cola o te tomas la pócima alcoholica de un solo golpe. Si optas por lo segundo, te rascará la tráquea, se te saltarán unas lagrimitas y ya está, podrás seguir articulando palabras coherentes y -además- quedarás como un curtido habitante de la dura estepa. Lo de poco a poco queda mas para pusilánimes o para experimentar encuentros cercanos del quinto tipo.

Pues bien, nuestros amigos prefieren saborear el tema de las 43 que tiene mas graduación alcoholica que el licor 43. En lugar de plantarse y decir claramente “la cagamos” y disponerse a pagar las consecuencias, han optado por el tragarse la pócima poco a poco. Inventan unas oficinas de… bueno, no sé de qué ni para qué. Alargan el tema, tal vez esperando que las aguas se aquieten, se aburran algunas de las 43, que lleguen otras quejas más manejables y solucionándolas puedan presentarlas como grandes logros de su misericordiosa actitud o que el querido Putin nos meta a todos en un embolado de tal calibre que nadie se acuerde de las 43 ni de las 430.

Pero cada cual tiene su sistema para enfrentar problemas y son muy libres para hacerlo como les dé la gana, que sarna con gusto no pica.

Sí que me da pena que, de una forma u otra, la sensación que queda de todo este trambusto, es que se trata solamente de resarcir económicamente a un grupo de personas. Si me quedara más cerca esa maravillosa oficina tal vez me animaría a ir y decirles que me fuí con menos de lo que hoy serían 20 leuros, que me amenazaron con las penas del infierno si dejaba la barca (oiga, que fue literal la amenaza), que sería siempre tremendamente infeliz por preferir el plato de fabada (prefiero la fabada a las lentejas), que me hicieron comer (y yo acepté libremente) unas psico-pócimas de pretendidos efectos vocacionales, que me quitaron el saludo junto con la sal y el fuego todos los que unos días antes eran mis hermanos con lazos mas fuertes que los de la sangre, que poco tiempo después otros ex-hermanos me montaron un lío jurídico intentado sacarme unos leuros que no tenía o -tal vez- intentando rejalgarizarme un poquito. ¿Si les cuento todo esto qué me dirían? Y si les añado que hasta hace solo unos años con frecuencia me despertaba en la noche soñando que estaba en un centro, tal vez se apiaden de mi y… me den sabias consejas o me recomienden un druida psico-no-sé-qué aunque solo sea nutricionista. Y si les digo que todos mis compañeros de estudios están más que jubilados pero que yo tengo que seguir al pie del cañon porque no tengo posibilidad de jubilarme ¿me darán algo de calderilla o más sabias consejas?

En definitiva, que menos mal que esta mágica oficina me queda lejos y eso me ahorra el trabajo de ir a sufrir una humillación o lo que es peor, la indiferencia.

Chicos, que no es solo el vil billete lo que los damnificados buscan, que hay algo más, que existe la comprensión, la empatía, la caridad, el agradecimiento por lo que “esos desgraciados” hemos hecho por la obra. Que el mundo no es el dinero… aunque sea poderoso caballero.

Abrazos y felices Navidades a todos (si, también a los IN).
Zartan



No perseveró...- JasonJonas

Cuando uno entra al Opus de inmediato empieza a familiarizarse con un léxico muy particular, usado ya como miembro. Palabras como “nuestro padre, el padre, pitar, de casa, encomendar, es conveniente, pax o tertulia” pueden ser algunas de las más frecuentes, y habrá varias más que se me escapan. Todas estas palabras entran a modo de lenguaje interno y exclusivo, como se acostumbra en toda comidilla de grupos u organizaciones.

Pero hay unas palabras que el Opus usa de forma muy específica y que es común para denominar el supuesto fracaso y traición hacia quien perteneció al Opus. El Opus, con toda la profundidad de juicio de quien se siente con la autoridad moral suficiente, siempre dice: Fulatino de tal “no perseveró...”

(Leer artículo completo...)




MALOS TIEMPOS PARA EL OPUS DEI (III).- Philippe Ballaux

 

MALOS TIEMPOS PARA EL OPUS DEI (III)
Philippe Ballaux, 19/12/2022

 

Eso era de esperarse. Ante los escándalos –o, más precisamente, ante sus escándalos– el Opus Dei reacciona. A su manera. Es decir, como le gustaba repetir a Escrivà, “sicut acies ordinata” (“como un ejército en orden de batalla”).

Esto se debe a que, para la Obra de Dios, las batallas que se libran esta vez corren el riesgo de ser duras y abarcar muchos frentes.

En efecto: está en primer lugar la onda expansiva producida por el Motu proprio "Ad tuendum carisma" del pasado mes de septiembre por el que -recordemos- el Papa Francisco invitó a la Prelatura a revisar sus estatutos para, indicó, que el carisma de fundación (re)prevalece sobre el aspecto jerárquico de la institución.

“Vaste entreprise!” como diría DE GAULLE, tan cierto es que en el Opus Dei las decisiones se toman de arriba abajo, sin impugnación posible. ¿No encontramos en “Camino”, el best-seller del fundador, esta famosa máxima según la cual el buen espíritu exige, en toda obra apostólica, “obedecer o marcharse”?...

 

Artículo completo en PDF

 





Perpetrado con buena fe.- Xavier de Barcelona

Hola. Soy un afectado, no exmiembro ni con estudios, acogido en esta web desde hace tiempo.

Considero verdadero lo que se denuncia en esta web. Y considero falso que el Opus Dei no actúe de buena fe. Por eso pienso que una denuncia que cuestione su buena fe va a ser cuestionada por cuantos les tratan, porque su buena fe y su buena voluntad me parecen evidentes, y si a quienes les alcanza una denuncia así consideran falsa una parte de lo denunciado, quizás ni entren a mirarse el fondo la cuestión. Pero por supuesto ¡haber quien grita melodiosamente cuando algo le está doliendo tan a rabiar! Y este es nuestro cálido espacio de expresión, gracias Agustina.

Pienso que el Opus Dei pretende de buena fe cristianizar la sociedad a través de los más aptos, pienso que pretende de buena fe poner a Cristo en la cumbre de las actividades humanas (¿a través de que sus miembros ocupen las posiciones más altas en la sociedad?, pienso que pretende de buena fe darle la vuelta al mundo como a un calcetín, etc... Quizás el Opus Dei esté luchando de buena fe por caer en la tercera tentación de Cristo, no lo sé, no sé tanto, pero lo que sí afirmó es que tanto la institución como los miembros consideran nobles sus fines, y que los persiguen cegados por esa locura erasmiana que les permite patear sus vidas y las de otros sin el menor remordimiento.

Incluso las ocasionales o frecuentes debilidades individuales o colectivas (avaricia, soberbia, narcisismo, megalomanía, elitismo, etc...) quedan justificadas al servicio de los que consideran sus excelsos fines. Si les apetece un gran santuario en la nada, o una absurda capilla romana llena de lujos, o una costosísima casa en Tierra Santa donde invitar personalidades, si engañan a Hacienda y a la Seguridad Social, sí... pues para ellos todo queda blanqueado al servicio de sus "santos" fines.

Pero de la buena fe del Opus Dei no creo que se pueda ni deba dudar, de sus fines sí y de su ceguera al mal que causa su Obra sí. Por decirlo a la manera del catecismo, pienso que los terribles males causados se han perpetrado sin plena conciencia ni entero consentimiento, incluso actuando con buena fe e total inconsciencia, siendo personas cegadas al mal cercano por su búsqueda de un bien general.

Esto no consuela ni ayuda, pero es lo que pienso. Y sueño con la posibilidad de que pueda irles todo mejorando con a los sabios toques que les da el papa Francisco.

Deseo que estas fiestas les sean a todos lo más gratas posibles.

Xavier_de_Barcelona





Una parábola dolorosa.- Fiorenzo2002

L’ultimo contributo di Gervasio (El Fundador como lastre, como hándicap) provoca qualche amara riflessione in chi si era appassionato al messaggio di Escrivà e vedeva aprirsi dinanzi a sé un percorso spirituale nuovo nella Chiesa. Con il tempo, la lettura dei testi sulla sua vita e sulla storia dell’Organizzazione diveniva sempre più stucchevole e meno convincente sul piano storico lasciando aperti interrogativi su molti passaggi di cui si intuiva l’unilateralità della ricostruzione e l’insoddisfacente risultato dal punto di vista anche logico. Nel frattempo diveniva persino insopportabile il richiamo martellante, al limite dell’ossessione, alla figura del fondatore, al punto da creare sovrapposizioni sul piano teologico che fanno perdere di vista l’autentica natura del rapporto con Gesù Cristo (Dio) che non fosse mediato dal santo.

Il colpo decisivo alla credibilità dell’OD è stato però assestato dalla storia di quelli che ne sono usciti a prezzo di sofferenze di ogni tipo di cui OL rende un’ampia testimonianza. La mancanza di accompagnamento di queste persone, l’asprezza del distacco e, se vogliamo, la nessuna lungimiranza nel comprendere quanto sarebbe stato addirittura necessario trattenere e valorizzare il tanto di buono che esse potevano esprimere, costituisce un segnale al quale non si rimane indifferenti. La storia per molti versi scandalosa e drammatica di Maria del Carmen Tapia è emblematica di questo divario tra la rappresentazione e la realtà. Ed a proposito di donne, le recenti cronache riguardanti le numerarie ausiliarie, appaiono un segno chiaro di forzature istituzionali che per forza di cose ha fatto sì che fossero proprio queste a far emergere contraddizioni e anacronismi non superabili. Di qui il discorso passa inevitabilmente a quello della Prelatura, ma questo è un capitolo sul quale c’è molto da dire, come tante volte è stato fatto proprio qui su OL con contributi di grande valore, e sul quale si potrà ritornare.

Un saluto a tutti.

Fiorenzo2002

 

La última aportación de Gervasio (El Fundador como lastre, como hándicap) suscita amargas reflexiones en quienes se apasionaron por el mensaje de Escrivà y vieron abrirse ante ellos en la Iglesia un nuevo camino espiritual. Con el tiempo, la lectura de los textos sobre su vida y sobre la historia de la Organización se hizo cada vez más empalagosa y menos convincente a nivel histórico, dejando preguntas abiertas sobre muchos pasajes en los que se intuía la unilateralidad de la reconstrucción y el resultado insatisfactorio. desde el punto de vista también vista lógico. Mientras tanto, la llamada estrepitosa, rayana en la obsesión, a la figura del fundador se hizo incluso insoportable, hasta el punto de crear superposiciones a nivel teológico que nos hacen perder de vista la naturaleza auténtica de la relación con Jesucristo (Dios). que no fue mediado por santo.

 

Sin embargo, el golpe decisivo a la credibilidad de Opus Dei lo asestó la historia de quienes salieron de ella al precio de sufrimientos de todo tipo, de los que OpusLibros da amplio testimonio. La falta de acompañamiento de estas personas, la dureza del desapego y, si se quiere, la falta de previsión para comprender cuánto hubiera sido necesario incluso contenerse y valorar el mucho bien que podían expresar, constituye una señal para que no deja indiferente. La historia en muchos sentidos escandalosa y dramática de María del Carmen Tapia es emblemática de esta brecha entre la representación y la realidad. Y hablando de mujeres, las crónicas recientes sobre numerarias auxiliares parecen ser un claro signo de forzamiento institucional que inevitablemente hacía que fueran precisamente ellas las que ponían de manifiesto contradicciones y anacronismos insalvables. De aquí el discurso pasa inevitablemente al de la Prelatura, pero este es un capítulo sobre el que hay mucho que decir, como tantas veces se ha hecho aquí mismo en OpusLibros con aportaciones de gran valor, y al que podemos volver.

 

Un saludo a todos.

Fiorenzo2002

 





20 años no es nada.- CRNUMEROBAJO

Veinte años no son nada, porque si la obra está llamada a la eternidad –dicho de otro modo, más epigráfico, con esas frases/ideas grandilocuentes de Escrivá que se me han olvidado-, entonces también quienes fuimos y los lugares donde, como este, vertemos nuestra forma de entender y entendernos, también son eternos.

Gracias a las iniciadoras y a los precursores, a los de ese primer momento y a todos los que habéis traslado vuestros maravillosos y profundos testimonios personales, que son la mejor prueba de veracidad de lo que sucede y de cómo sucede; del porqué de la insensatez de la forma de actuar y mediar que es la obra de escrivá y toda la estructura que ha creado, en órganos, praxis, doctrinas, materiales, etc.

Son tantas las cosas que diría, que no caben en este momento y lugar. Ahí queda todo esto para el registro de la historia real. No de la historia oficializada al milímetro que la obra crea cada día.

Tan solo un pequeño recuerdo de cómo accedí a ella. Fue tarde. Muy tarde. En realidad solo cuando estaba en camino de irme, tras un año de intensa lucha conmigo mismo (y unos diez de dudas “solventadas” o “paliadas” por el conducto reglamentario; que no acabaron en nada).

No tenía ningún interés en la página web oficial pues, para eso, todo lo que vivía y hacía a diario lo ilustraba suficientemente (ahora veo que tal página web habría que leerla como los ciudadanos soviéticos leían Pravda… a la inversa). Esta otra página web tenía más interés, pero entre la falta de tiempo y el miedo, nunca navegué por ella.

En el fondo creo que no quería leerla para no encontrarme con la otra cara de todo lo que hacía a disgusto y sin entenderlo. O más bien entendiéndolo cada vez mejor, pero en sentido contrario y, por tanto, disgustándome cada vez más. De tal manera que mi miedo a ojearla era porque era un reproche hecho con los testimonios, el verdadero rostro valiente, de quienes se habían ido. Contenía narraciones que mostraban la otra faz de lo que hacía y creía que era lo recto, lo bueno; pero que no era así. Quizá leer esos potentes alegatos que escribían tantas personas de carne y hueso me hubiera ayudado en aquel “camino”, para ver las cosas antes, más y mejor. Pero no pasa nada: me han ayudado en mi camino de salida y han servido para aliviar algunas de mis más profundas heridas.

Gracias a Agustina y a todos
CRNUMEROBAJO


 

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