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CORRESPONDENCIA

Lunes, 01 de Agosto de 2022

Recientemente he leído un artículo escrito hace unos días por un gerifalte del Opus, prelaturiano de pata negra, un alto cargo del chiringuito que tienen en Roma que llaman universidad (de la Santa Cruz). En él insisten en que son, una y mil veces, jerarquía. Que les da igual el motu propio, motu ajeno o motu de moto. Que si el papa les dice que son movimiento carismático, pues ellos a decir que son jerarquía. 

Está claro que no se conforman y que lo que diga el papa les entra por un oído y les sale por el otro. Que no van a obedecer, y punto.

Van directos a que el Opus Dei sea intervenido por la Santa Sede. Van directos a que el papa nombre un administrador apostólico (como ha hecho con otros movimientos) y a que ponga orden en el gallinero. Que desmantele la jerarquía opusdeística (tanto vicario, director, secretario, subdirector, sacerdote secretario, defensor, vocal, administrador, vicario delegado, etc., etc., etc.) y tanta falta de carisma, esto es, de caridad, de don y de verdadero amor a uno mismo y al prójimo. 

Se avecinan tiempos borrascosos para este movimiento carismático, prelatura carismática o lo que sea que es el Opus. Pero está claro que no hay obispo, no hay diócesis ni nunca lo va a haber. La gran metedura de pata de Alvaro del Portillo con la bula “Ut sit” lo van a pagar muy caro, y se van a desangrar con los venideros procesos de cambio en los estatutos y los futuros pulsos que van a echar, uno detrás de otro, a la Santa Sede y al papa. Ellos dirán que más filiación al Padre y el papa les dirá que se dejen de chorradas y que traten mejor a los socios más débiles y con menos recursos como son las numerarias sirvientas. Que traten mejor a los cooperadores orgánicos que dejan de serlo. Y ellos le darán mil vueltas, escribirán 20 cartas y seguirán desobedeciendo. Como han hecho siempre. Hasta que en la Santa Sede se harten y corten por lo sano. Entonces vendrán las lamentaciones y el rechinar de dientes de toda su inútil y chupóptera jerarquía.  

No queda otra que el Opus Dei sea intervenido. Van directos al desastre. NO WAY, como dicen los anglosajones. No queda otra. 

Un abrazo a todos y todas.

DATOS

Nota de Agustina. El artículo que cita Datos es “Carisma y jerarquía en el Opus Dei, dos dimensiones en una misma realidad. La relación entre los dones del Espíritu Santo en la Iglesia” Autor: Felipe Navarro, Rector de la Universidad Pontificia de la Santa Cruz, Profesor de Derecho de la Persona, Consultor del Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida.

Carisma si, Carisma no.

«Detrás de cada rigidez hay un desequilibrio». «La rigidez y el desequilibrio se alimentan entre sí en un círculo vicioso», Palabras del Papa Francisco a la curia Romana en el tradicional saludo Navideño el 23 diciembre 2019.

El Prelado -a partir de ahora- va a tener que centrarse en el carisma del opus dei. Ese carisma es rígido. Su primera rigidez es que “se supone” que es un carisma procedente de una inspiración particular de Dios al fundador. Empleo a propósito la expresión “se supone” porque a mí me lo hicieron creer, y me lo creí. Ya no. La Iglesia deja plena libertad para creer y seguir o no a los carismas particulares. No todos los carismas han de ser verdaderamente cristianos. Ya en tiempos del inicio del cristianismo, hubo obispos que siguieron el carisma de Nestorio, con la consiguiente herejía del nestorianismo, que duró varios siglos.

El carisma en el opus dei.

Está plasmado en todas las disposiciones y enseñanzas escritas -y orales- del fundador; (y también desarrollado por sus dos Prelados posteriores y el actual). Está complementado también en lo que viene a llamarse la tradición oral del opus dei. Y en las “costumbres de casa”. Todo viene recogido en ese sin fin de Vademecums, Instrucciones, notas, publicaciones internas -accesibles o no- y en otras publicaciones externas. Estas últimas abanderadas por el libro Camino.

Ya no le va a valer al prelado frente a cualquier duda o pregunta del Dicasterio para el Clero, responder alegando que un determinado tema “es carisma fundacional por tanto lo hacemos así". Y la Iglesia puede simplemente responderles: será su carisma, pero eso no es un carisma cristiano. Eliminen por tanto eso "que hacéis así".

Pongo unos ejemplos:

“No se lo digas a tus padres” cuando uno se hace de la obra. Carisma fundacional, sí. Esto va claramente contra el cuarto mandamiento; por tanto, carisma cristiano, no lo es.

“Es de mal espíritu confesarse con sacerdotes que no son del opus dei” carisma fundacional, sí. Carisma cristiano, No, en absoluto.

¿Las preguntas del círculo breve son carisma fundacional? Sí. Las redactó y aprobó el mismo fundador. Él daba los primeros círculos. Son carisma cristiano: no.

Véase dos botones de muestra:

Pregunta 18. ¿Manifiesto con hechos mi deseo de encontrar muchas almas que puedan pertenecer al Opus Dei y me preocupo de modo especial de fomentar las vocaciones de Numerarios y Agregados? ¿Pongo medios para acercar chicos jóvenes a la labor de San Rafael? Es carisma fundacional: Sí. Es carisma cristiano: En absoluto . No. Es una clara muestra de manipular la amistad y de hacer proselitismo. Y por "jóvenes" en el opus dei se entienden muy jóvenes también. El caso es que cualquier joven a los catorce años no tiene desarrollada la capacidad de discernimiento, (ni tampoco ha crecido suficientemente el córtex cerebral, que para el caso se desarrolla hasta los 21 años).

Pregunta 13. ¿Procuro promover y fomentar, con mi asistencia habitual, tertulias que amplíen y hagan más eficaz mi labor apostólica? Es un carisma fundacional, Sí. Es carisma cristiano, No. Buscar la eficacia no es forma de hacer apostolado. Está reñido con el verdadero sentido cristiano del apostolado.

Pregunta 27. ¿He sido siempre profundamente sincero con mis directores, conjugando la capacidad de iniciativa y la responsabilidad personal con la humildad para aceptar rendidamente los consejos recibidos sobre mi vida espiritual y mi labor apostólica, y para identificarme con esas sugerencias? Carisma fundacional: Sí. Carisma Cristiano, No. Aquí se mezclan directores de labores, directores espirituales, órganos de gobierno interno, consejos locales (la dirección espiritual en la obra es colegial) y confesores. (En la obra los sacerdotes están en órgano de gobierno que dirige tu vida,” con voz pero sin voto”). Además de los clérigos que sí tiene voto: vicarios etc. Además, ¿Dónde está el recurso a la voz de la conciencia individual? Cuando se llama “falta de humildad” no aceptar “rendidamente” estos consejos. Y todo rematado con la norma interna de “obedecer o marcharse” también fundacional.

Mi conclusión preliminar: Por el hecho de ser un carisma promovido por un fundador, no ha de ser un carisma verdaderamente cristiano, (en aquellos aspectos que no lo son). Y que, a partir de ahora, tocará el trabajo de discernir al dicasterio sobre el Clero, en primer lugar, y en segunda instancia a los obispos, cuando valoren las incursiones y actividades del clero del opus en sus diócesis. Quédense con su carisma señores del opus dei, porque eso no garantiza nada.

Para acabar:

El prelado dijo que “no cambia nada” con el motu proprio del Papa. Rápidamente han empezado las primeras contra confusiones sobre el tema, -promovidas por el propio opus dei-, que alega que “carisma y jerarquía” son en realidad “complementarias” y que son una “misma realidad”. (Autor: Luis Felipe Navarro. Rector de la Universidad Pontificia de la Santa Cruz, Profesor de Derecho de la Persona, Consultor del Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida.)

Por favor Sr.Navarro: ¡dimita! Está Vd. hablando de algo de lo que no tiene ni diez días de experiencia propia en este tema. Y no se atreva a llamar “dones del espíritu” a la mezcla que hace Vd. entre el carisma opus y la jerarquía establecida por Jesucristo.

Hormiguita

Lo que le acaba de suceder al Opus Dei es lo que cuenta san Lucas (14, 8-9):

«Cuando seas convidado por alguien a una boda, no te pongas en el primer puesto, no sea que haya sido convidado por él otro más distinguido que tú, y viniendo el que os convidó a ti y a él, te diga: "Deja el sitio a éste", y entonces vayas a ocupar avergonzado el último puesto.»

Que se podría traducir,

«cuando seas invitado a forma parte de la Iglesia, no ocupes los primeros lugares de su jerarquía, no sea que viniendo el que te invitó, te diga, deja este sitio y entonces vayas a ocupar avergonzado el último puesto.»

Ser obispo

Ya Escrivá quiso ocupar los primeros lugares y le rechazaron cinco veces. O sea, esto de pretender ser obispo, el superior del Opus Dei, viene de lejos, no es de ahora.

Del Portillo logró que lo nombran y también Echevarría (durante un mismo pontificado, el de Juan Pablo II). Y empezaron a clamar a los cuatro vientos una jerarquía para el Opus Dei que no tenía, hasta que les llegó el Motu Proprio de Francisco.

Lejos de humildad colectiva, el Opus Dei parece haber ejercitado la soberbia colectiva, creyéndose superior al resto de la Iglesia y ocupando lugares que no le correspondían.

Ahora, con su ejército de canonistas, insistirán en que nada ha cambiado, como viene diciendo Ocariz, lo cual me recuerda a los fariseos que se la pasaban discutiendo con Jesús para "hacerle entender" que el equivocado era El.

Los canonistas del Opus Dei, ¿son entonces los nuevos fariseos? Así parece.

Divinidad

El problema de fondo está en la naturaleza divina del Opus Dei, definido en la "Instrucción acerca del espíritu":

«…nosotros no hacemos una obra humana, por ser nuestra empresa divina, y como consecuencia no está en nuestras manos ceder, cortar o variar nada de lo que al espíritu y organización de la Obra de Dios se refiera»

Opus Dei es "Obra de Dios" y por lo tanto no hay nada que discutir ni ceder ni modificar, ni siquiera por parte del Papa.

El Opus Dei se va a resistir todo lo que puedan, hasta que la Iglesia le obligue a cambiar todo lo que haya que cambiar.

Tiempos

Como según los Estatutos (181 §1-3), toda modificación ha de ser aprobada por 3 Congresos Generales que se convocan cada 8 años, es de temer que el Opus Dei demore 24 años en cambiarlos, salvo que la Santa Sede les imponga otros tiempo. Incluso podría suceder que en el primer Congreso dijeran una cosa, en el segundo otra y en el tercero "aquí no ha pasado nada" siguiendo a su fundador en el conceder sin ceder con ánimo de recuperar. Una burla, en definitiva.

Es desalentador pensar en una institución que no va a cambiar nunca, al contrario, buscará siempre llegar a una mejor posición de poder dentro de la Iglesia para manipularla en beneficio propio, cual parásito. Entonces, ¿por qué la Iglesia permite que permanezca dentro de ella?

Tal vez la parábola del trigo y la cizaña nos pueda dar una pista de por qué la Iglesia no elimina definitivamente a una institución tal rebelde y desobediente.

Nuevos lefebvristas

Cuando el Opus Dei dice que no ha cambiado nada, no es que niegue la realidad sino que confirma que no está dispuesto a cambiar nada, es más profundo y problemático su mensaje.

La canonización de Escrivá ha confirmado al Opus Dei en su soberbia colectiva, en la idea de que siempre han tenido razón –es de Dios- y siempre se saldrán con las suyas porque Dios está con ellos. Igual que Marcel Lefebvre.

Y el problema de la soberbia colectiva es que no se arregla sin una gran humillación, sin una gran derrota.

El Motu Proprio ha sido una humillación, pero no lo suficiente como para hacer reflexionar al Opus Dei, al contrario, está pensando en cómo contraatacar. Está pensando en el siguiente papa o en el papa que venga dentro de 20 años, de ser necesario.

No es que en el Opus Dei colectivamente sean todos soberbios, sino que la institución en su núcleo duro es soberbia (pero ciertamente contagia a las bases).

El Opus Dei siempre se ha creído poseedor de la verdad (el Opus Dei como Voluntad de Dios) y con derecho a rebelarse incluso frente al Papa. Y esto, a muerte.

Haber canonizado a Escrivá es como haber canonizado a Lefebvre. Un error de dimensiones incalculables.

El Opus Dei se encamina a ser el nuevo Lefebvrismo con perspectivas de tener éxito si no se le detiene a tiempo. Porque su deseo de triunfar es mucho más fuerte que sus derrotas actuales.

E.B.E.

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Jesús Bastante. 31/07/2022

El texto exige abrir ventanas del colectivo fundado por Escrivá de Balaguer, y le obliga, en la práctica, a refundarse. Una noticia que, como muestra este curial en conversación con elDiario.es, ha sido toda una sorpresa.

Porque el Opus Dei ha sido, durante décadas, intocable. Puros, sin mancha, hasta el punto de asegurar (a pesar de portar, al menos, dos condenas en firme) estar limpios del mal de la pederastia en su seno. Pero la realidad escondía otras verdades, algunas de las cuales, como la situación de las mujeres en algunos de sus centros, como contó elDiario.es, terminaron por estallar.

Artículo completo en El Diario

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