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CORRESPONDENCIA

Miércoles, 12 de Octubre de 2011

Foto de un almuerzo en la sede de una Sociedad de vida Apostólica clerical de derecho pontificio, a la que asiste un cardenal. Fijaros en LOS Auxiliares que sirven la mesa de punta en blanco. Ojo, que esta Sociedad tiene una sección femenina de monjas.

María Luisa

Querido Catalejo y queridos amigos:

Lo que has escrito sobre los ocho pecados capitales del opus dei está muy bien. Felicitaciones, es una lista creativa, muy bien explicada, y eso es bueno. Yo quisiera hacer mi aporte siguiendo la lista de los pecados capitales de la lista oficial del viejo catecismo:

Soberbia: Que la tenemos todos, pero en la jerarquía del opus la tienen en unos niveles de impacto. Y fuera de los jerarcas, también.

Avaricia: Sobradamente descrita en este medio de información. Desmesurada, aberrante en el lado oscuro. Vergüenza deberían tener de meditar sobre la pobreza cada año en la fiesta de S. Francisco de Asís. La vergüenza que le daría, por el uso de nombre, al “poverello” de Asis si no fuera porque goza de la visión beatífica.

Ira: Hay demasiado iracundo en el lado oscuro. Empezando por san Chema y terminando por los hackers de OpusLibros, sin olvidarse de don Traca (personaje de mi serie de anecdotas). Hay gente que piensa que su manera de santificarse es echar broncas, como si ese fuera su examen particular.  “Hoy solo he echado tres broncas, voy mal, tengo que rectificar, mañana echaré cinco con la ayuda de nuestro padre”.

Lujuria: Dice el refrán: "lujuria oculta, soberbia manifiesta." Pues visto lo soberbios que son… no te digo nada… y te lo digo todo. La obsesión que tienen por el sexo y la “pureza” es, también, como para caso de estudio psicológico. Algo hay muy oscuro en el lado oscuro.

Gula: Especialmente entre los numerarios. Se dan unos banquetes impresionantes en todas las fiestas A que son montones. Deben ser unas cincuenta en el año. Eso sí, nunca dejan de hacer alguna pequeña mortificación para “no comer como paganos.” No tienen vergüenza.

Pereza: La de muchos numerarios, directores incluidos, que llevan una vida de lujo sin dar palo al agua. Hay excepciones, desde luego, pero son eso, excepciones. No tienen ni idea de cómo se trabaja de verdad, como lo hacen las auxiliares y como lo hace la gente que tiene que pagar una hipoteca en los tiempos que corren.

Envidia: Leo una cita de Confucio. “Sed rígidos con vosotros mismos, pero condescendientes con los demás. De este modo os veréis libres de toda envidia y resentimiento.” Dicen que son rígidos consigo mismos, lo dudo; pero condescendientes con nadie. Pobrecillos, tampoco están libres de la envidia y el resentimiento. Una pena…

 Bueno, me despido esperando que nadie escriba la lista de mis pecados capitales. Que Dios tenga misericordia de todos.

Un abrazo desde el otoñal y cálido Areópago.

Dionisio

El que montara esta web, que sí creo que fue inspiración divina, porque gracias a ella hemos conocido y entrado en contacto con gente maravillosa a los que nos une algo en común: el sufrimiento propio, por algún hijo o familiar atrapado en la tela de araña. No es fácil compartir este tipo de experiencias con personas que no conocen qué es el Opus Dei, te preguntan si ésto existe todavía, te ahorras muchas explicaciones hablando con alguien que tiene tus mismas vivencias y tus mismas preocupaciones.

De ahí que todo mi agradecimiento a Agus: En primer lugar por haberte conocido, en segundo lugar porque gracias a la web tengo amigos que jamás me harán la zancadilla, en tercer lugar porque esto sí es catolicidad! es decir universalidad!. Por aquí estamos en el buen camino, lo demás son meros intentos de querer y no poder... lástima de personas tan buenas que dedican su vida a tales OD, no pretendamos engañarnos en cambiar nosotros la situación, es como el que se casa con alguien a quién pretende con el tiempo cambiar, eso sucede en muy raras ocasiones!.

Un fuerte abrazo, especialmente a Perla del Adriático y a Elena.

Marietta

En el escrito de Catalejo del 10-oct-2011 este hace un inventario de los peores pecados del Opus Dei.

Entre esos pecados he buscado en vano el peor de todos: el trato de servidumbre (no sería exagerado llamarlo esclavitud, de la que tiene todo excepto el status legal, porque la esclavitud ya no existe teóricamente entre nosotros) de las numerarias auxiliares.

Catalejo: ¿no caes tú también en ese pecado, olvidando mencionar lo más sórdido y claramente ilegal e inmoral del Opus, como el propio Opus se olvida de ellas y las hace siervas invisibles?

Para peor, la única mención de estas sufridas mujeres es para echar en cara al Opus que, igual como el fundador las enviaba de sirvientas gratis a sus parientes, no las envíe también a cuidar de los familiares enfermos de los numerarios... esto ha dolido, Catalejo.

Mira, Catalejo. Si el Opus y sus miembros se comportaran como personas humanas y decentes, no enviarían mano de obra gratuita servil a atender a su familia necesitada. Los propios miembros atenderían a sus familias, como hacemos la gente normal, y, en lo que no se puede o no alcanzamos, se recurre a personas a las que se paga, que tienen horario de trabajo y derechos laborales (y que se pueden ir cuando quieran), y que a veces, si no se tienen medios, envían los Ayuntamientos u otras instancias de ayuda social equis horas a la semana.

Cada numerario, por empingorotado que esté, sería el que se remangaría para limpiar, cocinar y planchar, para ir a la farmacia, para acompañar sobre todo, para cambiar pañales a sus ancianos padres si hace falta. Y lo que no pudiera, buscaría quien lo hiciera y le pagaría como es debido. Eso si se comportara como una persona decente, ya no digamos como un cristiano.

Igual eso no es bastante elevado y espiritual para el Opus, para sus miembros de primera clase al menos (los únicos en los que estás pensando en tu entrada) aunque sí lo fue para el propio Jesús, para Teresa y para muchos otros más sabios y más santos que un licenciado universitario numerario del Opus que no ha fregado una sartén ni pasado una noche velando un enfermo en toda su vida en la jaula dorada.

Curiosamente, los empecatados mortales que no tenemos ínfulas de santidad ni aristocracia, lo hacemos a menudo. Nos debemos parecer a Jesús y a Teresa más que esos ascetas grandilocuentes. Será casualidad.

Resumiendo: las únicas personas que hacen un trabajo útil para el prójimo en el Opus son las numerarias auxiliares. Las más oprimidas (y empleo un verbo como de Dickens o Víctor Hugo deliberadamente, porque es el verbo justo) son ellas. El mayor pecado y el primero es el que con ellas se comete. El peor olvido, olvidarse de ellas.

Por favor, no lo hagas tú también. Es una forma de seguir allí dentro, aunque no te des cuenta.

Vega

Acabo de leer a Carabayio y me ha pasado como con los correos de Vallelaencina. Para mí: Qué personajes tan singulares!

Carabayio dice que recibió un papel con los nombres de las personas que asistirían al curso anual para dar su opinión… entiendo que no es “cualquier” persona dentro de la Prelatura, igual que Vallelaencina. Carabayio dice su opinión en voz alta, a gritos, porque según ella ya está harta de decirlo a las directoras, igual que Vallelaencina. Carabayio emplea un tono a mi parecer, agresivo, igual que Vallelaencina. Por último, Carabayio critica abiertamente el proceder “esquizofrénico” de algunos directores y pide que los encierren, no vaya a ser que nos contagie a los demás. Lo mismo ha hecho Vallelaencina con otros ejemplos.

Queridos amigos de Opus Libros que me criticáis: soy tan real como vosotros. Me causan sufrimiento los atropellos de las praxis equivocadas del Opus Dei como a vosotros. Ayudo a quien me lo pide como vosotros. Vivo en medio del mundo como vosotros.

Me parece un sinsentido discutir sobre mi persona, antes que sobre las ideas que he expuesto en mis envíos. La web existe para debatir ideas, no para "marujear" sobre la vida de los demás. Eso es quizás un tick que os queda a algunos por haber estado en consejos locales.

Aquí se tratan asuntos interesantísimos sobre la vida que se lleva en el Opus Dei, en muchos aspectos al margen de las normas de la Iglesia.

Me iré del Opus Dei cuando lo crea conveniente. Esto es un asunto muy íntimo que no tengo por qué explicar aquí. Todo tiene su lugar y su momento.

Vallelaencina

Me emocionó tanto el envío -snif- de Perladeladriático, que a continuación transcribo. Será que sabe que vos, Agustina, me censuraste?

"Del ataque a la verdad.- Perladeladriatico

Quien tiene miedo a la verdad tiene mucho que ocultar. En esta web se explican vivencias, que no invenciones. Nunca se cuenta nada que no sea verdad. Se ayuda a abrir los corazones de aquellos que los tienen metidos en un duro caparazón creado por la Opus Dei. En esta web se facilita todo tipo de información sobre la verdad. En ella encontramos amigos íntegros, no falsos, de los que nunca fallan, almas nobles con las que, con la gracia de Dios se puede contar las 24 horas del día. Nunca manipulamos a nadie ni manipulamos nada. Odiamos la palabra mentira. Escribimos en ella personas que hemos vivido en carne propia el gran daño de la gran mentira de la Opus Dei. Aquí tenemos y vivimos el amor. Cuando alguno de nosotros detectamos un corazón cerrado le ayudamos a abrirlo para que, poco a poco este hermano/a vuelva a la vida real, la de verdad, la de los cristianos de a pie con gran corazón y la mirada puesta en Él. En esta web se respetan los pensamientos y criterios personales en tanto que a indivíduos irrepetibles, creados a imagen y semejanza de Dios y no clonados con el sello de la Opus Dei. No se trata de ninguna "multinacional" de la fe. No mentimos, no engañamos. Aquí siempre encontrarás amigos de verdad. De verdad! Nos queremos y queremos el bien para todos, de forma natural, humana, con la libertad que nos da nuestra conciencia de explicarnos nuestras vivencias. Siempre encontramos manos amigas a raudales que se nos tienden para ayudarnos. Ayuda que, a menudo se basa en salir del pozo en el que habíamos caído dentro de las garras de la Obra. No tenemos intención ni interés alguno en silenciar a nadie, pues en tanto que personas, todos tienen derecho para decir lo que sienten, lo que piensan, sin herir a nadie, pues la verdad no hiere. Nadie de nosotros se ocupa en atacar informáticamente ninguna otra web. Qué bajeza! Eso jamás. Nuestra única "arma" es el amor. No manipulamos y decimos la verdad. Otros quizá no pueden decir lo mismo.

Gracias Agustina por este regalo de la web. Aquí nos tienes. Nadie, excepto Dios puede silenciarnos. Gracias por anunciar la VERDAD. La verdad incomoda a quién posee algo que ocultar. ¿Quieres mejor prueba de la veracidad que estos ataques a los que se ve sometida la web? En algún evangelio se nos habla de que la Virgen guardaba los recuerdos en el corazón y los meditaba. Guarda tu esos recuerdos para prueba de tu lealtad. Nosotros los guardamos también. Perdonamos y olvidamos pero los hechos... aquí están".

Perladeladriatico

PD. anque no creas, lamento la persecución que decís sufrió la web. La persecución es parte de la vida, como la intriga, el frío o la cárcel. Yo he sufrido intrigas y amenazas de muerte, por cuestiones profesionales. Pero rezo y punto. No ando diciendo jaculatorias ni otras estupideces clericales, tal como veo que abunda aqui. Ya no soy del opus dei, estoy liberado -asumido-, pero tampoco armo una pagina web para atacarla. Los que quedaron ahí, en la Obra, están por voluntad propia, y los que no se animan a salir son débiles mentales -que se las apañen-, pero no creo que sea recomendable tratar de hacer que los que están salgan ni que se rebelen contra sus autoridades. En síntesis, que cada palo se aguante su vela, como se decía por ahí.

Chau asu

Nota de Agustina.- Dar el consejo de “que se abra de piernas y disfrute” a una ex numeraria que plantea sus dificultades para relacionarse afectivamente con los hombres, además de censurable en Opuslibros, es una imbecilidad. Si esto es censurar e impedir la libertad de expresión, no lo dudes porque así es. Y aquí se acaba el diálogo, no voy a responderte más y publicaré lo que envíes, que espero no envíes nada más, si no incluyen imbecilidades.

Con sorpresa leemos una gran novedad en la última carta larga del Prelado del Opus Dei, fechada el 2 de octubre de este año. (Si lo que dice fuera verdad, el Opus Dei dejaba de existir hoy mismo):

“En la Obra, la separación entre el ejercicio de la jurisdicción y la dirección espiritual se asegura en la práctica, entre otras cosas, por el hecho de que precisamente quienes reciben charlas de dirección espiritual —los Directores locales y algunos otros fieles especialmente preparados, y los sacerdotes al celebrar el sacramento de la Penitencia— no tienen ninguna potestad de gobierno sobre las personas que atienden. El Régimen local, en lo que comporta de capacidad de gobierno, no se refiere a las personas, sino sólo a la organización de los Centros y de las actividades apostólicas; la función de los Directores locales, en lo que se refiere a sus hermanos, es de consejo fraterno. No coinciden en un mismo sujeto, por lo tanto, las funciones de jurisdicción y de ayuda espiritual. En la Prelatura, la única base de la autoridad de gobierno sobre las personas es la jurisdicción, que reside sólo en el Prelado y en sus Vicarios”...

Felicidades, Agustina, creo que la labor de Opuslibros obedece a un imperativo moral. Así que, aunque se haya intentado proceder (c), pues aquí estamos.

Castalio

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