CORRESPONDENCIA

Lunes, 13 de Junio de 2005

Flanpan tiene toda la razón de decir que la proporción de sacerdote entre los numerarios esta bastante alta. De hecho, a mi siempre se me decía que la proporción tenía que ser de un 25% de sacerdotes dentro de los numerarios (y un 2% dentro del total de miembros de la Obra).

Sin embargo, puedo citar el caso de una región donde la obra empezo hace unos 40 años (aunque no esta muy desarollada, ya que no llega a 40 numerarios) y la proporción llega ahora a un 33% de sacerdotes numerarios (y un 5% dentro del total de fieles de la Prelatura en este país).

Es más, dentro de los numerarios 'autoctonos' de más de 35 años, la proporción esta ahora de 67% de sacerdotes y me consta que esa región no es un caso aislado porque siempre ha sido más probable llegar a ser sacerdote para los primeros numerarios en todas las regiones y al mismo tiempo es mucho dificil de irse para un sacerdote que para un laico (lo que aumenta la proporción de sacerdotes entre los numerarios mayores). Si quiere quedarse de cura en una parochia, necesita buscarse un obispo que le accepta y no tenga miedo de la Obra para hacerlo ya que esta muy mal visto y si quiere tener la dispensa de celibato, tiene que acudir a Roma con muchos más tramites que un numerario laico.

Lo ironico de tener una tan alta proporción de sacerdote entre los numerarios es que después los directores tienen que complicarse la vida para darles algo de trabajo porque en regiones pocas desarolladas lo único que tiene que hacer el sacerdote es decir su(s) misa(s) por la mañana, pero no tiene mucho más quehacer durante el resto de su día. Así que ¡a inventarles trabajo!

Otro aspecto ironico para los sacerdotes 'autoctonos' es que a pesar de ser bastante numerosos (a veces mayoritario), tienen pocas posibilidades de llegar a tener puestos importantes en las comisiones. No he hecho la encuesta, pero me parece que la gran mayoría de los consiliarios en todo el mundo son Españoles. Es solo desde hace poco que hay consiliarios 'autoctonos' en países como Francia, Alemania, etc. En Africa, todos los directores de las comisiones y de los centros son Europeos (excepto en Nigeria donde hay unos pocos directores laicos originarios del país, pero no dentro de los sacerdotes de la comisión). Quizá esta poca confianza respecto a los locales tiene su origen en un hecho espectacular que paso en los años 50 cuando san Chema hecho de la Obra a toda la Comisión de Italia (unos 8 personas) porque no estaban lo suficientes dociles al fundador (¿alguién tiene detalles al respecto? Me parece ser una parte de la historia de la Obra que no se cuenta mucho...)

Saludos,

Alfredo

Querida Emevé

Con sus matices, a todos nos ha pasado más  o menos lo mismo.  Creímos, en parte porque queríamos creer que podiamos ser santos y agradar a Dios.  Que había una receta que tan solo teníamos que seguir y habríamos ganado el cielo de la mejor forma, haciendo lo Dios nos pedía.  

Al igual que tú, yo les creí, y quise dar la talla, y al igual que tú, sufrí mucho cuando las cosas no fueron tan simples como las matemáticas, cuando poco a poco, desde el centro de estudios empecé a descubrir que muchas de las cosas que me dijeron al pitar no eran tal y como me las habían dicho, y luego también pensé que era mi culpa, que me faltaba generosidad, que me faltaba visión sobrenatural... etc.  Al igual que tú... me costó mucho irme, y me costaron muchas lágrimas recuperarme.  Quitarme de la cabeza la culpa y convencerme de que no todo es como ellos lo pintan.

Aprendí muchas cosas buenas en el Opus Dei, pero también aprendí que hacen muchas cosas que no son correctas, y que hay mucho que les falta para esa santidad en medio del mundo.  Cosas tan básicas que duele solo pensarlo. 

Querida Emevé, cierra el capítulo, lo bueno que pudo tener y lo malo también, te sirve de experiencia, a todos les pasa.  Ahora si es momento de recomenzar, y tienes toda una vida por delante, que igual tendrás experiencias buenas y malas, pero recuerda que la felicidad no es un lugar, es un camino, una actitud con la que recibes todo.  Que no quiere decir que no vas a llorar y sufrir, quiere decir que de cada experiencia puedes aprender algo bueno.

y Hoy, Hoy puedes elegir ser feliz...

Con cariño

Saludos a todos y todas

Marigo

Millonaria demanda a la Iglesia de EE.UU. titulaba una noticia la semana pasada. Y enseguida imaginé que tal vez un día los diarios titulen "millonaria demanda a la Prelatura Opus Dei". Pensando en lo que decían Merlos y José Antonio acerca de la Obra como estafa, es posible que la vía jurídica permita pasar de los discursos a las sanciones legales, de manera tal que todo lo que aquí se habla y escribe no quede solamente en el plano del debate sino que avance hacia el de la justicia (sobre todo por los multples testimonios personales aquí escritos, que van más allá del debate teórico: son vidas).

Saludos,
E.B.E.

Me interesé por el Opus Dei desde que un vecino mío, profesor en una escuela del Opus, estuvo en tratamiento psicológico por depresión, debido a la presión que tenía que soportar. Después leí el libro de Tapia y, visto lo que le había pasado a mi vecino, entendí que algo de verdad tenía que haber. Así llegué a esta página, después de haber leído bastante sobre el Opus por Internet -e intentar hablar con la señora Tapia, ingenuo de mí.

Me produce pena que se hable tan poco de la Biblia en esta página. Entiendo que los ex-miembros necesitéis desahogaros, pero no veo gente que proclame haber sido liberada gracias a las verdades de la Biblia; me parece que los ex-opusinos, mayoritariamente, se convierten en católicos críticos, personas que aprecian y buscan la espiritualidad, pero en cualquier idea o doctrina, ergo siendo presas fáciles para la Nueva Era y para el sincretismo religioso. Además en el campo moral me temo que, después de haber experimentado tanta represión, muchos se vuelven un tanto libertinos. Esto es una impresión personal, evidentemente toda generalización es injusta.

Me ha animado a escribir una crítica de una tal María, que comparaba a los que escriben en esta página con los luteranos: eso me ha tocado la fibra, no porqué me importe que me comparen con vosotros, sino porqué se use luterano como un epíteto peyorativo. Aunque no debería sorprenderme, pues lo que he leído sobre las opiniones del Fundador acerca de los protestantes explica las actitudes de los miembros del Opus.

Creo que el Opus tiene un empacho de derecho canónico. El derecho canónico no es más que Ley. ¿Qué dice la Biblia sobre la Ley? Gálatas 3 dice:

(No es pecado leer traducciones protestantes: mi Biblia catalana es una traducción mixta, de traductores evangélicos y católicos, evidentemente el Vaticano permitió que se hiciese, entonces si eres miembro del Opus debes decidir si haces caso al Papa o a la Obra):

¹¡Oh, gálatas insensatos! ¿Quién os ha fascinado a vosotros, ante cuyos ojos Jesucristo fue presentado públicamente como crucificado? ²Esto es lo único que quiero averiguar de vosotros: ¿recibisteis el Espíritu por las obras de la ley, o por el oír con fe? ³¿Tan insensatos sois? Habiendo comenzado por el Espíritu, ¿vais a terminar ahora por la carne? 

⁶Así Abraham CREYO A DIOS Y LE FUE CONTADO COMO JUSTICIA. 

¹⁰Porque todos los que son de las obras de la ley están bajo maldición, pues escrito está: MALDITO TODO EL QUE NO PERMANECE EN TODAS LAS COSAS ESCRITAS EN EL LIBRO DE LA LEY, PARA HACERLAS. ¹¹Y que nadie es justificado ante Dios por la ley es evidente, porque EL JUSTO VIVIRA POR LA FE. ¹²Sin embargo, la ley no es de fe; al contrario, EL QUE LAS HACE, VIVIRA POR ELLAS. ¹³Cristo nos redimió de la maldición de la ley, habiéndose hecho maldición por nosotros (porque escrito está: MALDITO TODO EL QUE CUELGA DE UN MADERO)

Si los creyentes leyéramos más la Biblia quizá veríamos cambios en la sociedad. No sirve de nada dominar partidos políticos ni consejos de ministros –quizá dé poder, pero no servirá para que más gente conozca a Dios.

Sobre la moral quiero decir algunas cosas, también, en concreto sobre el área sexual. La manera de reprimir del Opus me parece anticristiana. He leído que Escrivá nos consideraba –a los protestantes- unos libertinos: pues bien, tengo 25 años y soy virgen –por decisión propia y por la gracia de Dios, no por falta de oportunidades. Todos tenemos hormonas y deseos sexuales –la gran mayoría, vaya: estos deseos no son malos, son naturales, pero un cristiano debe controlar los impulsos hasta que llega al matrimonio. Ahora bien, una vez casados, el matrimonio no sólo sirve para procrear, y si no lean el libro de Cantar de los Cantares. Siempre me ha hecho gracia la actitud católica: el sexo como procreación, no como placer, aunque se olvidan de que para que exista procreación el hombre debe eyacular, esto significa que debe excitarse sexualmente. ¿Entonces qué? ¿El placer del hombre es correcto, pero no el de la mujer? Me parece que algunos no saben cómo funciona esto, y por eso ponen restricciones sobre lo que desconocen. Hace dos años un estudiante del seminario de Granada –católico- me explicó que el celibato de los sacerdotes empezó sobre el s. X para evitar que los hijos de los sacerdotes intentasen reclamar las iglesias en herencia. Solución radical: celibato. Muchas consecuencias negativas han salido de este hecho, incluyendo la vida miserable de sacerdotes que tienen que negarse a su sexualidad por culpa del derecho canónico. Y eso que los católicos de rito oriental –no los ortodoxos, repito: los católicos de rito oriental- tienen permitido casarse.

Mi padre es pastor protestante, por cierto, y consejero matrimonial: alucino sobre cómo pueden los sacerdotes católicos no casados ayudar a matrimonios en ciertos aspectos, sin tener ninguna experiencia. Finalmente, espero que nadie considere esto una provocación: mi madre fue el primer protestante en salir en TVE –allá por el 84- en un programa de Mercedes Milà y dijo que la bienaventurada María, después de tener a Jesús, tuvo relaciones con su marido José. La Biblia es clara al respecto: los hermanos de Jesús son mencionados varias veces (Mateo 12:46 ^“Mientras Él aún estaba hablando a la multitud, he aquí, su madre y sus hermanos estaban afuera, deseando hablar con Él.”) La explicación tradicional católica ha sido que “hermanos” equivalía a primos o a otros familiares, mientras que en otros pasajes equivale a “hermanos en la fe”; pero para mí el hecho de que diga “su madre y sus hermanos” es muy clarificador. Además: ¿por qué razón querría Mateo que sus palabras pudiesen ser malinterpretadas? Está claro que la visión negativa de la Iglesia Católica hacia el sexo ha determinado su visión sobre este punto. Mis padres recibieron amenazas telefónicas a raíz de la afirmación de mi madre –créanlo o no, amenazas de muerte incluidas; tengan en cuenta que hacia pocos años que estábamos en democracia.

Acerca del proselitismo: a mí nadie me fuerza a hacer proselitismo. Ahora bien, cuando uno comprende que es salvo, que Dios le ha perdonado, y que tanta gente a nuestro alrededor está muerta en sus pecados, no puede hacer otra cosa que sentir una obligación de compartirles la salvación, primero a los que tenemos más cerca –familia, amigos- y después al entorno. Por tanto una evangelización –que no proselitismo- correcta es aquella que surge del amor y de la misericordia hacia los perdidos, no de la obligación ante los superiores.

erintiransom

Nota: los Testigos y los Mormones no son protestantes: no son ni cristianos, pues los primeros niegan que Jesús fuera Dios y los segundos creen que todos podemos llegar a ser Dios. Ambos grupos salen de una cultura protestante, pero no son reconocidos por ninguna iglesia evangélica, luterana, anglicana ni calvinista -o sea, protestante. Aclaro esto porque estos grupos también practican el proselitismo obligatorio, como el Opus.

"Las citas bíblicas son tomadas de LA BIBLIA DE LAS AMERICAS © Copyright 1986, 1995, 1997 by The Lockman Foundation Usadas con permiso."

Hola GL.

Leyendo tu escrito, cuando dices "Parecia que las personas que tenia alrededor supieran lo que me pasaba interiormente, y sucedian muchas coincidencias...". Si a lo que te refieres es que personas muy distintas te daban los mismos consejos para con tu vida interior y "exterior" y esas personas distintas eran: consejo local, sacerdote y delegación: Eso no son coincidencias, entre ellos hablan de tu vida y al final todos acaban "viendo" lo mismo en la oración.  Si el médico es "de casa" y amigo de ellos pues idem de idem. Creo que sería bueno andar por algún tiempo lejos la obra y sus simpatizantes para evitar que te "etiqueten".

Si te refieres a otra cosa, y ya solo porque al salir viene de perlas una ayuda, no dudes en pasarte por algún psiquiatra (mi consejo: no de la obra) y que te vaya haciendo un seguimiento. 

Lo que comentas de la depresión, no tiene relevancia que en tu familia no haya antecedentes. Lo más seguro ninguno ha estado sometido a la tremenda presión que has pasado tú. Cualquier cosa que sea, tratada a tiempo es más sencillo.

 GL, un abrazo muy fuerte.

Tremendo

He intentado ponerme en contacto contigo a través de un mail privado, aunque tampoco me importa escribirte en la web ya que sé que lo podrás leer. Lo primero, decirte que no te quiero ofender, que me disculpes si me expreso mal o si te he malinterpretado. Sólo quiero hablarte de la sensación que tuve al leer el capítulo de tu libro publicado en la web. Esta última semana lo ví en la Feria del Libro y me acordé. No podía dejar de escribirte.

Y ahora, lo único que se me ocurre decirte es: ¿Por qué? ¿Por qué has escrito ese libro? Puedo entender – aunque no del todo porque, claramente, tú has pasado más años en el Opus Dei que yo – que estés enfadada pensando, como dices en tu libro, que has estado 19 años viviendo en una mentira. Pero hablas de todas las personas con las que has vivido publicando su intimidad de una manera…Tengo grabado especialmente el recuerdo de cómo hablabas de la Directora de ese centro de Pamplona y desde luego no me resulta muy agradable. Me ha recordado a los libros que escriben los famosos de hoy hablando, y no muy bien, de sus anteriores parejas. Hubiera sido imposible escribir ese libro sin referirte a todas las personas que te rodeaban pero, ¿era necesario decir qué opinabas de cada una? En el capítulo me pareció que, como dice esta web, "no vas contra la Iglesia"... quizás me equivoco pero en tus comentarios hay poco de caridad cristiana, por mucho que sean verdad. Además, hay cosas que sólo se pueden comprender si se conocen enteramente los acontecimientos.

Me parece que personas y situaciones como las que narras las hay en todo el mundo, dentro y fuera de la Obra, también en gente que, como la de la Obra, se considera “corriente”, ya sean cristianos o no. Porque en el Opus Dei hay gente como en todos lados: cortante, desagradable, simpática y alegre, despistada y aburrida… porque hay cosas que son por naturaleza. Luego, uno lucha mejor o peor por vencer sus defectos… pero desde luego se intenta. Hablas de la Obra como si fuera una ‘buena idea’ pero pervertida por la gente y los afanes, ¿creías que eras la única que se daba cuenta de las cosas que se hacían mal? Mi experiencia me ha demostrado, desde luego, que en la Obra, las personas que la componen pueden cometer errores, pero al final no se funciona con una mala intención.

No pretendo darte ninguna lección (considero que no tengo edad para hacerlo) pero quería hacerte llegar mi opinión. Gracias.

Berta

He llegado a esta página de opuslibros a través de un buen amigo mío. He estado consultando estas últimas semanas lo que la gente escribe, tanto las colaboraciones más teóricas como las más biográficas.

En relación con algunos de los temas de los que se habla con más frecuencia, hay un par de pasajes de Dostoievski, concretamente de "Los hermanos Karamázov", uno ensayístico, y otro narrativo, que son muy ilustrativos, y que a lo mejor puede interesar y ayudar a otros lectores a reflexionar sobre estos asuntos, a profundizarlos y a aclararlos.

- En una carta de respuesta, se habla del perdón, de quién puede perdonar todo y quién no puede perdonar nada, y se define el infierno como "dedicar toda tu energía vital a odiar".

En "Los hermanos Karamázov" Segunda Parte, Libro 6, Capítulo III, apartado i), titulado "Del infierno y su fuego. Una reflexión mística", vienen unas reflexiones, de tono ensayístico teológico, sobre el infierno, donde se dice que Dios puede perdonar a todos, que se puede rezar por los suicidas, que hay algunos que no se dejan redimir, y donde se define el infierno como: "El sufrimiento de no poder volver a amar jamás".

- En otras muchas colaboraciones, se saca a colación, una y otra vez, el tema de lo institucional y lo teologal, tal y como lo formulara Retegui. Como hace Cervantes en el Quijote, también Dostoievski, en sus grandes novelas, de cuando en cuando intercala pequeños cuentos, narraciones o leyendas.

Una de ellas se llama "El gran inquisidor", que aparece en "Los hermanos Karamázov", Segunda Parte, Libro 5, Capítulo V, y que es una fábula o cuento que Iván Karamázov narra a Aliosha Karamázov. Dostoievski sitúa esta historia en Sevilla, durante el siglo XVI, en pleno esplendor de la Inquisición.

En una tarde en la que se han quemado a muchos herejes en la hoguera, de pronto, en Sevilla, aparece Jesús. No se trata de la Segunda venida, de la Parusía, sino sólo de una nueva aparición de Jesús en la tierra, en Sevilla. El pueblo le reconoce y se postra ante él, pero entonces aparece El gran inquisidor, que es un viejo decrépito, y ante el horror que causa su presencia, la gente se aparta de Jesús. El gran inquisidor manda encarcelar a Jesús, y por la noche va a visitarlo a la celda y mantiene una conversación con él, o mejor, un soliloquio, porque Jesús no pronuncia ninguna palabra y es el Gran Inquisidor quien mantiene todo el parlamento.

El Gran inquisidor dice que si hay tres frases donde se resume todo el desarrollo histórico de Europa occidental en general, y del catolicismo en particular, esas tres frases serían las tres preguntas con las que el diablo tentó a Jesús en el desierto. Si todos los sabios, filósofos, teológos, artistas, científicos, etc. se reunieran y trataran de condensar la historia de Occidente en tres frases, no acertarían con tres formulaciones tan precisas como las que el diablo pronunció en el desierto. Dostoievski hace una interpretación genial de las tres tentaciones a Jesús en el desierto, a las cuales, en opinión de Dostoievski, la Iglesia romana ha sucumbido: la conversión de las piedras en pan = el bienestar material; la posesión de la tierra; la posesión de las almas (a través del milagro, el misterio y la autoridad).

El Gran Inquisidor, en un primer momento, anuncia a Jesús que lo va a quemar en la hoguera, pero finalmente le abre la puerta y le deja marchar, con las palabras: "Muchas gracias por haber venido hace 1500 años, pero ahora ya no te necesitamos, y en realidad nos estorbas: vete y no vuelvas más" (unas palabras que invierten el sacramento de la penitencia).

Y ahora viene la reacción de Jesús, lo más genial de la narración, un único gesto en el que Dostoievski concentra todo el ateísmo de Iván Karamázov, del Gran inquisidor, y de Europa en general: Jesús se acerca al Gran inquisidor, le da un beso en la mejilla, y se marcha sin pronunciar una palabra.

A lo mejor se podrían "colgar" estos textos dostoievskianos en esta página, porque tal vez pueden ayudar a alguien a poner en claro sus ideas sobre los conflictos que se producen cuando la vida de la fe se trata de regular a través de ciertas estructuras institucionales, y cuando ser pescador de almas no se entiende como ganar las almas para Dios y para ellas mismas, sino ganarlas para uno mismo y las propias filas (llevar una contabilidad de las almas "pescadas"), y cuando el "Extra ecclesia nulla salus" se convierte en "Extra Opus dei nulla salus".

Yo sólo pretendo recomendar unos textos geniales que a mi parecer son muy ilustrativos, pero es tarea de cada lector repensar en qué medida el Gran Inquisidor es un retrato del catolicismo occidental en general y del Opus Dei en particular.

Os mando un abrazo muy fuerte, con todo mi cariño a las personas que lo pasan mal.

AC.

Nota de la web. Los textos de Dostoievski a los que se refiere AC., son:

-"Del infierno y su fuego. Una reflexión mística"
-"El gran Inquisidor"

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