ZEHREN, Eric Die biblischen HŸgel Las colinas b’blicas C’rculo de Lectores / Ediciones Zeus, Barcelona 1964 y 1969, 432 pp.
1. Obra de divulgaci—n que trata sobre algunas excavaciones e investigaciones en torno a los lugares b’blicos. Junto a esto, se estudian las religiones de varios territorios (Mesopotamia, Israel y Egipto). El libro est‡ bien escrito y se lee con facilidad.
2. El autor sobrevalora y extrapola la funci—n de la arqueolog’a: "El camino m‡s interesante para llegar a nosotros mismos es el camino de los arque—logos (...) fueron los arque—logos los que nos han indicado lo que la vida, nuestra vida, significa" (p. 19). Quiz‡ por esto procede en su exposici—n con una notable falta de rigor hist—rico, que le lleva a importantes simplificaciones, y movido por fuertes prejuicios antirreligiosos, dando la impresi—n de que las conclusiones que saca son previas al examen de los hallazgos.
3. As’, encuentra una clara oposici—n entre la fe religiosa y la ciencia arqueol—gica. En diferentes ocasiones reduce la fe a una "santa ingenuidad" que no duda en ridiculizar, y aboga por el escepticismo como una caracter’stica del investigador, que debe colocarse "por encima de los mitos" (p. 18). Zehren se deja llevar por sus prejuicios hasta el punto de juzgar las conversiones a la Iglesia Cat—lica de algunos arque—logos como fruto de la hipocres’a y falta de rectitud.
4. El autor considera la religi—n como una forma m‡s dentro de la evoluci—n integral que, en su opini—n, se verifica en el ser humano, situando al mismo nivel, como procedentes unas de otras, las distimtas religiones de los pueblos estudiados: "Nanna, el poderoso dios lunar de Ur y temporalmente rey de todos los dioses, es idŽntico al dios lunar acadio Sin o Su'en. Y probablemente la historia del culto de este gran dios (...) se extiende, con un creciente cambio de conceptos y mezcla de los mismos, desde el babil—nico Su'en hasta el Zin de los germanos y el Sion de JerusalŽn" (p. 142). Afirma que la historia de Ad‡n y Eva es s—lo un mito surgido por evoluci—n de los viejos cultos astrales y zoom—rficos asirios; trata de explicar el sentido de las visiones de Ezequiel a partir de los animales asimilados al culto lunar por los sumerios; Cristo ser’a una superaci—n del antagonismo religioso de Baal y YahvŽ (pp. 226 y ss.); el Antiguo Testamento, en su opini—n, es una colecci—n de diversos escritos religiosos Ña menudo contradictorios entre s’Ñ en los que el autor reconoce un nœcleo con valor hist—rico, envuelto en una mara–a de tradiciones m’ticas.
S.A.
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