PARDO BAZAN, Emilia: Los pazos de Ulloa, 1886
1. Resumen del argumento: "Los Pazos de Ulloa" narra la historia de don Pedro, marquŽs de Ulloa, el cual vive en un valle gallego a la manera de un se–or feudal. La acci—n comienza con la llegada de don Juli‡n, un joven sacerdote criado en casa del se–or de la Lage, t’o de don Pedro, que ha sido enviado como administrador de la hacienda del marquŽs. All’ descubre la corrupci—n y el desorden en el que se vive en el se–or’o de Ulloa: Don Pedro vive amancebado con Sabel, hija de Primitivo, criado y cacique de la casa, de quien Don Pedro no puede prescindir; el abad de Ulloa es un clŽrigo aficionado al vino y a la caza; Sabel provoca de manera continua y descarada al sacerdote. Todo esto lleva al clŽrigo a sugerir a don Pedro que cambie de vida y se case. Don Pedro acepta y acude a casa de su pariente el se–or de la Lage; y, pese a que todos esperan que pida la mano de Rita, la hermana mayor y m‡s bella, don Pedro Ñaconsejado por don Juli‡nÑ elige a Nucha, la hermana menos agraciada.
Al cabo de un tiempo, don Pedro decide regresar al pazo y env’a a don Juli‡n a preparar las cosas. Este tiene miedo de Primitivo que ya quiso dispararle cuando sugiri— a don Pedro el viaje a Santiago. Pero, ante su sorpresa, todos se muestran d—ciles a sus —rdenes aunque s—lo en apariencia, ya que luego terminar‡n por hacer lo que Primitivo decide.
Nucha queda embarazada y don Pedro espera que su hijo sea var—n. Pero Nucha da a luz una ni–a. Desde ese momento, su marido vuelve a mantener relaciones con Sabel, y Primitivo y su gente parecen recobrar los poderes perdidos. Nucha apenas es atendida por su marido y s—lo don Juli‡n la acompa–a y consuela.
En esta Žpoca don Pedro se presenta como candidato a las elecciones. Nucha espera que el triunfo de su marido le permita cambiar de residencia y de vida, pero los manejos de Primitivo trucan la que parec’a inevitable victoria del marquŽs. Los acontecimientos se precipitan: Perucho, el hijo de don Pedro y Sabela, despechado por el rechazo de Nucha, que ha adivinado la verdad sobre su nacimiento, difunde la especie de una relaci—n culpable Ñque no existeÑ entre don Juli‡n y Nucha. Cuando corre a dec’rselo a don Pedro, a instancias de su abuelo, ve c—mo Primitivo es asesinado por el Tuerto, pistolero a sueldo de uno de los caciques, que pretenden vengar as’ la derrota electoral. Don Pedro, en una escena terrible, acusa a su mujer y expulsa de la casa a don Juli‡n. Este, en una perdida aldea gallega, recibe la noticia de la muerte de Nucha pocos meses despuŽs.
Diez a–os m‡s tarde ser‡ nombrado p‡rroco de Ulloa, donde contemplar‡ c—mo Perucho va vestido como corresponde al heredero de la casa, mientras la hija de Nucha se cubre con prendas mucho m‡s modestas.
2. La autora ha cuidado la composici—n de la novela y la manera de narrar: el predominio de los puntos de vista y la tendencia al ocultamiento del narrador omnisciente preludian la novela del siglo XX.
El estilo literario es correcto, vivo, expresivo, en ocasiones minucioso, pero nunca estetizante. Como en tantos novelistas del realismo predomina lo funcional: el estilo al servicio del contenido. No se busca la belleza ni la brillantez de la expresi—n, sino la exactitud de la descripci—n, la verosimilitud en los hechos y la fuerza en la narraci—n.
Por otro lado, el lenguaje es homogŽneo, con las excepciones del empleo de tŽrminos gallegos o de expresiones coloquiales o peculiares de algœn sector lingŸ’stico. Hay que destacar su gusto por las precisiones mŽdicas y por el lŽxico especializado de dicha disciplina, que utiliza con frecuencia.
3. Los grandes temas que Pardo Baz‡n expone en la novela son tres: una visi—n cruda ÑnaturalistaÑ del campo gallego; el contraste entre la vida en la aldea y la vida en la ciudad; y la corrupci—n del sistema electoral basado en el caciquismo y en la ignorancia. Los temas segundo y tercero sirven de complemento al primero, que constituye el eje b‡sico de la novela.
La sordidez de la vida en los pazos, donde los criterios morales parecen estar ausentes, y los desmanes de la vida rural son descritos con crudeza. Es frecuente en la autora el recurso constante a las razones ambientales, fisiol—gicas y mŽdicas para explicar conductas, aunque sin llegar a un completo determinismo.
En la misma l’nea naturalista hay que situar el enfrentamiento entre la ciudad y la aldea. La novela simboliza el triunfo de esta œltima, con un Perucho vestido elegantemente, segœn la costumbre tradicional que exige que la sucesi—n nobiliaria siga la l’nea masculina. La hija leg’tima, sin embargo, va pobremente vestida, como si no fuera hija del marquŽs. Sabel, la mujer de la aldea, permanecer‡ en la casa, mientras que la mujer de la ciudad, Nucha, ser‡ tachada de infiel y morir‡ a causa de su debilidad f’sica pocos meses despuŽs. Ha sido la concubina, y no la mujer leg’tima, quien ha dado un hijo var—n al se–or semifeudal. Pero, por otro lado, el triunfo de la aldea y de la naturaleza supone tambiŽn el triunfo de la barbarie y de la injusticia. La novela adquiere en este punto, aunque no de una manera expl’cita, un tono agudamente cr’tico. La farsa en que se convierten las elecciones y la amoralidad como criterio de conducta son ejemplos significativos.
Por œltimo, se presenta la cr’tica del caciquismo como sistema pol’tico imperante en el mundo rural (si bien impulsado desde la tambiŽn corrupta ciudad). Pardo Baz‡n plasma con fuerza inusitada los turbios manejos de los caciques de uno y otro bando; la beligerancia de buena parte del clero, que por su condici—n debiera permanecer neutral y se convierte, sin embargo, en agente principal de una de las facciones; la crueldad de los pistoleros a sueldo que emplean sin recato ambos bandos y hacen gala de una total falta de escrœpulos para llevar a cabo toda clase de enga–os electorales, etc.
E.P. y J.J.
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