MORAN, Gabriel: Religious Education as a Second Language, Religious Education Press, Birmingham (Alabama) 1989.

 

1. Moran se centra en el an‡lisis de la naturaleza de la religious education y de sus elementos: educaci—n y religi—n. Analiza la naturaleza de la religi—n sirviŽndose de la met‡fora de la segunda lengua.

2. Entiende que del mismo modo que hoy en d’a, por lo general, no basta una sola lengua para comunicarse, desde un punto de vista religioso tambiŽn se hace necesario ÒhablarÓ dos lenguas: la propia -la tradici—n religiosa particular- y el lenguaje de la sociedad secular contempor‡nea. Las religiones particulares necesitan abrirse a una lengua comœn, interreligiosa, internacional, intergeneracional e interinstitucional. La necesidad de esta lengua interreligiosa nace, segœn Moran, del objeto mismo de las religiones: Dios. El autor sostiene que Dios es una realidad no objetivable, cuyo conocimiento se alcanza m‡s por la v’a estŽtica que por la l—gica. Por esta raz—n, sostiene -en tŽrminos parad—jicos- que el di‡logo entre las diversas religiones no es un di‡logo interfaith sino intrafaith. Sugiere que la educaci—n religiosa debe ser interreligiosa, de manera que los elementos que configuran cada una de las tradiciones religiosas particulares -historia, doctrina y ritos litœrgicos- se iluminen en la historia, doctrina y ritos de las dem‡s; dado que cristianismo, juda’smo, o islamismo, constituyen -segœn el autor- s—lo un acceso incompleto a Dios. Analiza la naturaleza de la catequesis desde el concepto de fe expuesto arriba. Puesto que las religiones particulares son una materializaci—n de una misma fe religiosa, la educaci—n en la tradici—n cristiana, musulmana, etc., no constituye m‡s que una expresi—n concreta de educaci—n religiosa. Presenta la catequesis como un proceso de educaci—n en la tradici—n cat—lica, paralelo al mismo proceso en las dem‡s tradiciones religiosas, que constituye un estadio intermedio en el desarrollo religioso individual y colectivo. Sin embargo, rechaza el tŽrmino catequesis por su eclesiocentrismo: es parte del lenguaje interno de la Iglesia Cat—lica, segœn el autor. La mejor alternativa al eclesiocentrismo de la catequesis es, segœn Moran, el lenguaje de la educaci—n religiosa, intr’nsecamente interreligioso, y m‡s adecuado a la realidad pluralista de la sociedad contempor‡nea.

 

M.M. (2001)

 

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