CARPENTIER, Alejo: Los pasos perdidos, 1953

1. El personaje central es un compositor, en el que se identifican protagonista y narrador, que hastiado del mundo parisino —de su mujer y su amante—, decide emprender un viaje por la selva del Orinoco para conseguir instrumentos musicales indígenas destinados a un museo etnológico.

2. A partir del segundo capítulo, la novela se convierte en la trascripción del supuesto diario escrito por el protagonista desde el comienzo del viaje, donde va reflejando la geografía venezolana. Se suceden, en los capítulos centrales, pinceladas costumbristas con las que describe calles, barrios populares coloniales, etc.

Tras ser sorprendido por una revuelta callejera, se dirige a un pueblecito, Los Altos, desde donde parte hacia la selva del Sur. En el viaje evoca su pasado familiar, afectivo y cultural, y conoce a Rosario, a la que se unirá sentimentalmente. Los dos embarcan, junto a Fray Pedro de Henestrosa y el "Adelantado", personaje éste que les introducirá en el mundo "incontaminado" de los pueblos indígenas. Pernoctan en poblados indígenas, de los que se relatan minuciosamente sus costumbres, se ven sorprendidos por tormentas, descubren titánicas ciudades de roca y llegan a Santa Mónica de los Venados, ciudad fundada por el "Adelantado", donde deciden quedarse a vivir.

Allí situado, empieza a componer música febrilmente, inspirado en los sonidos naturales y los ritmos ancestrales indígenas, para el texto de la Odisea. Pasado un tiempo, vuelve a Europa para cumplir el encargo del museo. Se divorcia de su mujer, y decide volver para siempre al poblado. En el viaje de vuelta le comunican que Rosario se ha casado con el hijo del "Adelantado". Decepcionado, resuelve perderse en la selva amazónica.

3. Pueden apreciarse en la novela dos partes claramente diferenciadas. En la primera, Carpentier critica el mundo civilizado, que con sus prejuicios le lleva a vivir una existencia enajenada. Abundan las digresiones pseudofilosóficas sobre el amor, la vida, el matrimonio... resueltas con un aire desgarrado y pesimista. La repulsa se intensifica al hablar de un grupo de intelectuales que conoció en Europa. Recoge muchas referencias eruditas de tendencia alegorizante (Odisea, mito de Sísifo) y también citas bíblicas utilizadas del mismo modo, o de literatos y músicos (Cervantes, Lope de Vega, Beethoven, Rimbaud, Nietzsche, Wagner, Heine, Ana Pavlova...), y elucubraciones sobre el "mimetismo mágico rítmico", acerca del orígen de la música, relacionadas con el "realismo mágico" de la narrativa hispanoamericana.

En la segunda parte disminuye el barroquismo, dando paso a una prosa costumbrista, vehículo de minuciosas descripciones del paisaje amazónico. El contacto con este mundo natural —único reducto de posible salvación para el protagonista— desencadena un proceso evocador que le permite continuar con su rechazo a la civilización europea.

4. El protagonista es un antihéroe, solitario descubridor de las miserias del mundo moderno y las maravillas del mundo natural. Introduciendo cada capítulo aparecen citas de la Biblia, el Popol Vuh, el Chilam Balam, etc. El lenguaje es rico y retórico, ampuloso al realizar digresiones, poético en las descripciones costumbristas.

5. Carpentier expresa a través del protagonista la antítesis entre lo artificial y lo natural, entre la civilización capitalista burguesa y la precolombina. De este modo, manifiesta en diversas ocasiones ideas antirreligiosas, y critica solapadamente a la Iglesia. Sustituye la fe cristiana por una serie de mitos enrevesados, pero llenos de aparente sencillez. Por otra parte, la exaltación del mundo natural —todo lo "natural" sería bueno; lo artificial sería malo, por inhibitorio— le lleva a describir y justificar costumbres sexuales, también degeneradas, de los indígenas.

C.M.

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